La vacuna rusa contra el COVID-19 arruina el
negocio a las grandes farmacéuticas
© Foto : Servicio de prensa de RFPI
Por Vicky Peláez
Ya van más de ocho
meses desde que la pandemia de coronavirus viene devorando sin tregua a los
humanos en todos los rincones del mundo donde los muertos ya llegaron a 700.000
y la economía sufre un serio derrumbe. En medio de tan negro panorama, el
anuncio de la vacuna rusa Sputnik V ha llenado de esperanza a toda la
humanidad.
Lo esencial es
invisible a los ojos.
(Antoine de Saint-Exupéry, El Principito)
(Antoine de Saint-Exupéry, El Principito)
El lograr una vacuna contra el COVID-19 se convirtió desde el primer
anuncio de la pandemia en la prioridad de cada gobierno y más de 200 laboratorios del
planeta trabajan desde entonces contra reloj para encontrar una
solución que termine con esta terrible pandemia. Las corporaciones
farmacéuticas de las grandes potencias, al percibir la posibilidad de una
ganancia segura y suculenta, se lanzaron en una carrera internacional
desenfrenada para ser los primeros en encontrar la vacuna salvadora guiándose
por el egoísmo racional de Margaret Thatcher y olvidándose de la cooperación internacional,
la solidaridad colectiva y de los intereses del público global.
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SPUTNIK /
En estas condiciones, el anuncio del presidente ruso,
Vladímir Putin, indicando que el Centro Nacional de Investigación de
Epidemiología y Microbiología Gamaleya ha registrado la vacuna rusa contra el
coronavirus Sputnik V en el registro estatal de medicamentos del Ministerio de
Salud, provocó no solo alegría, sino también desató estupor y dudas sobre la
calidad, eficiencia y seguridad de esta vacuna. Y no podía ser otra la reacción
de Occidente para quien un país como Rusia, que recién pasó del socialismo al
capitalismo, no podría tener la capacidad de convertirse en el primero en el
mundo en producir la vacuna contra el temible COVID-19.
Se olvidaron los gobernantes occidentales que a pesar de los dramáticos
cambios que experimentó Rusia en los siglos XX y XXI, el país logró proteger y
conservar el conocimiento y experiencia de una vieja escuela de virología en
términos históricos y su capacidad creativa frente a las pandemias.
Lo que está temiendo Occidente es que al
convertirse Rusia en el primer país del mundo que ofrece la solución para
acabar con el virus que azota el planeta, la autoridad rusa se proyectaría más
encima de la occidental en la opinión pública global. Por supuesto, los más
poderosos y ricos del mundo no pueden aceptar esta realidad.
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REUTERS / DADO RUVIC
Además la Big Pharma, es
decir el complejo farmacéutico globalizado, ya se frotaba las manos pensando en
las suculentas ganancias que le traería la vacuna contra el coronavirus tan
anhelada por la humanidad. Y de repente aparecen estos rusos y el mismo día del
anuncio del registro de su vacuna Sputnik V han recibido pedidos por 1.000
millones de vacunas de 20 países. Estas solicitudes hicieron bajar en seguida
las acciones de Pfizer en un 0,8%, las de Novavax en 7,7% y las de Moderna en
un 2,5%.
Todas estas tres corporaciones están incluidas en la lista de la
Organización Mundial de Salud (OMS) como creadores de la vacuna contra el
COVID-19 que están en el tramo final o fase tres en el que se evalúa la
seguridad y la eficacia de la misma. Sin embargo, entre esas no se incluye la
vacuna anunciada por Rusia por no "generar la confianza", según el principal inmunólogo
norteamericano, Anthony Fauci quien declaró: "Espero que los
chinos y los rusos realmente estén probando la vacuna antes de administrarla a
alguien. Las afirmaciones de que tienen una vacuna lista para distribuir antes
de hacer las pruebas son, cuanto menos, problemáticas".
Al final de su intervención ante el Congreso en Washington, el doctor
Fauci aseguró: "En Estados Unidos estamos avanzando rápidamente y no
pienso que aparecerán vacunas antes que las nuestras ni que vayamos a depender
de otros países para obtener la vacuna".
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SPUTNIK / IGOR ZAREMBO
No calculó bien la autoridad máxima de EEUU en inmunología, que los
rusos empezarán la vacunación
voluntaria masiva a partir del primero de octubre. Mientras que
la vacuna mRNA-1273 creada por la corporación Moderna no va a estar lista hasta
el 3 de noviembre, como lo estaba esperando Donald Trump, sino para el comienzo de 2021.
La mayoría de los expertos consideran que la vacuna norteamericana y la
británica estarán disponibles para mediados de 2021. Y esto es a pesar de los
8.000 millones de dólares que el Gobierno norteamericano entregó a las
biotecnológicas nacionales. Los representantes de la corporación china,
Sinopharm anunciaron que su vacuna estará lista para el uso antes del fin de
este año.
