A propósito del 5 de julio de 1811, Declaración de la Independencia y sus anécdotas posteriores
Pasaron casi 100 años desde que ambos libros habían sido extraviado y entre los libros el Acta original de la Declaratoria de la Independencia, cuando un día un señor llamado Smith visitó a un amigo suyo historiador llamado Francisco González. Entonces le comentó en la ciudad de Valencia había encontrado un interesante libro de la época de la independencia.
Efectivamente, el Libro estaba en la ciudad de Valencia en casa de la señora María Josefina Gutiérrez de Navas Spinola, quien lo tenía oculto entre la banqueta de piano, característica de los muebles coloniales, que permitían guardar en su trasfondo documentos y valores.
El día 23 de octubre de 1907 el señor Smith le entregó el libro a su amigo historiador, diciéndole “Aquí está el libro, también contiene el Acta de la Independencia”. La sorpresa del historiador fue extraordinaria, quien comentó que a medida que hojeaba el Libro le latía fuertemente el corazón, por sentir tan fuerte el patriotismo.
La noticia de la aparición del Acta de Independencia fue reseñada por la prensa y comentada por nuestros dirigentes políticos, generando un gran júbilo y sentimientos patrióticos en toda la población.
Desde entonces ha quedado bajo el resguardo del Estado venezolano y puede ser vista por el pueblo.
Este Libro 2do de Actas del Congreso de 1811, desaparecido en 1812 y encontrado en el año 1907, contiene todos los trabajos del Congreso desde el 25 de junio hasta el 24 de diciembre de 1811, entre los cuales se tiene el original del Acta de nuestra independencia.
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