sábado, 13 de abril de 2013


A once años del Golpe de Estado

Retoma del Gobierno y Poder Popular: la victoria del 13 de abril de 2002


Foto: AVN.

En abril del año 2002 el pueblo venezolano se organizó para pedir el retorno de su líder. Sin que nadie se los pidiera, las comunidades se las ingeniaron para informar; demostraron capacidad de organización, de movilización y pusieron en marcha algo que el Comandante Chávez había impulsado ya: el Poder Popular.
La percepción de que lo que se mostraba en los medios no era la realidad y la sospecha de que algo ocurría con el Presidente, llevaron al pueblo venezolano a salir a la calle. La potencia popular se visualizó en su máxima expresión y la intuición fue más fuerte que los intentos de la derecha por confundir al pueblo.
Once años después, el pueblo ha consolidado una visión política y unaparticipación permanente en las decisiones del Gobierno. La Revolución Bolivariana le entregó el poder al pueblo: Misiones, Grandes Misiones, un sistema de comunicación, seguridad alimentaria, atención hospitalaria, cultura y educación son parte de la política que el Gobierno impulsó para reconocer a ese pueblo que no permitió que la derecha lo derrocara.
Volvió para no irse nunca más
Intuición. Esa es la palabra que define lo que el pueblo sintió durante la madrugada del 12 de abril de 2002; con la convicción de que el presidente Chávez no había renunciado salió a las calles a exigir la restitución del Comandante, en Miraflores.
A las 2:50 am del 14 de abril de 2002 una luz hacía resplandecer el helipuerto del Palacio de Miraflores. A sus al rededores, el pueblo ondeaba banderas de Venezuela mientras gritaban ¡volvió, volvió, volvió!. El estallido del Poder Popular había dado resultados.
Un helicóptero aterrizaba y con él volvía la tranquilidad para el pueblo de Venezuela: el presidente Hugo Chávez regresaba luego de estar secuestrado en la casa presidencial de La Orchila. “¡Queremos a Chávez, queremos a Chávez!”, continuaba gritando la gente. Con el puño cerrado y el brazo izquierdo alzado, el Comandante caminaba entre un río de personas que lo recibían en el Palacio.
  
El comandante Hugo Chávez a su llegada al Palacio de Miraflores,
luego de estar secuestrado en La Orchila. Foto: AVN.
La Banda Marcial de la Guardia de Honor Presidencial, la misma que se negó a tocar honores cuando Carmona llegó al Palacio, entonaba una fanfarria y los rostros de las personas se llenaban de sonrisas y de lágrimas de alegría. “Me empavaron esto”, dijo Chávez cuando entró al Salón Ayacucho del Palacio de Miraflores para hablarle al país. Miembros de su equipo de gobierno lo recibieron con abrazos y con aplausos.
“Quiero hacer un llamado y esto es quizás lo más importante que puedo decir hoy domingo 14 de abril. He estado incomunicado durante las últimas horas y no he tenido ninguna información. Tenía una angustia muy grande. Lo primero y más importante que digo aquí, a todos los venezolanos, es que vuelvan a sus casas, que vuelva la calma, ustedes venezolanas, ustedes venezolanos, que me adversan pues advérsenme, yo no puedo hacerlos cambiar, trataré hacerlos cambiar. Ojalá, pero ustedes no pueden adversar esta Constitución porque es un libro para todos (...) tienen que reconocer esto y sobre todo no se dejen envenenar, no permitan que los envenenen con tantas cosas y tantas mentiras”, fue lo que pidió el Comandante Chávez al llegar de nuevo a la capital de Venezuela.
  
Miembros del equipo de Gobierno recibieron al comandante Chávez en el Palacio de Miraflores
durante la madrugada del 14 de abril de 2002. Foto: AVN.
La trinchera: “Si no es Chávez, no queremos nadie”
El 13 de abril de 2002, personas que caminaron desde Petare, Vargas, Guarenas, Guatire y otros sectores de la ciudad capital, llegaron al Palacio de Miraflores y sin que nadie lo ordenara establecieron una línea de resistencia. Un grupo de militares traidores había logrado inmovilizar a casi toda la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y replegaron las tropas; efectivos de la Guardia Nacional habían dado campo libre a la marcha opositora.
 
