jueves, 9 de julio de 2015

Juan Carlos Parisca Pérez: La victoria del PSUV y la conciencia de masas

Juan Carlos Parisca PérezTodavía no logramos medir la magnitud de la victoria revolucionaria en las recientes elecciones, para la selección de los candidatos de la revolución para la renovación de la Asamblea Nacional, el próximo seis de diciembre. Fue una victoria formidable. No hay ninguna duda. Hay que reconocer la enorme importancia de la conciencia de las masas, que supieron apreciar la necesidad de apoyar activamente a sus candidatos y darles masivamente el voto, sin disminuir el mérito y el acierto de la dirección revolucionaria. En efecto: el resultado muestra un alto grado de concientización de las masas populares, que en medio de no pocos problemas, han tenido la tenacidad y la claridad política necesarias para perseverar la confianza en la construcción del socialismo, como único camino que conduce a la superación de la injusticia y la desigualdad.
Me recuerda la constancia de las masas campesinas de los años 60, que una vez que adoptaron la idea del socialismo no la abandonaron más, pese a los grandes sacrificios que hubieron de sufrir durante el tránsito recorrido hasta la llegada al poder del comandante Chávez.
El grado de concientización de las masas en el reciente proceso se apoya en dos factores principales. Uno, un factor psicológico a toda prueba: la lealtad a Chávez, demostrada fehacientemente como parte del claro juicio del votante, cuando toma la decisión de votar. Y el otro, la importancia que han tenido en este proceso los papeles asignados a los jóvenes y a las mujeres. Rasgo indicativo del pensamiento de la dirección revolucionaria. ¡ Sin duda un gran acierto!
Poder político
Dice nuestra militancia que el PSUV es un partido especializado en llevar al pueblo a la victoria en los procesos electorales. Algunos militantes no otorgan mayor valor a este rasgo. Yo no lo veo así: En este momento haber alcanzado una victoria electoral coloca en manos del pueblo y la dirección, un enorme poder político, que esta última está obligada a ponderar y utilizar correctamente: la victoria fue y es del pueblo. El papel de las fuerzas revolucionarias es el de utilizar ese poder para instar a las masas populares a seguir avanzando en la dirección correcta.
El gobierno revolucionario tiene al frente numerosos retos muy difíciles de superar. Mencionemos solo dos: la producción material y la inseguridad. Para ambos se requiere la participación del partido revolucionario encabezando al pueblo en una lucha muy difícil.
La producción: Sin duda que la implantación del socialismo implica un cambio en el modo de producción venezolano. El cambio del aparato productivo de nuestra economía: agotado el que dejó la IV República, toca a las fuerzas revolucionarias impulsar la sustitución. Gran parte de lo que aportaba el sector privado, ahora tiene que ser aportado por el pueblo a través sector público y las organizaciones del poder popular. Bienes de origen nacional o foráneo. Una inmensa tarea, cuyo logro requiere una dirección política contando con todo el apoyo popular. El logro del abastecimiento de la demanda agregada de todo el país, principalmente las de alimentos y medicinas, es una meta que llevará varios años, y la misma no es otra que ser autosuficientes en el abastecimiento pleno en todos los rubros. Esa sería, la derrota definitiva de la derecha en la guerra económica. Alcanzar esta meta solo es posible si se cuenta con un plan claro, involucrando a las organizaciones del poder popular, bajo la dirección de los partidos de la revolución, que tendrán que estar presentes en todas las unidades de producción. La misma sabiduría y tenacidad demostradas en la lucha electoral, tienen que ser incorporadas a la lucha por el incremento de la productividad.
Inseguridad
Por otro lado está la inseguridad. El combate contra el crimen obliga a integrar fuerzas conjuntas entre los sectores populares y la fuerza pública. Por un lado los entes del poder popular. Y junto a ellos las policías, el Sebin, la Fuerza Armada Bolivariana. Está claro que a las Fuerzas Armadas, solas, le sería muy difícil lograr siquiera un avance parcial. Pero no nos cabe duda de que la unión pueblo-Fuerza Armada está en capacidad de triunfar en la lucha contra del flagelo terrible de la inseguridad.
Este momento, cuando las fuerzas populares han demostrado una tremenda capacidad de movilización, es propicio para formular planes que incluyan, en todos los frentes, en lugar predominante la conjunción pueblo-Fuerza Armada.
Es la unidad de todo el pueblo en torno al proyecto socialista, bolivariano y chavista, la única que nos garantiza el logro de las condiciones de paz y estabilidad. Mantener la movilización, la presencia en las comunidades y los centros de trabajo. En síntesis, replicar el triunfo logrado recientemente para continuar avanzando en función de las metas del plan de la patria.

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