HORA DE CAMBIOS

CARTA PÚBLICA AL ALCALDE DEL MUNICIPIO PALAVECINO EN EL ESTADO LARA
Ab. Richard Coroba

Alcalde del Municipio Palavecino

              Sr. Alcalde:

                                 Me dirijo a ud. en la oportunidad de participarle, que por razones ideológicas, me es imposible aceptar su oferta para editar nuestro vocero comunitario. Como ud. sabe, “Hora de Cambios” nació en el año 2004 para apoyar su candidatura a la alcaldía.

ESTADO EN EL CUAL DEJO EL "PROTEGIDO" FUNCIONARIO DEL ALCALDE DE
PALAVECINO LAS VALLAS HECHAS POR LA COMUNIDAD DE ARTESANOS DE LAS CUIBAS.

Hoy, renunciamos a la ayuda ofrecida amablemente por ud. debido a su extraña posición de JUZGAR QUE LA DESTRUCCIÓN DE UNAS VALLAS, SON UN PROBLEMA FAMILIAR, omitiendo así. abrir un procedimiento administrativo contra el culpable, confeso ante el jefe civil de la Parroquia Agua Viva y de la funcionaria de la prefectura que procesó la  denuncia. es obvio decir, que ud. tampoco toma en cuenta el oficio enviado a ud. por 150 habitantes del sector denunciando la acción de su protegido.

Mi  formación marxista me induce a apoyar al colectivo de artesanos que contribuyeron a cancelar esos avisos para promocionar su sector en una demostración de acción colectiva…

Además, el intento negado de expropiación de la vivienda productiva del sr. Gonzalo Briceño, es el principal motivo de este rechazo a su importante oferta.

En verdad no entiendo su posición de querer regalarle esa propiedad a quien la usurpó , que cobro la venta y no quiso entregar la vivienda y ademas, explotó a los artesanos que allí llevaban sus piezas, lo cual pueden atestiguar varios ceadores.

En realidad es tentadora su oferta; a ud. le consta el desprendimiento de bienes de mi propiedad para editar “HORA DE CAMBIOS”…

Lo más grave de esta situación, es el apoyo de esa ciudadana a quien ud. desea hacer ese regalo, esta con el gobernador opositor Henri Falson…

Sin más a que referirme, me despido de ud. con estas palabras del CHE GUEVARA:

SI TIEMBLAS DE RABIA ANTE LAS  INJUSTICIAS, ENTONCES, ¡SOMOS COMPAÑEROS!…