Un día como hoy, 17 de Diciembre de 1830, fallece el Libertador Simón Bolívar
A pesar de su muerte el 17 de diciembre de 1830, su legado sigue hoy más vivo que nunca/ Foto: Cortesía
A la una de la tarde, del 17 de diciembre de 1830, en la Quinta San Pedro Alejandrino, en Santa Marta, Colombia, muere el símbolo de la libertad de América,el Libertador Simón Bolívar.
Este caraqueño, que supo engrandecer el alma del hombre latinoamericano mediante el ideal de independencia y libertad, estuvo en sus últimos momentos rodeados por un pequeño grupo de fieles conformado por Mariano Montilla, Fernando Bolívar, José Laurencio Silva, Wilson Ibarra, Cruz Paredes y José María Carreño, quienes entraron en su aposento cuando el médico de cabecera,Alejandro Próspero Reverend, pronuncia las palabras “señores, si queréis presenciar los últimos momentos y postrer aliento del Libertador, ya es tiempo”.
A pesar de su muerte, su legado sigue vivo y hoy más que nunca cuando la gran patria latinoamericana, bajo la égida de sus ideales, ha logrado, en pleno siglo XXI, imponer sus ideales de justicia, libertad e independencia, sacudiéndose de las nuevas cadenas colonialista que el imperio del norte, junto con sus aliados, están tratando de imponer en el mundo, en complicidad con la oligarquía más rancia de este continente.
Simón Bolívar, desde 1810 hasta el momento de su muerte, siempre fue un decidido partidario de la unión de las naciones de América Latina, poniendo toda su fortuna material y su salud física para destruir el yugo de la Corona española en el continente.
Bolívar es considerado por los historiadores y analistas políticos como el “Hombre de América”, por su legado político a favor de la libertad y la unión de los pueblos de este continente.
En Venezuela, bajo el Gobierno revolucionario, liderado por el comandante Hugo Chávez Frías, los ideales bolivarianos son punto de partida para la transformación de nuestro país, implantando el ideal libertario y patriótico, liberando al pueblo de las cadenas explotadoras y excluyentes de la oligarquía extranjera y criolla, iniciando una administración gubernamental de amplia participación popular.
La espada del Libertador de América todavía recorre nuestro continente, apoyando a los pueblos que han decidido romper las cadenas de las modernas formas de esclavitud y sometimiento a las oligarquías de la región.
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