sábado, 12 de enero de 2013


Cobarde Diputado Graterol
En los seres humanos, propio de su condición de personas con racionalidad y sentimientos, y producto de las enseñanzas de valores y principios morales recibidos en nuestra primera y más importante escuela que es el hogar, mora implícitamente, sentimientos de solidaridad con el débil, honor por el perdedor, respeto por el ausente. Estos sentimientos nobles, nos motivan conductas y posturas automáticas, que surgen sin mucho razonamiento,  tales como, en una competencia, adoptar una conducta de preferencia solidaria por el mas débil, asumir una actitud de consideración y respeto por nuestros adversarios, sin importar las diferencias ideológicas y políticas que nos puedan dividir; y más importante aún tener la nobleza e hidalguía de expresar y enfrentar las diferencias de criterios en presencia de los afectados, como un acto de transparencia, responsabilidad y buena fe.
Los principios y valores nos acompañan por el resto de nuestras vidas, orientando nuestros actos y sirviéndonos de barreras y resortes morales para que, ante situaciones de mucha emocionalidad, actuemos en apego a los mismos, evitando conductas inapropiadas.
Conocí al Dr. Carlos Escarrá, a principio de los años 80’s como dirigente de esa gran escuela que es el Partido Comunista de Venezuela (PCV), posteriormente tuve oportunidad de tener mas contacto con él, en la Escuela de Derecho de la Universidad Central de Venezuela, y realmente me apasionaba la profundidad con la cual abordaba los temas de Derecho Administrativo, luego con el triunfo del Comandante Chávez y la llegada de la Revolución Bolivariana, nos deleitaba con sus excelsas explicaciones sobre Derecho Constitucional y el Proceso Constituyente, y luego como parlamentario pudimos apreciar la vehemencia y sapiencia demostrada en sus intervenciones como Diputado en la Asamblea Nacional.
Sin temor a equivocarme, puedo decir que era uno de los representantes más conspicuos e integrales en el Hemiciclo, dada su excelsa formación jurídica y su vocación y experiencia política,  acendrada en más de 25 años de militancia en el PCV, sin duda que el país perdió un baluarte insustituible, que aún estaba por brindar muchos aportes a la Revolución Bolivariana.
En la sesión de la Asamblea Nacional celebrada el 08 de enero del presente año, en la cual se consideró la solicitud del permiso constitucional para el Presidente Constitucional de la Republica, para recuperarse de la intervención quirúrgica a que fue sometido el pasado 11 de diciembre de 2012, el cual fue presentado por el Vicepresidente Ejecutivo de la Republica, Nicolás Maduro, fuimos testigos de la intervención grotesca, sin ningún contenido jurídico, ni político, del Diputado Graterol, quien además se refirió al Dr. Carlos Escarrá en términos ofensivos e irrespetuosos.
Constituye un acto ruin, de cobardía extrema, que un representante popular, en quien debe residir, la suma de muchas virtudes humanas y cualidades académicas y políticas, cometa la bajeza de referirse en público, precisamente, en el foro político por excelencia que es la Asamblea Nacional,  espacio para el debate trascendental de los grandes problemas nacionales, en términos despectivos, hacia una persona que además de superarlo con creces precisamente en principios y valores de los cuales él carece, y formación profesional y política de las cuales él adolece, lo haga en momentos en que el Dr. Carlos Escarrá no está presente para defenderse.
Esta actitud, evidencia la falta de ética y de principios morales, que guían la conducta,  de quien como ave carroñera, ataca a quien ya no puede defenderse, mientas jamás se atrevió a reprocharle nada en vida, precisamente porque no tiene, ni tendrá la talla moral, ni intelectual, ni política, ni profesional del Dr. Carlos Escarrá.
Cuando en algunas personas no existen límites ni reservas morales, y por desgracia estos han resultado electos representantes populares ante nuestro máximo foro de debate político, expresión de la democracia y de la pluralidad política e ideológica que se vive en nuestro país, y esa combinación es aprovechada por estos desalmados para cometer ignominias, valiéndose de la imposibilidad de defensa del agraviado, el Parlamento como expresión de la composición social y política de la Nación, debería adoptar sanciones de exclusión para que actos de semejante bajeza no se repitan en lo sucesivo.
Como pueblo, es una vergüenza saber que personas capaces de semejantes actos, ostentan la cualidad de ser nuestros representantes ante el poder legislativo.
No obstante, aquí estamos los discípulos del Dr., Carlos Escarrá, quienes lo conocimos, sus camaradas, y aquellos quienes admiramos en él sus cualidades como Abogado Cum Laude, como Constitucionalista y como Administrativista, como Profesor Universitario, como Magistrado y como Dirigente Político y quienes vimos en él una referencia para las consultas y para las orientaciones jurídicas y políticas. Estamos para honrar y hacer respetar su memoria, y no permitir jamás que canallas como el diputado Graterol y sus secuaces, mancillen su honor.
Descansa en paz Carlos Escarrá, que nosotros sabremos defender tu honor y tu memoria por siempre.
 
Abog. Nicolás Artiles

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