Frente a este adelanto ruso, no le quedó ninguna otra alternativa a la
OMS, al Gobierno norteamericano, alemán, a los representantes de la Big Pharma
y a los medios de comunicación globalizados que poner en duda la efectividad de
la vacuna rusa Sputnik V, aunque será muy difícil ante la opinión mundial.
Varios
expertos consideran que la creación de la nueva vacuna será solo el principio
del fin de la pandemia, y los nuevos números del mercado de valores avalan esta
teoría.
👇 https://t.co/ryjq8sLqzI
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— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) August 12, 2020
El sistema internacional de aceptación de vacunas y de nuevos
medicamentos está funcionando a base de lo que se conoce como secret de
Polichinelle que consiste en la idea que todos saben lo que está ocurriendo,
pero nadie quiere hablar de esto.
Según el autor del libro Pharmas, Greed, Lies and the
Poisoning of America, Gerald Posner, "las corporaciones
farmacéuticas perciben el COVID-19 como una oportunidad de negocios que se
presenta solamente una vez en la vida. Esta pandemia global tiene el potencial
de un bombazo para la industria en términos de venta y ganancias. Mientras peor
se pone la pandemia, más altas serán las ganancias".
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SPUTNIK / SERVICIO DE PRENSA DEL MINISTERIO DE SANIDAD DE RUSIA
Las corporaciones de EEUU ya han recibido más de 8.300 millones de
dólares para el desarrollo de la vacuna contra el coronavirus. También poseen
la autoridad de establecer el precio, determinar la distribución de la vacuna
poniendo sus intereses comerciales encima de las prioridades de la salud. No
hay que olvidar que el mercado mundial farmacéutico es de 1,3 millones de
millones de dólares y la misma Johnson & Johnson que está preparando su
vacuna contra el COVID-19 ya proyectó obtener en 2020 más de 86.000 millones de
dólares. La inesperada entrada de Rusia en
este mercado farmacéutico está haciendo peligrar sus cálculos
financieros.
La OMS tampoco se caracteriza por su desinterés o su santidad. Hace 12
años, en 1988, el director de la OMS (1973-1988) Halfdan T. Mahler advirtió al
mundo en el periódico danés Politiken del creciente poder de la industria
farmacéutica: "La industria se está apoderando de la OMS".
Pasados 21 años de su advertencia, estalló el escándalo de la gripe
porcina. El ministro de Salud y Asistencia Social de Polonia, Adam Fronczak,
reveló detalles sobre horribles contratos cuando las compañías farmacéuticas
ayudadas por la OMS vendieron vacunas que no eran apropiadas y describió cómo
la OMS negociaba el precio de la vacuna con los gobiernos en nombre de las
compañías. (ResearchGate, 15 de
febrero, 2015; Avens Publishing Group, Why the Corruption of the World
Health Organization (WHO) is the Biggest Threat to the World Public Health of
our Time, enero 2015, vol.2, issue 1).
Entonces, todo esto explica la risible y escéptica recepción que obtuvo
la vacuna rusa Sputnik V en los círculos de los países y corporaciones
farmacéuticas que se consideran ser amos y guardianes de la salud planetaria.
No obstante, tanto los habitantes de América Latina, Asia y África recibieron
la noticia sobre una posibilidad de poner fin a la pandemia con la vacuna rusa
con optimismo y esperanza de acabar con la pesadilla que los está teniendo en
zozobra. El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, fue el primero en
anunciar que aceptó la propuesta de Putin de abastecer su país con la vacuna
rusa, anunciando que será el primero en vacunarse.
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FOTO : PIXABAY/FROLICSOMEPL
El presidente de Argentina, Alberto Fernández envió una carta al presidente
Putin con sus felicitaciones "por un logro que quedará en
la páginas indelebles de la historia de la medicina mundial". Las
autoridades de Brasil ya están negociando la producción de esta vacuna en su
país. Bolivia también expresó su deseo de obtener la Sputnik V.
En realidad, a ninguno de los países en condiciones de severa pandemia
les interesa el escepticismo occidental sobre la vacuna rusa y los comentarios
sobre la presura con que ha sido registrada la vacuna. Pero la muerte de más de
700.000 personas en el mundo y la posibilidad de la segunda ola de coronavirus
en septiembre no ofrecen más tiempo para extender las pruebas varios meses más.
Los científicos del Centro Nacional de Investigación Epidemiología y
Microbiología Gamaleya y los del Ministerio de Defensa ruso están convencidos
que su único y exclusivo método de uso de dos
vectores adenovirales es el más eficiente y seguro de todos los
procedimientos utilizados por otras instituciones y corporaciones
farmacéuticas.
Así, como opinó el
filósofo argentino José Pablo Feinmann, "lo biológico se transforma en
política de Estado: el que resuelva la situación biológica va a adelantarse a
otros".
Rusia ha hcho el primer paso hacia adelante y este paso incomodó a los
más ricos y poderosos de nuestro planeta, alegrando al mismo tiempo al resto de
la humanidad que es la mayoría.
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