Memorias de un escuálido decadente
Marcha
Por: Roberto
Malaver
¡Por la boca muere el pez! Salimos de
bocones a decir que el 23 de enero todos a la marcha, y después nos conformamos
con hacer un sancocho en el parque Miranda. Seguimos hablando paja y no
terminamos de sentarnos a mirarnos a nosotros mismos. El mismo día los
chavistas hicieron tres marchas y llegaron al 23 de enero, y nosotros como unos
mismo bolsas viéndonos las caras en el parque. Es que parece que nos está
asesorando un chavista.
Estamos pasando una pena del carajo, todavía Ramos Allup no se repone de la vaina que nos echó Roger Noriega al llamarnos ineptos, del carajazo Ramos Allup se fue a Paris a ver a la Mona Lisa, para olvidar un poco el papelón que estamos haciendo en estos momentos. Y después que vino se entero que habíamos suspendido la marcha y puso una cara que ni Luis Beltrán Prieto en sus mejores tiempos, y dijo que “nosotros somos los verdaderos bolsas, los propios bolsas, que decimos una cosa ahorita y otra vaina mañana, y hasta cuándo seguimos con esa pendejada, y con razón la gente se ríe de nosotros y los chavistas andan gozando un imperio yanky con las vainas que estamos haciendo”.
Después del sancocho que hicimos en el parque, el papá de Margot llegó con su bandera de Venezuela de siete estrellas y se sentó a ver nuestro canal, es decir, Globovisión, y estaba tan triste que parecía que le habían robado el carnet de AD firmado por Rómulo Betancourt. Allí estaba el hombre viendo a nuestros líderes, y en eso apareció Ismael García y dijo una pendejada, y el viejo se puso de pie y se acercó al televisor y le gritó a Ismael. “Vete bien lejos al carajo, traidor”. Y con su bandera al hombro se fue al cuarto y abrió la puerta y después la tiró tan duro que se escuchó la voz de la carajita del piso de arriba que preguntaba. “Mamá ¿está temblando?”
Y es que cada día nuestra militancia está más decepcionada. El 23 de enero nos autoderrotamos, por esa pendejada de estar prometiendo marchas sin consultar a la Mesa de la Unidad. Para eso están nuestros dirigentes, para alumbrarnos el camino, o para decirnos por dónde va la cosa, pero uno viene y dice marcha el 23 de enero, y después el que tiene que dar la cara es otro, porque el pendejo que anunció la marcha no aparece por ninguna parte y uno desmintiendo vainas que no debe.
Los chavistas nos están derrotando sin necesidad de que el dictador esté aquí, y eso es muy peligroso. En la juramentación del pueblo que hicieron el 10 de enero nos dieron una paliza, y ahora con estas tres marchas del 23 de enero nos siguen dando palo, y es verdad que ninguno de nosotros iría al 23 de enero, ni de vaina, pero coño, tenemos que reventar las calles, como dijo Leopoldo-cheque pdvsa- López.
- Toma este puñal, y ábreme las venas.- me canta Margot
robertomalaver@gmail.com
Estamos pasando una pena del carajo, todavía Ramos Allup no se repone de la vaina que nos echó Roger Noriega al llamarnos ineptos, del carajazo Ramos Allup se fue a Paris a ver a la Mona Lisa, para olvidar un poco el papelón que estamos haciendo en estos momentos. Y después que vino se entero que habíamos suspendido la marcha y puso una cara que ni Luis Beltrán Prieto en sus mejores tiempos, y dijo que “nosotros somos los verdaderos bolsas, los propios bolsas, que decimos una cosa ahorita y otra vaina mañana, y hasta cuándo seguimos con esa pendejada, y con razón la gente se ríe de nosotros y los chavistas andan gozando un imperio yanky con las vainas que estamos haciendo”.
Después del sancocho que hicimos en el parque, el papá de Margot llegó con su bandera de Venezuela de siete estrellas y se sentó a ver nuestro canal, es decir, Globovisión, y estaba tan triste que parecía que le habían robado el carnet de AD firmado por Rómulo Betancourt. Allí estaba el hombre viendo a nuestros líderes, y en eso apareció Ismael García y dijo una pendejada, y el viejo se puso de pie y se acercó al televisor y le gritó a Ismael. “Vete bien lejos al carajo, traidor”. Y con su bandera al hombro se fue al cuarto y abrió la puerta y después la tiró tan duro que se escuchó la voz de la carajita del piso de arriba que preguntaba. “Mamá ¿está temblando?”
Y es que cada día nuestra militancia está más decepcionada. El 23 de enero nos autoderrotamos, por esa pendejada de estar prometiendo marchas sin consultar a la Mesa de la Unidad. Para eso están nuestros dirigentes, para alumbrarnos el camino, o para decirnos por dónde va la cosa, pero uno viene y dice marcha el 23 de enero, y después el que tiene que dar la cara es otro, porque el pendejo que anunció la marcha no aparece por ninguna parte y uno desmintiendo vainas que no debe.
Los chavistas nos están derrotando sin necesidad de que el dictador esté aquí, y eso es muy peligroso. En la juramentación del pueblo que hicieron el 10 de enero nos dieron una paliza, y ahora con estas tres marchas del 23 de enero nos siguen dando palo, y es verdad que ninguno de nosotros iría al 23 de enero, ni de vaina, pero coño, tenemos que reventar las calles, como dijo Leopoldo-cheque pdvsa- López.
- Toma este puñal, y ábreme las venas.- me canta Margot
robertomalaver@gmail.com
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