Italia también está en guerra contra Siria
por Manlio Dinucci
Oficialmente, Italia no participará en las operaciones contra Siria, si estas llegan a producirse. Pero el hecho es que toda la logística estadounidense parte del suelo italiano. No se trata, en este caso, de una huella de la historia sino de un sistema del que Italia es parte integrante, recuerda Manlio Dinucci.
RED VOLTAIRE | ROMA (ITALIA)
- John Kerry y Emma Bonino
Mientras la ministra [italiana de Relaciones Exteriores] Emma Bonino afirma en tono tranquilizador que Italia no participará en la operación militar contra Siria sin mandato de la ONU, el rugido de la guerra ya se hace escuchar sobre Pisa, donde los C-130 italianos, y probablemente también los de Estados Unidos, ya han intensificado sus vuelos hacia las bases del Mediterráneo. El aeropuerto que está sirviendo de centro de conexión aeroportuario de todas las misiones militares en el extranjero –también «a la disposición de la OTAN»– se halla en los alrededores de Camp Darby, la gran base logística estadounidense que aprovisiona a las fuerzas aéreas y terrestres en el área del Mediterráneo y en el Medio Oriente.
Como prueba de la voluntad de paz del gobierno italiano, la ministra Bonino anuncia que el 4 de septiembre habrá una reunión del grupo de «Amigos de Siria» (que apoya a los «rebeldes» y que por lo tanto favorece la guerra interna en Siria), grupo del que Italia forma parte, junto a Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y Arabia Saudita, países que actualmente se preparan para atacar también a Siria desde el exterior. Bonino olvida el encuentro que tuvo lugar en Estambul el 27 de agosto (reportado por Reuters), donde los «Amigos» comunicaron a los «rebeldes» que el ataque puede producirse en los próximos días.
El gobierno no explica por qué razón Italia envió su jefe de estado mayor a la reunión que el Pentágono organizó en Jordania del 25 al 27 de agosto, en la que participaron los jefes militares de Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y Arabia Saudita, los mismos países que están preparando el ataque contra Siria. Mientras tanto, un vocero del vocero del ministerio [italiano] de Defensa, citado por la prensa de Estados Unidos, explica que las bases aéreas y navales de Italia pudieran ser utilizadas en el ataque contra Siria con el consentimiento del parlamento, consentimiento que por cierto no será necesario para las bases estadounidenses [en Italia] como Camp Darby o Sigonella, en [la isla italiana] de Sicilia.
Por su parte, el ministro de Defensa Mario Mauro deja la puerta abierta a la participación directa de fuerzas italianas al afirmar que el gobierno dará «seguramente su consentimiento a las orientaciones de la comunidad internacional». O sea, a la OTAN, que hoy celebra una «reunión urgente» sobre Siria para respaldar el ataque, aún sin participar, por el momento, como lo hizo contra Libia.
Según Il Sole 24 Ore, «las bases italianas son superfluas» porque los ataques aéreos serán de duración limitada, se realizarán con misiles lanzados desde buques y aviones y las aeronaves no necesitarán bases avanzadas. Todos esos elementos «parecen excluir un papel ni siquiera marginal de Italia». En realidad, es nuevamente Italia la que sirve de trampolín para la guerra. Las operaciones contra Siria, al igual que las que se realizaron contra Libia en 2011, se dirigen desde Nápoles, donde se halla el mando de las fuerzas navales de Estados Unidos en Europa, incluyendo la 6ª Flota, bajo las órdenes del almirante estadounidense que comanda al mismo tiempo las fuerzas navales de Estados Unidos para África y las fuerzas conjuntas aliadas.
O sea, la orden de ataque contra Siria desde el Mediterráneo oriental saldría de Nápoles. Es allí, a unos 200 kilómetros de Damasco y de otros objetivos, donde están desplegados al menos 4 navíos contratorpederos y lanzamisiles: el USS Barry y el USS Mahan (ya utilizados ambos en el ataque contra Libia), el USS Gravely y elUSS Ramage. Esos navíos [estadounidenses] pueden lanzar un gran número de misiles crucero que, después de volar a baja altura adaptándose al relieve del terreno, golpean sus objetivos con cabezas perforantes o de fragmentación que contienen uranio empobrecido.
Seguramente se han desplegado también submarinos como el USS Florida, de ataque nuclear, que en vez de estar armado con 24 misiles balísticos portará más de 150 misiles crucero. El 19 de marzo de 2011 ese submarino, en una sola noche, lanzó 90 misiles de ese tipo contra Libia [en plena noche, como para tranquilizar a la población sobre la capacidad de los occidentales para proteger a los civiles. NdlR.]
El despliegue incluye igualmente el portaviones USS Harry Truman (portador de 90 cazas-bombarderos) acompañado de 2 cruceros y de 2 contratorpederos lanzamisiles que la 6ª Flota trasladó al Mar Rojo, área de la 5ª Flota. A todo eso se agregan las unidades navales aliadas, entre las que podría encontrarse el portaviones francés Charles de Gaulle.
Y para respaldar todo ese despliegue está la base naval (estadounidense) de Sigonella [en Italia], especializada en el aprovisionamiento de la 6ª Flota y dotada de todo tipo de aviones de Estados Unidos y de la OTAN, como los drones espías Global Hawk. La base [de Sigonella], donde están acantonados 7 000 militares (estadounidenses), constituye para el Pentágono «el centro estratégico del Mediterráneo». Esa base y otras más, como la de Aviano (en la región de Friuli) [también en Italia], no podrían funcionar sin el respaldo de las fuerzas e infraestructuras italianas.
Así que Italia ni siquiera tiene que esperar el mandato de la ONU para participar en esta nueva agresión militar bajo las órdenes del Pentágono.
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