viernes, 13 de noviembre de 2015

Néstor Francia/Análisis de Entorno: La auto descalificación de la OEA (12-11-2015)

– 24 días

– Cerrando filas

– El documento de la CEV

– La tradición de los curas fascistas

– La cola de las insinuaciones políticas

– La CEV llama a votar por la MUD

– La cantaleta de la observación internacional

– Un guiño para Almagro

– El Papa y la podredumbre eclesiástica

– Poleo celebra por todo lo alto

– 157 legisladores matan dos pájaros de un tiro

– Chuo Torrealba también celebra la cayapa

– La auto descalificación de la OEA

A solo 24 días de las transcendentales elecciones del 6D, la burguesía nacional e internacional cierra filas en la deslegitimación de ese proceso y en el apoyo, abierto o vedado, a la opción contrarrevolucionaria que representa la MUD.
En el plano nacional, vale la pena señalar el documento de los fariseos de la Conferencia Episcopal Venezolana, los curas fascistas, representantes de las peores tradiciones de la Iglesia Católica, la Iglesia de la Inquisición, la de Pío XII, la que pecó por omisión frente a la tragedia de los pueblos de Europa agredidos por la Alemania nazi, la iglesia falangista que apoyo los crímenes de Francisco Franco y los bombardeos del Eje en la Guerra Civil española. Fieles a esa Iglesia podrida, cuyos crímenes pederastas y financieros siguen saliendo al aire, los curas de la MUD respaldan a los fascistas del patio y anhelan la intervención foránea en nuestro país, como toda la derecha. Es por esta última razón que aparecen como los nuevos convidados a la pachanga mediática que clama por la “observación internacional”.
La CEV, en un comunicado oficial, apenas disimula para dejar ver la cola de sus inclinaciones políticas: “El voto de cada uno tendrá un peso fundamental para la construcción de una sociedad más democrática y pacífica. Todos deberíamos sentirnos llamados a cumplir con un deber moral de gran trascendencia para el presente y el futuro del país” ¿No está acaso en el centro del pensamiento chavista la construcción de una sociedad más democrática y pacífica, la sociedad socialista? ¿No debería la Iglesia entonces hablar de “seguir construyendo” esa sociedad? De manera taimada, hipócrita, como siempre, la CEV está llamando a votar por la MUD. Por supuesto, los curas fascistas no dejaron de lanzar la cantaleta de moda en la derecha: “la presencia de observadores internacionales ayudará a fortalecer la confianza y transparencia del proceso”. Haciéndole un guiño al papanatas de Almagro, el señor cura Jesús González de Zárate, uno de los capos de la CEV, opinó que “Es importante la colaboración de distintos organismos, es un reflejo del encuentro y la solidaridad entre las sociedades”.
El Papa Francisco, que cuenta con la comprensible animadversión del cardenal venezolano Urosa Savino, se refirió por mampuesto a la jerarquía católica de nuestro país, cuando pidió el martes una Iglesia Católica que no sea “consentida, egocéntrica y obsesionada con el poder y el dinero”. Lo hace mientras salen a la luz nuevos escándalos financieros que involucran a factores poderosos de El Vaticano, entre ellos, en lugar destacado, algunos vinculados a la Iglesia italiana. Como muchas iglesias católicas nacionales en Europa, la de Italia es poderosa y rica, ha estado con frecuencia cerca de los poderes políticos y ha sido acusada de corrupción y de buscar privilegios económicos. El Papa declaró que “Dios salve a la Iglesia italiana de cualquier forma de poder, imagen y dinero… Prefiero una Iglesia magullada, dolorida y sucia porque ha estado en las calles, en lugar de una Iglesia enferma por estar confinada y aferrada a su propia seguridad”. Cualquier parecido de esta imagen con la jerarquía católica venezolana, no es mera coincidencia. Recordemos al difunto cardenal venezolano Rosalio Castillo Lara, furibundo antichavista, y sus turbias andanzas en el mundo de las finanzas vaticanas.
