El elefantebocarriba
Federico Ruiz Tirado
DE COMO HENRY FALCON ASPIRA TUMBAR A NICOLAS
MADURO
Pública, notoria, y comunicacional, fue la actitud entreguista
de Falcón al mediodía del 12 de abril del año 2002. El para aquel momento
alcalde zalamero, abogado, constituyente del 99, y suboficial retirado, no
aguantó porque le esperaba, una pedida traidora de Luis Miquilena, su mentor
ante Chávez. Un Falcón lívido y trémulo mostró su cobardía ante las cámaras de
la televisión nacional, declarándose -en medio de su anónima Corte de los
Milagros-, en retirada y voluntariamente sometido a las órdenes del “nuevo
gobierno”.
Poco tiempo después Chávez y los chavistas condonamos su
oprobio sin echarlo al saco del olvido. El miedo es libre, dijo en acto público
el Veguero inmortal, refiriéndose a este personaje de Valle Inclán y su
desmadre aquel 12, antes del 13, y entretanto en el Palacio Municipal… “Se desvanecían los alguaciles y chulos del
resguardo. En las Casas Consistoriales, llenas de humo, sólo aparecían por raro
caso los famélicos chupatintas que se dejan crecer la uña del meñique: aparentaban
simpatía por la causa popular, y con falso guiño leguleyo aconsejaban cordura: sórdidos,
desgalichados, retuertos, insinuaban tramposos arbitrios convenientes a la
defensa de los amotinados si, fallado el golpe, los empapelaban en un proceso.
Y, a hurto, echaban un ojo por las ventanas, en avizorada espera de que asomase
la Guardia Civil.”
Todavía
no se entera Baby Doc Miquilena que “El
reinado isabelino fue un albur de espadas. Espadas de sargentos y espadas de
generales. Bazas fulleras de sotas y ases.”, y desde
entonces insiste en su esquizoide apetencia: presidir La República Bolivariana
de Venezuela insinuando tramposos arbitrios a su conveniencia, dándoselas de
tribuno y de estadista, jugándole quiquirigüiqui a otros tribunos hechos los
pendejos, que a hurto le echan un ojo a las ventanas imperiales en avizorada
espera de que cumplan el ridículo
Decreto Obama.
Falcón
se pasea de la mesa al comedor de la MUD con su discurso de conciliación
arrogante, perdonavidas: concilien ustedes, chavistas-comunistas Del carajo,
que después de La Salida los condenamos nosotros.
Alguien,
el sionismo quizás, ha convencido al Uribito de la calle 24, de que tiene el
sartén por el mango, y con él atiza a sus ex convive en la paraquera, Gómez
Sigala y Alfredo Ramos. Alguien, el Likud tal vez, le pinta pajaritos preñaos al
pran de Transbarca y éste se los cree, porque de que es bolsa es bolsa, pero
sirve de parapeto y es capaz de cualquier cosa en su torpe resistencia a la
fatalidad que le señalan la historia y el devenir político, siempre y cuando no
le sigan alfombrando claveles a su paso las Casandras de siempre, las mismas
del puntofijismo, especializadas ahora en magnificar el mínimo error de Maduro,
cualquier desacierto de nuestra Revolución Chavista Socialista, mientras
complementan el ataque constante realzando falacias progresistas como opción tipo
tercera vía, ese ruido discursivo que dispara el retorcido imaginario de los
ambiguos de todos los tiempos, los que silencian el análisis, blanden el
subjetivismo criticón y mediante ello confiscan espacios mediáticos para su
autopromoción mientras dejan pasar y dejan hacer, a las ultras de derechas e
izquierdas.
Falcón
es muy peligroso. Siempre lo ha sido y Hugo Chávez lo pilló. Es cómo la serpiente
coral, que tiene dos versiones: la falsa y la venenosa, aunque no lo aparente
con sus camisitas rosadas y sus cachuchitas de Cardenales de la godarria larense,
protagónicos de La Carmonada. Baby Doc Miquilena no tiene otra oportunidad, es
ahora o nunca, sus orígenes in vitro no
requieren semiólogos: se dejó iluminar de golpe y porrazo por los crepúsculos de
la aurora larenses, ahora le echa la culpa a la Divina Pastora y en contrición al
revés, le erige un oneroso y monumental esperpento; en el 2001 presidió con
boato la Asociación de Alcaldes, instancia impuesta por el FMI en el marco
geoestratégico descentralizador; en funciones de gobernador electo por el
chavismo, fundó el partido REF (Revolución Eficiente) para captar, a su favor,
al electorado antichavista; luego se aferró “a la urgencia de propiciar la
reconciliación nacional y el diálogo constructivo” para negociar con el Grupo
Polar, y amparar la guarimba estudiantil desatada en Barquisimeto y Cabudare,
sede de las dos universidades privadas que financiaron el saldo de muertos,
heridos, y destrucción de bienes públicos; tuvo de teloneros chupavotos nada
más y nada menos que a Ismael García, a Andrés Velásquez, y a Liborio Guarulla.
Henry
Falcón no tiene salero para tongoneos, siempre se le ve el bojote (cómo se le
vio a su Honorable esposa en el folletín Caras, versión guara de la revista
Hola, luciéndose en el Palacete donde habita la pareja Real); pero algún
misterio guarda cuando algunos hacen como que no se percatan. Ojo con él, con
su correaje paramilitar. Fue expulsado del PSUV por faccioso e inmediatamente
reincorporado, diluyéndose los por qué en la leyenda de su triunfo cantado de
antemano. Sin poseer los atributos del manual del buen candidato -ni a demagogo
llega porque no tiene con qué- Henry Falcón se dio el tupé de mandar pal carajo
al Partido más poderoso de la Venezuela representativa del siglo XX y de la
Venezuela participativa del siglo XXI, además, es un caso sui géneris de flagrancia impune y reincidente; en medio de la
guerra económica que nos desangra literal y metafóricamente, Henry Falcón
declara, donde y cuando le da su plebeya gana y sin que ninguno de sus
anfitriones mediáticos le contradiga, que el gobierno del Presidente Nicolás
Maduro, es el único y exclusivo responsable de la “crisis económica” que
inspira la injerencia y amenazas de Obama, con las cuales no concuerda pero
justifica. Mosca, que el tipo se las trae. No lo olvidemos.
En la
impunidad para decir y para hacer, o aparentar que hace, radica su fortaleza y
la de sus titiriteros, quienes mueven sus hilos deben también mover los cables invisibles
de las minas anti Chávez, anti maduro, anti decencia, antipatria,
antisocialismo y proimperialistas, sembradas en las entrañas del PSUV y de la
Revolución venezolana.
Cuidado
con ese tipejo en esta hora de conspiración siniestra contra Venezuela. El
proceso penal venezolano derogó la noticia criminis y en su defecto instituyó
la actuación de oficio, en consecuencia, el Poder Judicial, la Fiscalía
General, el Poder Ciudadano, tienen la obligación de actuar, indicios sobran, las pruebas están a
la orden.
Transbarca
apenas es un lugar común: un iceberg.
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