En pie de paz: Democracia y caos
Es innegable el esfuerzo que está haciendo la actual gestión
de gobierno para dar respuesta a la Pandemia del covid 19.
Se le ven las canas al Presidente, y los Ministros y los altos
funcionarios contagiados son prueba de ello. Las ayudas
externas logradas, los partes diarios de infectados, de
fallecidos, de recuperados, de recepción de venezolanos
que salieron del país y luego regresaron, los intentos de
conciliación con la oposición para que el coronavirus sea
el resultado de un acuerdo nacional y no un enfrentamiento
estéril, son demostraciones irrefutables de este esfuerzo.
de gobierno para dar respuesta a la Pandemia del covid 19.
Se le ven las canas al Presidente, y los Ministros y los altos
funcionarios contagiados son prueba de ello. Las ayudas
externas logradas, los partes diarios de infectados, de
fallecidos, de recuperados, de recepción de venezolanos
que salieron del país y luego regresaron, los intentos de
conciliación con la oposición para que el coronavirus sea
el resultado de un acuerdo nacional y no un enfrentamiento
estéril, son demostraciones irrefutables de este esfuerzo.
Pero todos estos hechos son y serán siempre insuficientes
en un país polarizado, perseguido, bloqueado, con graves
insuficiencias institucionales, desmontado por una corrupción
generalizada que no ha dejado hueso sano ni arriba ni abajo.
Los ciudadanos se persiguen a sí mismos con un cinismo
dolarizado que no se detiene hasta no sacarle los ojos
al vecino. Es una especie de vaciamiento de la democracia
que da grima.
en un país polarizado, perseguido, bloqueado, con graves
insuficiencias institucionales, desmontado por una corrupción
generalizada que no ha dejado hueso sano ni arriba ni abajo.
Los ciudadanos se persiguen a sí mismos con un cinismo
dolarizado que no se detiene hasta no sacarle los ojos
al vecino. Es una especie de vaciamiento de la democracia
que da grima.
Los códigos autoritarios se dejan sentir. La teocracia del mercado
marca sus huellas en todas partes. La autoridad sin mando
muestra sus costuras. Las ideologías y los cauces tributarios
de la retórica política parecen salir de los centros comerciales
y no de los partidos. La ambición hace que la política de los
opositores se vuelva un calcetín y, sin parar, dé vueltas hacia
ninguna parte. Peligrosamente estamos yendo del pensamiento
único al pensamiento cero.
marca sus huellas en todas partes. La autoridad sin mando
muestra sus costuras. Las ideologías y los cauces tributarios
de la retórica política parecen salir de los centros comerciales
y no de los partidos. La ambición hace que la política de los
opositores se vuelva un calcetín y, sin parar, dé vueltas hacia
ninguna parte. Peligrosamente estamos yendo del pensamiento
único al pensamiento cero.
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