Carolus Wimmer: “Se debe poner fin al derecho a veto en la ONU”
Modaira Rubio, TP-FDA.
En esta sede del Consejo de Seguridad se decidió la masacre de 60 mil libios y un magnicidio Crédito de foto: Archivo.
“El papel de las Naciones Unidas (ONU) debe ser revisado totalmente y una de las exigencias es poner fin al derecho a veto de las potencias en el Consejo de Seguridad (CS) por su carácter antidemocrático”, señaló el politólogo e internacionalista Carolus Wimmer en el programa Agenda Abierta transmitido por la televisora multiestatal Telesur.Hoy se celebra el Día de las Naciones Unidas, cuando se cumplen 66 años de su fundación, un 24 de octubre de 1945. Sin embargo, este organismo internacional parece haber olvidado el propósito de su existencia “preservar la paz mundial”, destacó Wimmer.
“La ONU se ha convertido en un ente obsoleto y títere de EEUU y sus aliados europeos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que incita y justifica guerras. Todo lo contrario a la intención con la que fue creada tras el fin de la II Guerra Mundial”, afirmó el también diputado al Parlatino (PCV).
Por su parte, la periodista Lourdes Zuazo, conductora del espacio, recordó que en 2009 el entonces presidente libio Muamar Gadafi, afirmó que desde 1945 hasta esa fecha se produjeron más de 60 guerras y que esa condición “es prueba de la traición de los principios fundadores de la ONU”.
Al respecto, Wimmer indicó que tras lo sucedido en Libia, debe evaluarse la legalidad y legitimidad de la ONU, al permitir que estallara un conflicto bélico con su respaldo a grupos paramilitares que derrocaron a un gobierno legítimo y amparar el asesinato de un mandatario.
“Se decidió en la ONU de manera consciente, una intervención militar en Libia que ha generado más de 60 mil muertes de civiles y un magnicidio”, aseguró el parlamentario.
“Esto está levantando mucha incomodidad en todos los gobiernos. La supremacía de unos pocos sobre la gran mayoría en el Consejo de Seguridad. Acabamos de regresar de la 125° Asamblea General de la Unión Interparlamentaria Mundial, en Suiza, y allí vimos que representantes de los parlamentos de 130 países, dedicaron un crítico debate sobre el papel de la ONU en la actualidad, proponiendo su reforma total, la eliminación del derecho a veto y respeto a las decisiones mayoritarias”, subrayó.
“En casos como la exigencia del cese del írrito bloqueo estadounidense a Cuba, se ignora el voto de las mayorías que piden el fin de esta medida. O el caso del reconocimiento del Estado Palestino”, recalcó.
Que se esté cuestionado ahora el papel de la ONU, es sin duda un gran paso. Hace pocos años, sólo el presidente Chávez se atrevió a denunciar lo que realmente sucede en ese foro internacional con aquella célebre frase de “huele a azufre” o simplemente “cerremos la puerta y apaguemos la luz”.
Pero ¿qué nos queda a los países del mundo ante el oligopolio de EEUU y sus aliados europeos dentro de la ONU?
Para Wimmer, es necesario la unidad de bloques, como el caso de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), la Unión Suramericana de Naciones (Unasur), la próxima a constituirse Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), junto a la unidad de gobiernos progresistas y las movilizaciones de movimientos sociales, para revertir la hegemonía imperialista en la ONU.
Es improbable que en el corto plazo se pueda construir una organización universal de la dimensión de Naciones Unidas. Por ello, pese a los factores negativos, se debe apostar por ahora a la construcción de un espacio progresista de unidad en su interior que permita un balance en la correlación de fuerzas. Equilibrio que se perdió con la desaparición de la Unión Soviética como factor de contención del imperialismo.
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