El pueblo pedía la restitución del Presidente en las afueras de Miraflores. Foto: AVN.
El pueblo consciente entendió y se fue a Miraflores a establecer una trinchera, una línea de defensa; ahí cantaron, gritaron y asumieron su papel. “Chávez es el hombre que manda aquí, Si no es él no queremos a nadie”, “Fuera el dictador Carmona Estanga”, “Lo secuestraron lo tienen secuestrado, queremos que regrese”, gritaban las personas que se concentraban en el Palacio de Miraflores el sábado 13 de abril.
José Vicente Rangel, quien era ministro de la Defensa durante el golpe de Estado de 2002, afirma: “Si no hubiera sido por esa línea de resistencia y defensa del pueblo y por los valientes y heróicos soldados, esa marcha fascista hubiese asaltado y destrozado el Palacio y al presidente Chávez lo hubieran sacado”.
Hoy, la línea de resistencia continua vigente. Los venezolanos que defienden la causa patriota han consolidado algo que antes no tenían: su voz en las decisiones del Estado. Once años después del golpe de Estado, la unión cívico-militar y laparticipación popular tienen más fuerza que nunca.
El pueblo chavista tiene claro que permitir la retoma del poder por parte de la derecha significaría la pérdida de su derecho a la participación. Tal como quisieron hacer en abril de 2002, la oligarquía destrozaría todo logro revolucionario, intentaría invisibilizar de nuevo a los desposeidos y buscaría eliminar el legado delComandante Chávez.
  
La interconexión inesperada forjó la resistencia
La población que pedía el regreso de Chávez el 13 de abril de 2002, se expresó mediante cacerolazos, pancartas, camiones con cornetas en los que se iba diciendo que el Presidente no había renunciado y que estaba secuestrado. Un grupo de personas, que caminó desde Petare y que venía también de Guarenas y Guatire, se concentró en las afueras del canal del Estado, Venezolana de Televisión (VTV)para exigir la restitución de la señal. Los medios comunitarios y alternativos, como Catia TV y Radio Perola, fueron el único canal por el cual se pudo dar a conocer lo que ocurría: se interconectaron para informar.
El periodista Earle Herrera afirma que cuando la oposición vio que el pueblo se lanzó a las calles, quiso tapar esa realidad y colocó, en los canales privados de televisión como Radio Caracas, comiquitas. La señal de VTV seguía fuera del aire.
Once años después, el Gobierno Bolivariano ha reconocido esa batalla mediática que el pueblo libró contra los medios arrodillados a intereses extranjeros. El Sitema Bolivariano de Comunicación e Información (Sibci), ha permitido la unidad comunicacional. Las radios y televisoras comunitarias se han ampliado y fortalecido y los comandos megafoneros del Sibci son una muestra de la integración popular a la comunicación. 
  
Según un informe de gestión publicado por la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel), en 1998 existían 587 televisoras y radios: 7,5 públicas y 92,5% en manos de empresarios. El exministro de Comunicación e Información, Andrés Izarra, asegura que la cifra de radios y canales comunitarios ha crecido significativamente. Para 2011 se registraron 938 radios y televisorasautorizadas: 70,36% privadas; 25,05%, comunitarias; y 4,58%, públicas.
Graciana Ricabarra, de Radio San Diego, recuerda que el 13 de abril de 2002 en la televisión el mensaje sistemático, las 24 horas, era sacar a Chávez. Los medios comunitarios, entonces, ejercieron su papel: hacían guardias para informar lo que ocurría a los alrededores de Miraflores y con plantas eléctricas salían a la calle a transmitir.
“Desde el 8 de abril nosotros hicimos guardias en la emisora porque ya teníamos información de que había movilizaciones y gente de alto gobierno que se le iba a voltear al Presidente y establecimos una consigna en la emisora 'Ni paro, ni golpe' y produjimos algunos volantes”, comenta Nicolás Rivera, de Radio Perola.
El pueblo entendió que la movilización que convocaba la oposición tenía como objetivo sacar al presidente Chávez del poder y, por ende, tomó acciones para evitar que Carmona se mantuviera en un cargo ilegítimo y que estafara al pueblo que había elegido a Chávez como presidente de Venezuela.
Hoy en día, gracias al reconocimiento del Poder Popular, el pueblo tiene garantizada la información. El comandante Chávez siempre pidió que ese tema fuera algo en lo que todos participaran y que no solo se le dejara al Ministerio para la Comunicación y la Información. Once años después del golpe de Estado, la derecha conoce la capacidad comunicativa del pueblo venezolano, los espacios que antes eran solo para un cúpula comunicacional que manejaba los medios, hoy forman parte de la cotidianidad del venezolano en sus Consejos Comunales: lo extraordinario se hizo cotidiano.
   
