Julian Assange, el hombre que desafió al imperio
El comunicador y fundador de Wikileaks, Julian Paul Assange. Foto: Internet
Quito, 16 ago (Andes).- El comunicador y fundador de Wikileaks, Julian Paul Assange, nació el 3 de julio de 1971 en Townsville, Queensland, (Australia). Estudió física y matemáticas en la Universidad de Melbourne.
Es redactor en jefe del portal fundado en 2006, que se hizo famoso por publicar cables secretos de Estados Unidos en ese mismno año.
El fundador de Wikileaks, Julian Assange, resguardado en la Embajada de Ecuador en Londres desde el pasado 19 de junio y cuyo asilo fue aceptado este jueves 16 de agosto, escogió Ecuador porque “sabía que (ese país) no puede ser manipulado por los EE.UU”, aseguró Michael Ratner, uno de los abogados del comunicador.
En 1991 Assange fue detenido en su casa de Melbourne por la Policía Australiana acusado de acceder ilegalmente a varias computadoras (pertenecientes a una universidad de ese país, a una compañía de telecomunicaciones, y a otras organizaciones). Se declaró culpable de 24 cargos por delitos informáticos y fue multado y puesto en libertad por buena conducta.
“¿Por qué escogió Ecuador? Bueno él tenía dos opciones: o bien ser extraditado a Suecia y posiblemente a los EE.UU. en muy malas condiciones; entonces debía encontrar un país que pueda estar abierto y darle asilo político y que realmente pueda escuchar la ley, que no sea manipulado por los EE.UU. Ese país es Ecuador”, aseguró el abogado en una entrevista con Ecuador TV.
Al respecto, el presidente ecuatoriano, Rafael Correa había manifestado claramente la posición ecuatoriana, de tomar la decisión ante esta solicitud “ absolutamente soberana y absolutamente apegada a la tradición humanista, de respeto a derechos humanos, al debido proceso, etcétera, que siempre ha mantenido el Ecuador”, recalcó el Jefe de Estado el sábado 30 de junio en uno de sus enlaces ciudadanos.
El Presidente Correa dijo que es paradójico que Julian Assange, al que calificó como el emblema de la libertad de expresión a nivel mundial, haya buscado asilo en Ecuador, país al que la prensa contraria al Gobierno y “cierta burocracia internacional”, acusan de atentar contra ese derecho.
El 24 de febrero de 2011, un juez británico autorizó la extradición de Assange a Suecia, considerando que este país ofrece todas las garantías judiciales. Rechazó los argumentos de su defensa que afirman que en ese país no tendría un juicio justo debido a que los medios y la opinión pública están en su contra, influenciados por el propio Primer Ministro sueco, Frederik Reinfeldt, que le consideró culpable públicamente.
Assange, sus defensores y sus seguidores temen que desde Suecia se facilite su extradición a los Estados Unidos donde las fuerzas ultraconservadoras han pedido que se le juzgue por espionaje y traición, lo que podría condenarle a la pena de muerte.
El Pentágono, sede del Departamento de Defensa de los EE.UU. mantiene un enfrentamiento con Assange debido a las filtraciones hechas por Wikileaks que le afectan más directamente: el ataque aéreo en Badgad, el 12 de junio de 2007, Diarios de guerra de Afganistán y los Registros de la Guerra de Iraq. En todos estos documentos, Assange denunció delitos consentidos por el Pentágono, lo que ha supuesto para Assange una rigurosa presión mediática, diplomática y legal.
Assange, como cabeza visible de WikiLeaks, se ha convertido en la nueva imagen del periodista combativo, al mostrar las infracciones de la guerra contra el terrorismo emprendida por el gobierno de los Estados Unidos y sus aliados, y concretada en Afganistán e Iraq. El Pentágono ha dispuesto un equipo de 120 personas para frenar los efectos de sus filtraciones. El 18 de octubre de 2010 Suecia le denegó el permiso de residencia. El Pentágono argumenta que las filtraciones de WikiLeaks ponen en peligro la vida de muchas personas.
