Néstor Francia/Análisis de Entorno: Simulacro exitoso
– Factores en movimiento y herramientas en juego
– Simulacro exitoso
– La oposición, nada que ver
– Respaldo internacional, herramienta de la derecha
– Opiniones de Hilary Clinton
– Añoranza por la Cuarta
– Declaraciones electoreras aquí y allá
– Mark Toner: abonando a la matriz de fraude
– La suma de distintos hechos
– Siguen provocaciones de Guyana
– Granger se prepara para la pelea
– La derecha y el fortalecimiento de la Fuerza Armada
Bueno, hay que comenzar a recordar todos los días la cuenta regresiva para el 6D. A partir de hoy, esa cuenta baja de 50: faltan 49 días. Todos los factores siguen y seguirán ensayando sus movimientos y poniendo en juego todas sus herramientas, lícitas o no, y cuando decimos esto último nos referimos, por supuesto, a la oposición. Ayer, por ejemplo, fue el simulacro electoral del CNE y le tocó al PSUV entrenar y poner a prueba una vez más su maquinaria. Lo hizo de nuevo con bastante éxito, eso era lo que se esperaba. Por supuesto, eso es bueno, demuestra otra vez la fortaleza de esa maquinaria y refuerza la moral de la militancia, pero no garantiza nada. Hay que seguir remando. En cuanto a la oposición, nada que ver, se saltó el simulacro a la torera. De todas formas, ellos confían más en el voto espontáneo que en la maquinaria, en este último aspecto el chavismo se los lleva fácil en los cachos.
Por supuesto, una de las principales herramientas de la derecha en esa batalla es el respaldo internacional, donde se suman el apoyo del imperialismo y la conspiración política en la que destacan factores como el Club de Madrid, los organismos internacionales subsidiarios del Imperio, el eje Miami-Bogotá Madrid y la formidable red de la canalla mediática mundial.
En ese sentido es de esperar en los días que quedan un recrudecimiento de los ataques que se urden más allá de nuestras fronteras. En ese contexto hay que ubicar la opinión vertida por la precandidata demócrata de Estados Unidos, Hilary Clinton, quien aparece como favorita para alzarse con la candidatura de ese partido gringo: “Estoy muy molesta por lo que está ocurriendo en Venezuela. Creo que es un retroceso. Venezuela fue una de las primeras democracias (del continente), y durante mucho tiempo hubo un enfoque positivo sobre cómo resolver los problemas, sobre cómo aprovechar los muchos recursos naturales de Venezuela, sobre los retos de la gente”. No sorprende la añoranza por los tiempos de la Cuarta República, cuando Venezuela dependía en muchos sentidos de los designios políticos imperiales y aplicaba el concepto yanqui de “democracia”, la “democracia representativa”, que no tenía nada ni de democracia ni de representativa, pues solo representaba los intereses de la oligarquía, tal como ocurre en Estados Unidos, donde son las grandes corporaciones las que deciden quienes son los candidatos presidenciales y en general qué deben hacer una vez que los ganadores se instalan en la Casa Blanca.
Pero además hay la referencia al supuesto “retroceso” en Venezuela. En realidad, lo preocupante sería si Clinton hablara maravillas de la Revolución Bolivariana. Con todo y los intentos de mejorar nuestras relaciones con Estados Unidos los yanquis nos siguen dando guerra política.
La canciller venezolana, Delcy Rodríguez, criticó esas declaraciones de Hilary Clinton y las calificó como “irrespetuosas y electoreras”. Electoreras, sí, y en dos sentidos. Por una parte, como hemos dicho, es una manera de apoyar a la oposición venezolana, con la esperanza de que esta se haga de la mayoría asamblearia y se pueda profundizar la conspiración contra Maduro y la Revolución Bolivariana. Pero también Clinton coquetea con sectores conservadores de Estados Unidos, y con la parte más reaccionaria del voto hispano, pensando en las elecciones de 2016 en ese país. Por ahora aun es clara su posibilidad de ser candidata, pero habrá una dura lucha contra quien sea finalmente el candidato republicano. Clinton va a necesitar apoyos de todos los sectores, no puede olvidarse de nadie.
Además de las de Clinton, casi simultáneamente, hubo la declaración del portavoz adjunto del Departamento de Estado, Mark Toner, quien pidió a Venezuela que acepte observación electoral “creíble y efectiva” en los próximos comicios parlamentarios con el objetivo de “garantizar” unas “elecciones libres y justas”: “La inclusión y un juego nivelado son ambos claves para unas elecciones libres y justas. Y también, por supuesto, una creíble y efectiva observación electoral internacional… Las misiones (de observación) serían un componente que nos gustaría ver, si Venezuela es seria sobre la legitimidad y aceptación de los resultados electorales, que creemos que darán lugar a una mayor estabilidad en Venezuela”.
Este es otro filón del asunto. La declaración de Toner apunta a reforzar la matriz de desconfianza en el CNE y en general en las elecciones venezolanas, y a contribuir a una de las opciones de la derecha para seguir jorobando la paciencia: desconocer el resultado del 6D y preparar el terreno para la irrupción de la violencia.
Si uno comienza a sumar distintos hechos que se encadenan fuera de Venezuela, tenemos serias razones para preocuparnos. No podemos descartar la posibilidad de una provocación foránea que apunte a combinar cualquier conflictividad interna con la posibilidad de una intervención extranjera en cualquier modalidad. En ese sentido, es un verdadero peligro lo que sigue pasando con Guyana. No solo que continúan las provocaciones, sino que además Granger se sigue mostrando agresivo y bastante belicoso.
El presidente guyanés ordenó la puesta en marcha de un plan para la reestructuración total de las Fuerzas Armadas de ese país con el objetivo de “proteger el territorio de amenazas a su soberanía”. Granger señaló, a través de un comunicado, que la iniciativa tiene como fin que “todos los elementos e instrumentos de poder nacional estén constantemente desplegados”. El mandatario guyanés no ceja en sus “falsos positivos”: “El acoso en nuestras fronteras y la intrusión de embarcaciones militares en nuestras aguas no se han acabado”. De esto no ha presentado ninguna prueba, lo cual lo hace más sospechoso de estar preparando una maniobra malintencionada. Granger indicó que el plan incluye la reorganización del Ejército en las áreas de personal, entrenamiento, infraestructura, levantamiento de la moral y mejoras en los equipos de la Fuerza Aérea, la Guardia Costera y el Cuerpo de Ingenieros. El documento apunta al establecimiento de una “reserva creíble” en las diez regiones del país, lo que incluye que niños y niñas de edades entre 12 y 18 años que cursan escuelas secundarias participen en entrenamientos a tiempo parcial. Otro punto que establece es la creación de un cuerpo civil de defensa para apoyar el trabajo de la Comisión de Defensa Civil. El presidente de Guyana dijo que estos cambios contribuirán a promover la confianza entre las fuerzas armadas y, en casos extremos, prevenir conflictos, manejar crisis y resolver disputas entre Estados. Y aquí la derecha vive criticando que Maduro, tal como hizo Chávez, no descuida ni un momento el fortalecimiento de nuestra Fuerza Armada.
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