lunes, 24 de agosto de 2020

La Cota Lil |

 Dos de censura





Ya se preparan

Mis problemas con la iglesia católica comenzaron 
en el zuliano pueblo de Bachaquero en 1961 
cuando mi madre me mandó a buscar agua 
bendita a la iglesia y el cura me dijo que el litro 
costaba un bolívar.


Luego en el Colegio del Rosario en Pamplona, 
Colombia, estudiando secundaria, asistí a la 
expulsión de la mejor alumna del plantel, y mi 
mejor amiga, porque descubrieron que era 
‘hija natural’. Eso fue peor que lo del agua bendita 
y además me dejó pensando en si yo era hija artificial.
Después descubrí que aunque estés agonizando los 
pecados no te son perdonados si no pagas y así, de a 
poco me di cuenta de que las religiones, sobre 
todo la católica acarrean unas prácticas capitalistas 
que muy poco tienen 
que ver con Jesús, el revolucionario predicador de 
Nazareth.
Digo sobre todo la iglesia católica porque ésta 
desarrolló un 
andamiaje tal que se convirtió en un poder para 
incidir, para administrar, para censurar. Hay 
excepciones, claro, como las 
de los padres Desmond Tutu, Albino Luciani, 
Mariano Parra 
León y mucho sacerdote anónimo y trabajador.
A manera de anécdota cuento que cuando 
obtuve el premio 
Monseñor Pellín mención radio, mi inolvidable 
amigo 
José Visconti me contó que cuando estaban 
decidiendo el 
renglón, Baltasar Porras (hoy Cardenal) señaló 
que yo 
hablaba mucho de los orishas africanos en mi 
programa y 
que si el tal Shangó, etc. y entonces otro cura 
le dijo: “Pero 
¿qué estamos premiando acá, la fe católica o 
el desempeño 
radial?” y me gané mi premio.
Censura
y para que no queden dudas de la censura 
de la iglesia 
católica les dejo dos ejemplos en la música 
popular
1- «Dios dice que la gloria está en el Cielo; 
que es de los 
mortales el consuelo al morir. Desmiento a 
Dios, porque 
al tenerte yo en vida no necesito ir al 
cielo tisú si alma mía, 
la gloria eres tú». Es el famoso verso de 
‘La Gloria eres tú’ 
del cubano José Antonio Méndez.
Una noche conversamos con él en 
“El Pico Blanco” del 
hotel Saint John’s, de La Habana,donde 
solía cantar. Y 
me dijo que sí, que ese era verso original 
pero que la 
iglesia había hecho un reclamo de tal 
magnitud que los 
intérpretes cambiaron el “desmiento 
a Dios” por 
“Bendito Dios”. -”Hasta yo lo hice en 
algunas presentaciones internacionales 
para no herir suceptibilidades. Ya tú sabes”.

José Antonio Méndez falleció en un accidente 
de tránsito en l
a esquina del Saint John’s el 10 de junio 
de 1989, a la edad 
de 62 años, justo cuando iba a cantar, como 
siempre, en el 
“Pico Blanco” habanero, y oh paradoja, me 
tocaría anunciarlo 
al pueblo de Cuba desde los micrófonos de 
Radio Rebelde.

2- «Aunque no quiera Dios, ni quieras tú, 
ni quiera yo, 
hasta la eternidad te seguirá mi amor». 
Este verso de 
Agustín Lara pertenece a “Palabras de mujer”, 
tema 
que Lara dedicara a María Félix y que 
interpretara 
la favorita del compositor, Toña, la negra 
de Veracruz.
La iglesia católica volvió a intervenir 
con vehemencia
 y lo logró: «Aunque no quieras tú, 
ni quiera yo, 
lo quiso Dios…». Cambiaron la letra. 
Hasta el propio
 Lara la grabó posteriormente así. 
Pero Toña, 
siempre ella, dejó la constancia y 
dice la frase 
tres veces, para que no quede duda:





Nacionales
En Venezuela ha habido censura como arroz sobre todo cuando había matrimonio entre la jerarquía católica (no Dios, por favor) y gobiernos represivos y pacatos.
“El gabinete del Diablo” con Cardenales del Éxito fue censurado en 1975. Al gobierno de Carlos Andrés Pérez no le gustó para nada tal denuncia, pero ya había pegado, y cómo:





“No morirá jamás” con Los Ángeles Negros” vivió una etapa de censura porque a alguien se le ocurrió que la letra decía “Se que tiras sin mí” (es “sé que te irás sin mí. Lo lamentamos por la mala dicción de Germaín de La Fuente)





“Lo siento mi amor” fue censurada en la voz de Lila Morillo pero luego le dieron permiso a La Inmensidad, de Colombia: “Hace tiempo que no siento nada al hacerlo contigo”… La fenomenal Lila





La Inmensidad. (era la orquesta que acompañaba a Roberto Blades)





Incluso a Serenata Guayanesa trataron de censurarle su extraordinario “Golpe y Estribillo” porque alguien escuchó: “Mira cómo te regañan, los va a jodé la cuereta” (los bajos de la cuereta). Minuto 4:04





También se han dado cambios de letra ya no por censura sino por conveniencia comercial. Le pasó a Ilan Chester con “Sólo faltas tú”. La frase que se conoció es: “Mírame, escúchame/ con la prisa que llevas/ olvidas que eres mujer”. Así, a todas luces parece un reclamo hacia una dama. La frase original también es un reclamo, pero hecho a un hombre: “Mírame, escúchame/ con la prisa que llevas/ olvidas que tienes mujer”
Y por ahí sigue la cosa, entre censuras y cambios.
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