jueves, 20 de octubre de 2011


Basta de ser complacientes con Globovisión; sometamos a consulta Popular su clausura preventiva
Por: Carlos Humberto Morillo 

Ya basta de seguir esperando que CONATEL analice, estudie y concluya por meses y años la aplicación de una sanción contra GLOBOVISIÓN a todas luces lenitiva. Pena recibida por la trasgresión y quebrantamiento de la ley, con burlas, insolencias y falta de respeto por parte de ese bodrio mediático, como quien le hace trompetillas a otro; no en contra de la institución encargada de velar por el cumplimiento del deber (desacreditada por su debilidad en el actuar); sino hacia la propia Ley y a toda la colectividad que ve con angustia el argumento descarado que ofrece ese mal llamado medio de comunicación en defensa de lo indefendible que son sus embustes y mentiras supinas.
   La sanción de materialidad impuesta a la sórdida entidad mediática cuyo nombre de fantasía es Globovisión que, dicho sea de paso, nunca podrá resarcir la ofensa moral y destructiva de los conceptos éticos desahuciados y en contra del gentilicio Venezolano; no es congruente con la necesidad de escarmiento que exigimos como hijos de esta tierra envidiada. No es posible, únicamente,  aceptar que el pago de una multa con el monto  (insuficiente por convención de la propia Ley) aplicado sobre unos supuestos ingresos del año anterior (2010) en promedio estimado, solo llegue a la suma de Bs.10.000.000, oo mensuales y, su equivalente en sanción sea igualmente en promedio mensual de Bs.750.000,oo; entonces ¿Con que le pagan a los 450 trabajadores que dicen tener? A esa empresa [¡discúlpenme los verdaderos empresarios por llamarla de esta manera pero es que el SENIAT todavía no la conoce!] alguien la alimenta y no son sus propios recursos.    
   Es el pueblo pacífico entero que le exige al gobierno, no que haga algo; simplemente  desea que clausure ese laboratorio de deformación conductual. No podemos esperar a que suceda lo que el gran incitador terrorista mundial (llámese EEUU) desea, como lo es, el odio profundo e irreversible entre los Venezolanos, para que se suscite una matanza entre hermanos y poner las manos sobre el resto de la población que de ella quede.
   No se desea en esta revolución socialista y democrática, una estructura mediática que hable bien y sea adulante del gobierno, no y mil veces no. Pero que tampoco tergiverse o haga interpretaciones forzadas y falsas sobre hechos ineludibles e incite a la secesión y al genocidio; así como cómplice en traición a nuestra patria.
   Me resisto a creer que nuestro Gobierno Revolucionario y Bolivariano a estas alturas no haya analizado, estudiado y concluido en que: Dentro de la Psicología Social (disciplina utilizada al máximo por las empresas de comunicación social) existe el tema de la persuasión como método activo de influencia que guía a la gente hacia la adopción de una idea o de un comportamiento por medidas emotivas, predisponiéndolo a numerosas variables y, una de ellas para el caso nuestro, es inducirlo a odiar todo lo que se le parezca a Revolución y a Chávez. 
   Así pues, ese comportamiento predispuesto en forma continua puede llevar al individuo a padecer de una “ruptura psíquica de su personalidad por expresiones contrarias al contexto intelectual que los rodea” y que no le permite diferenciar, lo real de la imagen que han colocado en su mente a través del bombardeo mediático falso. Patología mental conocida como “disociación Psicótica”, término descalificado por los medios de comunicación contra revolucionarios para crear confusión y deslindarse de la expresión que los delata como vectores del mal. 
   Vuelvo a recordar como lo hice en un artículo anterior, sobre lo sucedido en Ruanda el año 1.994, en donde: Un pueblo motivado por la persuasión mediática (“Radio Televisión Libre de Las Mil Colinas” RTLMC), indujo a la etnia Hutus a cometer una matanza de entre 500.000 y 1.000.000 de ciudadanos Tutsi del mismo País.
   Ya es suficiente pues, dejarle este asunto solamente en las manos del Gobierno que, con audacia y paciencia le ha dado a “Globovisión”, oportunidades en sus reincidencias para que enmiende sus ataques criminales hacia toda la colectividad. Es hora de que el pueblo afectado pero consciente, tome en sus manos y dando uso a lo contemplado en el artículo 70 de nuestra Constitución Bolivariana, en el derecho de su participación y soberanía para convocar a una“consulta popular”, bien por la vía de las firmas, o por comicios con segunda urna en las próximas elecciones, si no la elección presidencial del 07 de octubre de 2012; entonces en el mes de diciembre con las elecciones a Gobernadores. O, porque no, mucho antes; es decir en febrero de 2012.
   Hay que trabajar urgentemente por hacer efectiva la consulta popular solicitando la clausura de “GLOBOVISIÓN”.
Naguanagua, 19/10/2011
cmorillo47@yahoo.com.mx
(*) Contador Público 

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