Derecha ecuatoriana promueve desestabilización pese a llamado a debate
Los opositores regresarán nuevamente a las calles de Quito (capital) de Ecuador, pese al llamado al diálogo que hizo el presidente Rafael Correa a debatir los proyectos de ley de Herencias y Plusvalía por los que intentan generar caos en la nación.
Desde la semana pasada, cientos de ecuatorianos adversos a la políticas de inclusión social del Gobierno de Correa desataron violentas manifestaciones en la capital y otras regiones con el fin crear zozobra y boicotear la gestión del mandatario, mientras que se encontraba de gira en Europa con motivo de la II Cumbre CELAC-UE (Comuinidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños – Unión Europea) en Bruselas.
Ante los intentos de desestabilización y el desarrollo de una conspiración derechista contra la Revolución Ciudadana, el jefe de Estado ecuatoriano decidió retirar “temporalmente” los proyectos de ley de la Asamblea Nacional (Parlamento). Sin embargo, la derecha volvió a ondear sus banderas negras y gritar la consigna “Fuera Correa, fuera”.
Este martes, grupos contrarios a Correa convocaron nuevas protestas, vía redes sociales, hasta que el mandatario retire de manera definitiva los proyectos legales. Mientras, el Gobierno insiste en conseguir un ambiente de tranquilidad y paz, con miras a la visita del papa Francisco, prevista para entre el 05 y 08 de julio. “Para evitar que estos grupos provoquen más violencia, más aún cuando precisamos para la visita del papa Francisco un ambiente de paz, regocijo, reflexión para su recibimiento, he decidido retirar temporalmente los proyectos de ley mencionados”, explicó Correa.
No dejes leer » Ley de Herencias busca evitar evasión fiscal en Ecuador El mandatario además impuso abrir un gran debate nacional, no solo sobre los proyectos de ley en cuestión, sino también para definir la clase de país que quieren los ecuatorianos. “Queremos debates, no gritos, queremos argumentos, no manipulación”, remarcó Correa.
La derecha quiere que se derogue la ley de Herencias, que afectaría, si se aprueba, a menos de 2 por ciento de los ciudadanos. Más de 98 por ciento de los ecuatorianos no pagarían impuesto a la herencia, sin embargo, esa fue la excusa de la derecha para generar un clima de desestabilización en las calles contra el Gobierno de la Revolución Ciudadana.
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