

No es de llamar la atención la arremetida del gobierno estadounidense contra Venezuela, en momentos en los que una pandemia mundial ocupa la atención de gobiernos y población del mundo.
Ya el planeta está acostumbrado al pisoteo constante de los acuerdos internacionales y al desprecio por la vida que, constantemente desde EE.UU., se expresan a través de discursos y acciones concretas.Sin embargo, cuando se acercan tiempos electorales para Estados Unidos, suelen barajearse cartas en el ámbito internacional, que permitan distraer la atención de la población estadounidense de sus problemas reales.Hoy, Estados Unidos ha pasado a ser el epicentro de la pandemia mundial, con más de 92.923 casos y un sistema de salud pública que excluye a más del 40% de la población, aproximadamente 80 millones de personas. El tratamiento del COVID-19 para cualquier paciente, alcanza los $35 mil dólares. Además de esto, Donald Trump no se cansa de afirmar que es una «simple gripe» y que “con el calor de abril se acabará la pandemia”.
Cuando comenzó el 2020 la economía de EE.UU. se había expandido sin interrupción desde mediados de 2009, la tasa de desempleo era la menor en medio siglo y el mercado de valores, se encaminaba a un máximo histórico. Millones de trabajadores han quedado desempleados. La deuda externa es de 21 billones de dólares. El dólar se desploma frente al oro y las bolsas de valores caen en niveles nunca antes vistos.Este 23 de marzo fracasó la más reciente conspiración de Estados Unidos contra Venezuela, con la captura de armas de guerra que estaban dirigidas a armar a 3 grupos terroristas, con el objetivo de ejecutar planes de asesinato a líderes del gobierno venezolano, incluyendo al Presidente Nicolás Maduro.De inmediato, el gobierno estadounidense procedió, cual vaqueros del lejano oeste, a ofrecer altas cifras de dólares «por la cabeza» del Presidente Nicolás Maduro, Diosdado Cabello, Vladímir Padrino López, Cliver Alcalá y Hugo Carvajal (estos dos últimos, desertores de la FANB y que además fracasaron en las tareas asignadas desde el imperio estadounidense).Es necesario para el gobierno de Trump y sus aspiraciones a la reelección:
Distraer la atención de la población estadounidense sobre la tragedia que enfrentan al convertirse en el país del mundo con más casos, y sin un sistema de salud pública pertinente a la situación.
Demostrar la vigencia de su capacidad imperial contra Venezuela frente a sectores políticos y económicos de los Estados Unidos y
Buscar desesperadamente las reservas de oro necesarias para levantar su agonizante economía.
Numerosas voces se han unido contra esa resistencia a tomar
medidas. "Lo peor de la pandemia está por venir. Hay que
escuchar a los expertos médicos. Es hora de un cierre nacional",
escribió en su editorial de este martes el The New York Times.
El prestigioso diario norteamericano asegura que con la cuarentena
"habrá más tiempo para desarrollar tratamientos paliativos y más
tiempo para que el Gobierno federal ordene los kits de prueba y los ventiladores necesarios en todo el país. Habrá más tiempo para
recopilar datos sobre qué regiones y qué personas están en
mayor riesgo... Estados Unidos ha superado el punto en
que los esfuerzos agresivos y focalizados de rastreo y contención,
como los perseguidos por Corea del Sur, tienen una posibilidad
realista de éxito".
EL MUNDO CAMBIARÁ, EL CORONAVIRUS LO LOGRARÁ. Desde que el mundo es mundo, los imperios con sus monarquías y con apoyo de las religiones, ...