LETRA
VEGUERA/
La guerra de López
Federico
Ruiz Tirado
Cuando en Venezuela avanzamos en la consolidación de la
Patria y el pueblo ejerce sus derechos de clase, el Capitalismo reacciona ferozmente.
Y así ha ocurrido en otras latitudes: cuando los movimientos sociales se
colocan en la vanguardia de las transformaciones, el Capital ataca de muchos
modos, disfrazados: sistemas democráticos representativos pero profundamente
represivos, nacionalismos radicales con rostros y praxis dictatoriales,
sistemas políticos de “libertades” pero sujetos al carácter expansivo del
Capital, fundamentalismos religiosos que amparan un cruel sistema de
castas neocoloniales.
Como bien los tipificaría Rigoberto Lanz, estos
epifenómenos no son más que síntomas de una crisis aun más profunda y telúrica
del modelo capitalista que tiene en su más aterradora fase el Imperialismo; y
hoy muestra el brote espeluznante de su acción política más desesperada: El
Fascismo.
La caricatura del cine de Hollywood se encargó de
enajenar ese fenómeno como una opereta de ridículos personajes con trajes
pintorescos; siempre derrotados por los adalides de la Libertad del Sueño
Americano. De esta forma la falsa conciencia nos desvinculó de la verdadera
trama de esta fase del Capitalismo en crisis. El fascismo es un accionar
político de las castas hegemónicas frente a los movimientos populares y
libertarios: es fascista el genocidio europeo contra nuestros Pueblos
Originarios, es fascista la arremetida de Francisco Franco y los factores del
poder político-religioso contra la República Española ,
es fascista el holocausto Nazi, es fascista la desaparición de líderes
populares durante la Cuarta República
como Alberto Lovera y Jorge Rodríguez, por citar a dos mártires; es fascista
los 30.00 desaparecidos en la
Argentina de Videla y las masacres en el Chile de Pinochet,
es fascista la Guerra Neoconservadora
y Preventiva contra el pueblo árabe tras las sucesos del 11S, y también lo son las
nuevas modalidades de Golpes de Estado disfrazadas de participación ciudadana,
mejor conocidas como Revolución de Colores y Primavera Árabe, inscritas estas
últimas en los modelos de Guerra de Cuarta Generación basadas en la
rearticulación estratégica post-guerra fría.
Venezuela vive hoy la amenaza del Fascismo, de la
guerra financiada por Leopoldo López y sus aliados. Definirlos, identificarlos y
denunciarlos como casta parasitaria y tóxica para la Patria, debe ser un
objetivo inmediato.
López no es que sea una figura onírica de la peor literatura
infantil, pero ya no forma parte de las palomas mensajeras de la Mud: es el
jefe de la guerra. El mismo que quema Caracas y otras ciudades del país, nada
en el Orinoco, muestra fotos con sus mascotas, pasea en el Metro y elimina a
HCR de la foto aquella donde lucía sus tatuajes de Tradición, Familia y
Propiedad.
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