Panamá:
El momento cumbre de la lucha patriótica del pueblo
El momento cumbre de la lucha patriótica del pueblo panameño por hacer valer nuestra soberanía en todo el territorio nacional, es sin duda la gloriosa gesta del 9 de enero de 1964.
Esa fecha sintetizó la lucha de varias generaciones de panameños que se inició en 1903 con el surgimiento de la república tutelada con la complicidad de los sectores oligárquicos y sus partidos que desde esa época han controlado los hilos del poder.
La principal potencia imperialista partió el país en dos y nos impuso un enclave colonial con gobernador, autoridades, ejército, tribunales e instituciones extranjeras donde solo ondeaba la bandera de las barras y las estrellas, en una zona donde los panameños éramos tratados como intrusos.
El pueblo, el verdadero protagonista de la historia, especialmente su juventud, hizo explotar el volcán de la indignación frente a tanta humillación. Ese día el pueblo encontró su camino marcado por las huellas imborrables de esos 21 panameños que ofrendaron sus vidas ante el altar de la patria.
Quizás esos panameños que heroicamente defendían la patria ultrajada no se imaginaron nunca la trascendencia de sus actos. Ellos no buscaban la gloria, pero hoy Panamá le rinde homenaje a su sacrificio, pues gracias a esta grandeza el Canal es panameño y las bases militares norteamericanas han sido desmanteladas.
Pero estamos lejos todavía de hacerle verdadera justicia a los héroes y mártires que lucharon por nuestra plena soberanía.
50 años después, si bien es cierto el Canal es administrado por panameños, hoy estamos a punto de retrotraer los más oscuros y tenebrosos momentos de la “patria boba”. Con la crisis del proyecto de ampliación del canal pareciera ser que el fantasma del canal francés ronda en estos días por Panamá, ante el indignante papel que juega la actual administración del Canal, su directiva y el gobierno frente a los chantajes del consorcio (GUPC) liderado por la empresa española Sacyr y el acecho de los norteamericanos que buscan sacar provecho de la situación en función de sus intereses expansionistas, manejando todo en medio de un secretismo absoluto.
Panamá sigue bajo el “Paraguas del Pentágono” ante un mal llamado pacto de Neutralidad que los patriotas debemos luchar por derogar, el cual como el oprobioso Tratado Hay-Bunau Varilla rige a perpetuidad y puede dar pie a nuevas intervenciones armadas de Estados Unidos si el gobierno de ese país considera que el Canal está en peligro.
Además de ello el pueblo todavía espera que los beneficios económicos de la operación del Canal redunden en favor de la satisfacción de sus necesidades fundamentales. El Canal ha impactado en el crecimiento económico que experimenta Panamá el cual no llega a las grandes mayorías quedándodse en muy pocas manos, ubicándonos así entre los países con la peor distribución de las riquezas en todo el planeta.
Y 50 años después, las autoridades educativas en su empeño por borrar la memoria histórica del pueblo, ha convertido el sagrado monumento que es el Instituto Nacional, donde ese 9 de enero comenzó todo, en una especie de cuartel o presidio juvenil. ¡Qué mayor afrenta a la memoria de nuestros mártires!
Pero de ese pueblo que parió esos mártires y héroes surge su propia alternativa. 50 años después, de las entrañas del pueblo nace la esperanza y la posibilidad real de que finalmente los de abajo gobiernen este país para alcanzar el Panamá justo, igualitario, democrático y con plena soberanía por la que derramaron su sangre los héroes y mártires de enero de 1964.
Gloria eterna a los mártires de enero.
¡Sin luchas no hay Victorias!
¡La Pelea es Peleando!
¡Vencerlos es Posible!
¡La Pelea es Peleando!
¡Vencerlos es Posible!
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