Por cierto que Rafael Poleo, en su pasquín derechista El Nuevo País de ayer, celebró por todo lo alto la declaración de los jerarcas católicos. En el gran titular de primera plana colocó: “La Iglesia no come cuentos”, subtitulando “Los religiosos presentaron un manifiesto exigiendo libertades para el pleno desarrollo democrático de las elecciones parlamentarias”. Y en su columna diaria “Corto y profundo”, que es una forma de editorial, y que titula “Por la calle del medio”, afirma que “La Iglesia se dejó de pendejadas. Ese manifiesto -no se le puede llamar de otra manera- es un terminante llamado a recuperar las libertades el 6 de diciembre… Dios guarde a nuestros valientes obispos”.
En fin, el fascismo católico venezolano no está solo. Un total de 157 congresistas de Estados Unidos, Brasil, Colombia, Chile, Costa Rica y Perú solicitaron el miércoles al presidente Nicolás Maduro que las elecciones legislativas previstas para el 6 de diciembre sean “libres, transparentes y democráticas”, insinuando sin mayor disimulo que no lo serán. Por supuesto, solicitaron al Presidente que acepte la observación electoral de la Organización de Estados Americanos y la Unión Europea, desconociendo que tal tipo de invitaciones no corresponden en Venezuela al Poder Ejecutivo sino al Poder Electoral. Pero con este “error” matan dos pájaros de un tiro: deslegitiman el proceso del 6D y atacan al presidente Maduro, y por tanto a la Revolución Bolivariana. En su “solicitud”, los legisladores imperiales y derechistas que la suscriben dicen: “Reiteramos nuestro deseo de un resultado exitoso para las próximas elecciones en Venezuela y la necesidad de contar con su apoyo en la facilitación de la presencia de observadores internacionales para dar garantía a la objetividad y credibilidad del proceso electoral”.
La carta fue una supuesta iniciativa del principal senador demócrata en la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos, Ben Cardin e incluye las firmas de algunos parlamentarios derechistas de América Latina, como el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado brasileño, Aloysio Nunes Ferreira; los presidentes de los Senados de Colombia, Luis Velasco, y de Chile, Patricio Walker; el presidente de la Asamblea Legislativa de Costa Rica, Rafael Ortiz, y el presidente del Congreso peruano Luis Ibérico Núñez. Puras joyitas que brillan en el cofre neoliberal.
Por supuesto, esta cayapa derechista nacional e internacional contra Venezuela la celebra el secretario ejecutivo de la MUD, Chuo Torrealba, quien opinó que los documentos emitidos por Almagro y por la Conferencia Episcopal son de “gran relevancia para el escenario político y electoral de Venezuela”. Torrealba acotó que “Para lograr todo eso hace falta mucha ayuda pues venimos de 16 años de desconocimiento, agresiones e insultos, y entonces la observación internacional, tal como lo plantean el documento de los obispos de la Conferencia Episcopal y la carta del Secretario General de la OEA Luis Almagro, es un elemento clave de las garantías que todos merecemos”. Y sin ningún tipo de vergüenza, añadió que “Este día amanece enmarcado para los venezolanos en esos dos documentos, la carta de los obispos y la  carta de Almagro”. Torrealba invitó a leer la carta del secretario general de la OEA: “Ahí se reitera nuestro deseo de cambiar, nuestra convicción de que podemos construir un país mejor entre todos y para todos” ¿Tendrá algo que decir Almagro de esta insinuación de adhesión suya a las políticas de la oposición venezolana?
Con razón el Presidente del Consejo de Expertos Electorales de Latinoamérica, Nicanor Moscoso, dijo ayer desde el CNE: “Quien tiene las expresiones que contiene su comunicación (de Almagro) hacia un Estado miembro como Venezuela, simplemente se está auto descalificando… ha sellado la imposibilidad de que un organismo como la OEA, en su gestión de observación y acompañamiento electoral, sea invitado”. Amén.

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