Ese no tenia que haberse muerto ¡¡ Tenia era que no haber nacido!! (II)
Por: Gustavo Martínez Rubio
Llegaron y fueron sepultados los restos de CAP en Caracas y los adecos sacan pecho. ¡Qué bárbaros¡ estos personajes son capaces de cualquier cosa, hasta de comercializar al más querido y preciado de sus seres cercanos. Calos Andrés Pérez fue un personaje nefasto, un político de pacotilla, ¡UN ASESINO! Recordar a ese tipejo, es recordar aquellos años de persecuciones, torturas, corrupción a máximo nivel, asesinatos… todo un periodo vergonzoso, doloroso y cruel de nuestra historia republicana.
“AD no tiene miedo, AD está en la calle” gritaban los asistentes a la misa de los restos del gran asesino. ¿Qué miedo van a tener?, si a ustedes se les respeta sus derechos, si a ustedes no se les persigue, a ustedes señores adecos no se les ha asesinado sólo por el simple hecho de pensar diferente, cosa que ustedes si hicieron y seguirán haciendo, porque ustedes son mediocres militantes, lacayos del poder político y económico yanqui, burdos y cobardes politiqueros y no entienden de otra cosa sino que quien les resulte “un estorbo” lo quitan del medio como sea, incluso asesinándole.
JUSTICIA!, tan sólo eso piden los familiares de los desaparecidos, de los muertos. De aquellas mujeres, hombres, e incluso niños que perdieron sus vidas en aquellos años donde se hizo apología del delito, la miseria, la mentira y violaciones. CAP, es paquete neoliberal al que el pueblo respondió con lo que conocemos como el Caracazo, es plan Ávila, es populismo, es neoliberalismo, es pobreza al extremo y eso no se puede apartar de nuestra memoria nunca, eso debe ser una constante en nuestro pueblo, sobre todo porque eso que llaman hoy la MUD, es sinónimo de todo lo anterior nombrado y bastante más.
El camino y la senda de los revolucionarios deben estar preñado de verdades, seriedad, compromiso y criterios, porque esa es la vía, es la manera, es la razón. Porque un revolucionario de verdad es un tipo integro, capaz, humanista y competente, es un tipo que no pierde la ética ni en el mas critico y comprometedor de los casos, porque un revolucionario es todo lo contrario a lo que fue CAP y lo que sigue siendo su legado, y eso tiene que llenarnos de orgullo y valor para a la vez decir con todo ahínco y fervor: no mas CAPS en nuestra historia.
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