Ojo con Trump
DUENDE (Max Lesnik) / RADIO-MIAMI – Cuando el multimillonario y racista Donald Trump dijo que aspiraba a Presidente de los Estados Unidos por el Partido Republicano casi todos los expertos en el tema de la política norteamericana salieron a la palestra para decir que el extravagante empresario no tendría la más mínima posibilidad de ser el candidato de ese Partido y mucho menos que pudiera darle una buena batalla en las urnas al candidato Demócrata, en este caso Hillary Clinton, quien a todas luces será la que obtendrá y la nominación por el Partido de Roosevelt, Kennedy, Bill Clinton y Obama.
No vamos a decir que Trump vaya a ser el próximo Presidente de Estados Unidos pero a estas alturas ningún sesudo analista político se atrevería a afirmar como antes se dijo, que Trump no pueda alcanzar la nominación presidencial del Partido Republicano que representa a los elementos más conservadores de la sociedad norteamericana.
La gran sorpresa en este proceso eleccionario dentro del Partido Republicano, aparte de Donald Trump, ha sido la caída vertical en las encuestas de Jeb Bush a quien por ser el heredero de clan Bush con su control de la maquinaria partidista y sus fondos millonarios de campaña, se le percibía como el seguro candidato Republicano en la contienda por la presidencia en los comicios de noviembre del año próximo.
Frente a los pronósticos de todos los expertos, Donald Tremp continúa a la cabeza en todas las encuestas y nada parece indicar que alguno de los otros contendientes tenga fuerza suficiente para desplazarlo del primer lugar entre los aspirantes Republicanos.
El fenómeno Trump tiene su explicación. Se trata en gran parte a la frustración con los políticos profesionales que invade a un amplio sector de la sociedad estadounidense, cansada un tanto de la política al uso y del engaño reiterado de los políticos del sistema que con el empleo de millones de dólares en sus campañas han hecho una caricatura grotesca de la llamada “democracia americana”.
Esta frustración que capitaliza Donald Trump ha logrado penetrar hasta sus cimientos a la derecha Republicana de Estados Unidos, a lo que se suma el descontento de los elementos más jóvenes de la izquierda norteamericana dentro del Partido Demócrata, que también frustrados, se salen del sistema, amenazando con la abstención electoral en señal de rebelión y protesta.
No sería imposible que una buena parte de los descontentos de la izquierda se vuelquen al lado de Trump, no porque estén de acuerdo con sus ideas extremistas de derecha, sino más bien para hacer colapsar el sistema bipartidista con el cual están ya en total desacuerdo. Esto sería una especie de “Revolución” política de la izquierda, para hacer sentir su rechazo tanto a los Republicanos como a los Demócratas que componen el sistema bipartidista norteamericano.
Donald Trump será lo que sea pero ahí está y nadie hasta ahora ha sabido lidiar con él y por eso lo tenemos hoy en el primer lugar entre los Republicanos, sin que nadie sepa hasta ahora cuantos Demócratas de izquierda estarán dispuestos a votar por este extremista de derecha con tal de ir contra el sistema que consideran responsable de todos los males que sufre la nación.
Ojo con Trump. Que no está loco cuando dice que será el próximo Presidente de Estados Unidos. Es que los “locos” salen a la palestra cuando los llamados “cuerdos” no dan resultado. Ahí se las dejo y los pongo a pensar.
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