Los domingos de Eleazar Díaz Rangel: Noticias de Fronteras
Esta semana del periodismo latinoamericano estuvo absorbido por tres acontecimientos en la región, que les cito sin ánimo de valorizarlo.
La visita del Papa a Cuba y a EEUU con sus encuentros, reflexiones y entrevistas dejaron una huella indeleble en la región.
La reunión en Quito de los Presidentes Maduro y Santos para examinar una extremada y riesgosa coyuntura en la frontera, y el acuerdo en La Habana del Presidente colombiano con el Comandante principal de las Farc, Timochenko, que debe poner fin el 26 de marzo de 2016 a una guerra iniciada luego del asesinato de Gaitán en 1948, creo que debe ser la mejor noticia recibida por los colombianos en muchas décadas, que por supuesto tendrá sus intentos de saboteos.
Por razones elementales y de vecindad con los lectores solo me referiré al acuerdo de Quito.
Desde 1846 con los tratados (Santos) Michelena – Pombo, quienes fueron los primeros en establecer los límites entre los dos países que a nadie parecía interesarle, ya separada Venezuela de Cundinamarca y extinguida la gran Colombia, no se produjo ningún incidente hasta 1941.
Apenas conozco el proceso de fronteras durante los casi 30 años del gomecismo, y no se de una investigación o de un trabajo que las estudie. Entonces se me ocurrió una relectura de las Confidencias Imaginarias de Juan Vicente Gómez, del Dr Ramón J. Velásquez, pese su discutible valor científico, recorren todo el periodo gomecista. ¿Y ustedes se imaginan que fue todo lo que encontré? En la página 355, en una respuesta del dictador: -”El Dr. Itriago escribió que Venezuela no provoca ni teme, pues yo les dije que no nos metiéramos con nadie, para que nadie se metiera con nosotros”.
Todo lo cual, tanto silencio, me hace pensar que la frontera nunca pareció un problema de estado, seguramente para ninguno de los dos países.
Hasta 1941, cuando hubo un episodio que no se puede obviar por su gravedad, como fue la agresiva reclamación colombiana de límites que obligó a negociaciones durante las cuales Venezuela perdió amplias extensiones de su territorio. Posteriormente trascendió que Colombia amenazaba con su Ejército que era mucho más fuerte, y que fue necesario acceder a sus demandas.
Ha habido otros momentos de tensión, aunque ninguno referido a las fronteras territoriales. Por ejemplo, la crisis en la época de Pérez Jiménez sobre la posesión del islote de Los Monjes. La provocadora incursión de la corbeta Caldas en el golfo de Venezuela la cual estuvo a punto de provocar una confrontación armada. La poco conocida movilización general de la FAN en época de Luis Herrera en reacción a algunos desplazamientos de unidades militares colombianas, y que los servicios de inteligencia del ejército valoraron equivocadamente y la discrepancia generada entre cancillería con su “hipótesis de Caraballeda” la cual fue rechazada por el Estado Mayor de la FAN.
Como pueden observar ninguno de estos episodios tiene ninguna semejanza con los hechos que han venido ocurriendo en las últimas décadas, en la frontera con Colombia, marcados por el crimen y la delincuencia donde han participado factores extraños como el narcotráfico, contrabando de extracción, manipulación monetaria y paramilitarismo supuestamente estimulado por factores del Estado colombiano, que ha sido muy pasivo en combatirlos, todo lo cual ha hecho de ese problema una grave situación para el Estado venezolano.
Es en esta situación cuando las tensiones llegaron al máximo y fue necesario el encuentro de los dos presidentes, gracias a la sensatez y voluntad de ambos fue posible llegar a acuerdos mínimos que ahora abren un proceso de discusiones parciales de cada uno de esos problemas los cuales a corto, mediano y largo plazo se irán resolviendo, pese a las serias dificultades y presiones que aparecerán.
Creo que lo más trascendental, y así debe ser destacado, es la intervención del presidente Rafael Correa y del mandatario uruguayo Tabaré Vásquez que no solo ayudaron ha encontrar soluciones dentro de la región, sino que demostraron una vez más la fortaleza que van adquiriendo la Celac y Unasur.
Seguramente la mayoría de Uds. han oído hablar del “oro de Moscú” pero no conocerán el origen de esa expresión hasta leer “Ida y Vuelta de la utopía”, de Héctor Rodríguez Bauza. Aunque en la portada lo presentan como “Confidencias y revelaciones de uno de los líderes del Buró Político del PCV”, es mucho más que eso; nos da a conocer, en torno a su vida política, muchos episodios inéditos, desconocidos, de la política venezolana de fines de la dictadura de MPJ y “la democracia” de la IV, con nombres y apellidos. No será posible conocer la política venezolana, y sobre todo la acción del PCV en esa época, sin leer sus páginas. Se consigue en librerías.
1.900 peloteros y técnicos fueron despedidos como desechos por los ocho equipos profesionales y, seguidamente, las Grandes Ligas unilateralmente incluyeron a los 77 mejores venezolanos en la lista de “extrema fatiga” y no podrán ser vistos por nuestros aficionados. A todas estas que ha hecho la nueva Asociación de peloteros que no ha dicho ni pío. ¿Será que Urbano Lugo ha perdido toda la fuerza de su brazo?
Según exclusivo reportaje de Telesur sobre algunos secretos de las negociaciones EEUU – Cuba, el Cardenal Máximo Ortega habría sido el factor fundamental de esas gestiones a tal grado de reunirse, a partir del 27 de marzo de 2014, siete veces con ambas delegaciones. El Vaticano fue buscado por ambas partes porque necesitaban de alguien de confiabilidad para Washington y La Habana.
Continúan implacables los ataques de los más poderosos medios de Brasil contra la presidenta Dilma Rousseff, a quien quieren involucrar en los hechos de corrupción habidos en ese país.
¿Qué habrá pasado con la consigna propuesta por la Armada el pasado 24 julio “El sol de Venezuela nace en el Esequibo?. ¿Fue rechazada o no llegó a los publicistas oficiales?
¿Por qué tanto silencio de la comisión que estudia el resultado de los Panamericanos? ¿Por qué no se amplían las mesas de trabajo de la constituyente deportiva?
Tiene razón Evo Morales al considerar una victoria boliviana la última sentencia del tribunal de La Haya.
Mientras el presidente Maduro dijo que la baja del precio del petróleo (40$) era la mayor en todo el proceso revolucionario, la Federación de Trabajadores Petroleros solicitó un aumento del 200%.
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