LA COLECTIVIZACIÓN DE LOS MEDIOS DE PRODUCCIÓN
***Dr. G. Parotto
Los medios de producción, fuente del proceso de acumulación y
distribución del excedente del trabajo y del capital, constituyen el tema
central de la lucha de clases de la Clase Trabajadora de todos los tiempos. No
se trata de una confrontación de amor y odio -que a veces llega a serlo
erróneamente, de manera manipulada e interesada- sino de un planteamiento
ético, del cual se deriva la justicia y la equidad de las relaciones de
producción.
Desde que el proceso social del trabajo se aplica a un medio de
producción, identificado justamente como capital, genera un producto o servicio
con valor de uso, de intercambio y acumulación. Los factores de producción son
en igualdad de condiciones el capital y el trabajo, el proceso social del
trabajo siempre es colectivo, en el tiempo y espacio histórico, desarrollado
por trabajadores concretos, pero en el devenir de la sucesión del tiempo, ese
protagonismo es en definitiva de la Clase Trabajadora. La clase trabajadora, en
colectivo presente e histórico, es la copropietaria de los medios de producción
y de la acumulación del capital, reflejado en el crecimiento y consolidación de
las estructuras materiales de producción, así como de la tecnología y
conocimientos generados. La plusvalía no es sólo del trabajo, es también del
capital y por lo mismo es de propiedad colectiva y debe ir en bien del
colectivo, trabajo–capital, de manera equitativa según las necesidades y los
méritos. La constitución de un medio de producción es un hecho colectivo y debe
darse dentro del ejercicio del poder colectivo, a través de la participación
democrática y protagónica. Este rasgo de colectivización se debe mantener
constantemente integrado por todos los factores de producción, trabajo y
capital. Esta visión ética de la producción debería generar un cambio radical
en la regulación, legislación, de la actividad productiva del país, comenzando
por eliminar los conceptos: patrono, propietario, propiedad, dependiente; todos
los términos que signifiquen relaciones de producción sustentadas por la
discriminación, el sometimiento físico, moral psicológico, económico y la
alienación de la condición humana.
La apropiación de los medios de producción ya constituidos, en el
capitalismo clásico privado y de Estado, dentro de este contexto ético, no
puede ser sinónimo de expropiación, sino que consiste en el restablecimiento de
la justicia, es decir, que se reconozca la propiedad colectiva de los medios y
su excedente, sin excluir su dimensión social con el entorno. Es un cambio negociado, reglamentado, de las
relaciones de producción, superando la lucha de contrarios, sindicatos-patronos,
integrando colectivos democráticos y protagónicos. Del mismo modo, los nuevos
organismos productivos deben estructurarse desde los colectivos organizados,
con participación equitativa. Este
principio de colectivización regirá lógicamente de manera permanente el proceso
de producción y desarrollo del organismo productivo.
***GIULIO PAROTTO
DOCTOR EN CIENCIAS DE LA EDUCACION
DOCENTE IUTJR BARQUISIMETO
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