Tibisay Franco, de Catia TV, explica que el 13 de abril en los sectores populares había gente que estaba desconcertada porque no sabía lo que estaba pasando y narra: “Agarrábamos motos e íbamos a grabar y luego le mostrábamos eso a la gente de la comunidad”. A las puertas del Palacio de Miraflores se concentraron las personas que exigían la restitución de Hugo Chávez. “Así nos cueste la vida, pero queremos que él esté aquí”, gritaban los manifestantes.
Wilfredo Vazques, de Catia TV, recuerda: “El 13 de abril nos fuimos con una camionetica y un megáfono a Miraflores, eso nos sirvió de tribuna hasta que se leyó la carta en la que el Presidente explicaba que no había renunciado y hasta que llegó”.
La interconexión de los medios comunitarios fue inesperada para los privados, paraÁngel Palacios, de Panafilms, esos medios alternativos demostraron una capacidad infinitamente superior que la de los medios privados para poder cubrir, ensituación de crisis, muchos lugares al mismo tiempo. “Aquí funcionó un laboratorio de comunicación montado desde los años 50. El 11, 12 y 13 de abril los medios comunitarios pasaron a ser medios de resistencia”, concluye Palacios.
El 13 de abril el pueblo no solo demostró madurez política, sino que el Poder Popular se expresó en su sentido máximo. “La experiencia no solo nos dio cuenta de la la madurez ideológica del pueblo para entender el proceso político, sino que los grandes derrotados fueron los medios de comunicación privados, voceros de la oposición”, señala el cineasta Carlos Azpurua.
"¡No volverán!"
La alta burguesía que ha estado siempre arrodillada y sometida a la mano de su amo imperial, trató de derrocar al Comandante Hugo Chávez por distintos medios. Esa derecha pensó que el pueblo seguía siendo agazapado y que podía manipularlo y destituir al Presidente con técnicas que ya habían venido practicando.
La oposición no se había dado cuenta de que el pueblo venezolano no era el mismo pueblo sumiso de otros tiempos. La alta burguesía se negaba a ver la nueva realidad: Chávez ya había sacado al pueblo de las tinieblas de la sumisión, él le dio voz, lo hizo visible y le reveló que el verdadero poder radica en sus decisiones y no en las de una cúpula conformada por una minoría. Por eso los valientes soldados de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y el pueblo organizado dieron la vida por su líder aquel 13 de abril.
“Yo tengo consciencia de que estoy vivo gracias al sacrificio de quienes murieron enPuente Llaguno. Cada día estemos más unidos para hacer realidad el proyecto bolivariano, para la victoria; no una coyuntural, sino una definitiva e histórica contra el imperialismo y contra la apátrida burguesía. Que la muerte de los mártires de Puente Llaguno sea absorbida por la gran victoria del pueblo”, expresó el Comandante Chávez el 11 de abril de 2010, durante la transmisión del programa Aló Presidente355.
  
A once años del golpe de Estado el pueblo sigue más despierto que nunca; con sus mentes llenas de conocimiento, el que antes era exclusivo de la clase pudiente, y con su corazón lleno de amor, el que antes los gobernantes le negaron, las personas están decididas a defender, incluso con su vida, el legado del Comandante Chávez: la Revolución Bolivariana que los hizo realmente libres.
Este 14 de abril, día de elección presidencial, es la batalla definitiva por la consolidación del Poder Popular. Para la derecha, la desaparición física delComandante signficaría la culminación de la Revolución Bolivariana, sin embargo el pueblo chavista grita, con más fuerza que nunca, "¡No volverán!".

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