“El proceso contra Julian Assange es arbitrario y carece de base absolutamente”, el exmagistrado español Baltasar Garzón, nuevo líder de la defensa legal del comunicador australiano.
Es redactor en jefe del portal fundado en 2006, que se hizo famoso por publicar cables secretos de Estados Unidos en ese mismno año.
El fundador de Wikileaks, Julian Assange, resguardado en la Embajada de Ecuador en Londres desde el pasado 19 de junio y cuyo asilo fue aceptado este jueves 16 de agosto, escogió Ecuador porque “sabía que (ese país) no puede ser manipulado por los EE.UU”, aseguró Michael Ratner, uno de los abogados del comunicador.
En 1991 Assange fue detenido en su casa de Melbourne por la Policía Australiana acusado de acceder ilegalmente a varias computadoras (pertenecientes a una universidad de ese país, a una compañía de telecomunicaciones, y a otras organizaciones). Se declaró culpable de 24 cargos por delitos informáticos y fue multado y puesto en libertad por buena conducta.
“¿Por qué escogió Ecuador? Bueno él tenía dos opciones: o bien ser extraditado a Suecia y posiblemente a los EE.UU. en muy malas condiciones; entonces debía encontrar un país que pueda estar abierto y darle asilo político y que realmente pueda escuchar la ley, que no sea manipulado por los EE.UU. Ese país es Ecuador”, aseguró el abogado en una entrevista con Ecuador TV.
Al respecto, el presidente ecuatoriano, Rafael Correa había manifestado claramente la posición ecuatoriana, de tomar la decisión ante esta solicitud “ absolutamente soberana y absolutamente apegada a la tradición humanista, de respeto a derechos humanos, al debido proceso, etcétera, que siempre ha mantenido el Ecuador”, recalcó el Jefe de Estado el sábado 30 de junio en uno de sus enlaces ciudadanos.
El Presidente Correa dijo que es paradójico que Julian Assange, al que calificó como el emblema de la libertad de expresión a nivel mundial, haya buscado asilo en Ecuador, país al que la prensa contraria al Gobierno y “cierta burocracia internacional”, acusan de atentar contra ese derecho.
El 24 de febrero de 2011, un juez británico autorizó la extradición de Assange a Suecia, considerando que este país ofrece todas las garantías judiciales. Rechazó los argumentos de su defensa que afirman que en ese país no tendría un juicio justo debido a que los medios y la opinión pública están en su contra, influenciados por el propio Primer Ministro sueco, Frederik Reinfeldt, que le consideró culpable públicamente.
Assange, sus defensores y sus seguidores temen que desde Suecia se facilite su extradición a los Estados Unidos donde las fuerzas ultraconservadoras han pedido que se le juzgue por espionaje y traición, lo que podría condenarle a la pena de muerte.
El Pentágono, sede del Departamento de Defensa de los EE.UU. mantiene un enfrentamiento con Assange debido a las filtraciones hechas por Wikileaks que le afectan más directamente: el ataque aéreo en Badgad, el 12 de junio de 2007, Diarios de guerra de Afganistán y los Registros de la Guerra de Iraq. En todos estos documentos, Assange denunció delitos consentidos por el Pentágono, lo que ha supuesto para Assange una rigurosa presión mediática, diplomática y legal.
Assange, como cabeza visible de WikiLeaks, se ha convertido en la nueva imagen del periodista combativo, al mostrar las infracciones de la guerra contra el terrorismo emprendida por el gobierno de los Estados Unidos y sus aliados, y concretada en Afganistán e Iraq. El Pentágono ha dispuesto un equipo de 120 personas para frenar los efectos de sus filtraciones. El 18 de octubre de 2010 Suecia le denegó el permiso de residencia. El Pentágono argumenta que las filtraciones de WikiLeaks ponen en peligro la vida de muchas personas.
“El proceso contra Julian Assange es arbitrario y carece de base absolutamente”, el exmagistrado español Baltasar Garzón, nuevo líder de la defensa legal del comunicador australiano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario