Arrecia la infamia: Trump
incluye a Venezuela en la lista de países más productores de droga en el mundo
Desde
siempre se ha sabido que en la región de América del Sur los principales países
productores de droga, fundamentalmente cocaína, son Colombia,
Perú y en menor grado Bolivia. Lamentablemente, el fenómeno del
narcotráfico ha hecho estragos en estos territorios, con particular énfasis en
la nación neogranadina.
Como
bien explica el Fiscal General de la República, Tarek William Saab,
ha sido Colombia un verdadero "Estado fallido". En ese país los
carteles de sustancias ilícitas controlan la política y la economía. Y en la
actualidad el uribismo tiene lazos indiscutibles con grandes capos de la
droga. El fenómeno de la Ñeñepolítica y
el grupo paramilitar Los Rastrojos, son sólo 2 pequeñas muestras.
Lista amañada
Sin
embargo, recientemente el propio presidente de Estados Unidos,
Donald Trump, ha sacado una lista. En ésa clasificación incluye a la República
Bolivariana de Venezuela, entre el grupo de países más productores de droga en
el mundo. Y resulta que ha sido todo lo contrario.
Desde
que el Comandante Chávez expulsó a la Administración Federal de Drogas
norteamericana (DEA, por sus siglas en inglés) en el año 2005, la
gloriosa Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) ha mantenido un
combate frontal e ininterrumpido contra este flagelo. Logrando que el país
sea territorio libre de cultivos ilícitos
como Coca, Cannabis (Marihuana) y otros opiáceos.
Pero
esta reciente y falseada clasificación, no se puede ver como un acto
aislado. Si la relacionamos con una serie de eventos también recientes,
saltará a la vista que son piezas de un plan más elaborado y macabro.
Sombras injerencistas
En
primer lugar, está el relanzamiento del Plan Colombia el 18 de
agosto pasado. Con ello el gobierno norteamericano da un espaldarazo al
presidente colombiano, Iván Duque. A pesar de que el mandatario
está tan involucrado con el narcotráfico de ese país.
De acuerdo con la Oficina de las
Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, en su reporte de 2017, los
cultivos de coca colombiana sumaron 171 mil hectáreas. Un área
mayor que toda la que ocupa la ciudad estadounidense de Los Ángeles.
En
segundo término, las reiteradas declaraciones amenazantes del actual jefe
del Comando Sur, Craig Faller, acusando a Venezuela de impulsar acciones de
defensa al narcotráfico, sin ninguna prueba. Lo que ha sido denunciado varias
veces por el representante de la Venezuela ante la Organización de Naciones
Unidas (ONU), Samuel Moncada.
David y Goliat
Y,
finalmente, la guinda del pastel, están previstos para este 18 de
septiembre unos ejercicios militares entre la Fuerza Aérea Colombiana y el
Comando Sur, para afinar "la estrategia militar conjunta" contra
países productores de droga. Pero hay más, la administración norteamericana
califica al gobierno constitucional venezolano como un: "narco-régimen
ilegítimo" y le ha puesto precio a la cabeza del presidente, Nicolás
Maduro (US$ 15 millones).
La
amenaza del país más poderoso sobre la faz de la tierra es frontal y
despiadada: es obvio que tienen ya un pretexto para invadir o impulsar una
guerra de mercenarios con un país aliado (Colombia).
Es
una lucha de David contra Goliat.
Pero la historia demuestra que, así como la violencia simbólica es capaz de
hacer mucho daño, la dignidad de un pueblo que defiende su sagrado territorio
también puede convertirse en una fuerza inexplicable, más allá de lo normal.
El
Libertador, Simón Bolívar, lo dejó asentado con tinta indeleble. Casi todas las
batallas por la guerra de Independencia venezolana se dieron siempre en
condiciones adversas (desventaja numérica, difícil ubicación geográfica, menor
dotación de armamento y recursos, entre otras). Y, sin embargo, el Ejercito
Libertador Bolivariano derrotó en el campo de batalla a las tropas de su
"Majestad el Rey". Esa es la herencia histórica de este pueblo, quizás
nuestros agresores no lo tienen claro.
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