jueves, 17 de octubre de 2013

Ser crítico no puede estar reñido con la lealtad y la disciplina revolucionaria. Una reflección sobre el artículo “Socialismo. ¿Cuánto capitalismo se perpetua en su nombre?
"No se puede tener un partido revolucionario sin hombres y mujeres revolucionarios, sin una militancia activa, crítica, autocrítica, comprometida, leal, disciplinada y sólida. Pero también hay que decir que no se puede tener un partido revolucionario sin una teoría e ideología revolucionaria", Chávez.
Sería mezquino dejar de reconocer el valioso aporte que los camaradas Toby Valderrama y Antonio Aponte han hecho a la construcción del pensamiento revolucionario venezolano, su incisiva crítica y su postura ideológica clara e inquebrantable han incorporado elementos fundamentales al debate teórico-ideológico revolucionario.
Sus rígidas posturas ideológicas recuerdan aquellos tiempos de estudiante universitario en que las asumíamos a un a riesgo de nuestra propia existencia, pero por duras que parecieran estas posiciones, quitando los riesgos, era tarea sencilla defenderlas en nuestro reducido entorno, bastaba aferrarse a los teóricos “clásicos” para desenmascarar a la burguesía como la clase opresora del proletariado y promover la lucha armada como única vía para resolver esta histórica lucha de clases, aunque admito que mis únicas armas han sido los libros y mi irreverencia anti-sistema, todos apostábamos la vida por una utopía realizable aun distante.
Cuando muchos creíamos remota la posibilidad de una revolución en nuestra tierra, Chávez y no otro, nos trajo de vuelta, “tomada de los pelos”, la fe en la construcción de la sociedad socialista, acompañado de un grupo heterogéneo de personas, en su mayoría sin formación ideológica e ignorando de la lucha de clases, en una gesta en la que muy pocos teóricos se atrevieron a llamar revolucionaria y que sin embargo hoy muchos la acogen como la revolución del siglo XXI. Si el líder supremo se hubiese empeñado en aceptar dogmáticamente los consejos de nuestros “intelectuales” otro gallo cantaría, pero lo mas probable es que nuestro pueblo estaría aun sometido por la bota del norte.
En estos tiempos, ya no somos esa minoría “excéntrica” y “soñadora” ahora somos gobierno por lo que nos ha tocado pasar de la teoría a la práctica y viceversa. Ya no es tan sencillo asumir posiciones ideológicas basadas en las teorías revolucionarias ajenas a nuestro contexto y llevarlas a la práctica en la coyuntura actual, hay que crear nuestro propio camino al socialismo, ganando elecciones aunque esto nos obligue a posponer pragmáticamente medidas necesarias y creando un escenario internacional que nos permita seguir construyendo la patria socialista en uno de los tesoros mas preciados por el capitalismo actual aun cuando crear este escenario implique “cuidar las apariencias”.
En el artículo “Socialismo. ¿Cuánto capitalismo se perpetua en su nombre? Publicado en aporrea el 15-10-2013, los camaradas Toby y Aponte señalan muy hábilmente los riesgos que corre la Revolución Bolivariana de caer en el reformismo y el enorme desafío que representa la coyuntura política actual para permanecer en el camino del socialismo, sin embargo, con mucho respeto y con la humildad de un luchador social de base me permito señalar lo siguiente:
  • Toda crítica debe partir del conocimiento dialéctico de que nadie es dueño de la verdad absoluta por lo que la razón de uno o de un colectivo no debe ser asumida como la medida infalible de la razón de otros, en palabras sencillas nuestra razón también debe estar sometida a la crítica del otro.
  • La revolución venezolana como toda verdadera revolución es suigéneris y no puede ser calco y copia de ninguna otra, es decir, es creación diaria, llevando la teoría a la práctica y de ella al desarrollo teórico hasta crear nuestra propia ideología. Este camino es riesgoso pero es el camino.
  • La actual geopolítica internacional nos deja un muy estrecho margen de maniobra para avanzar en la construcción del socialismo sin tener que enfrentar, con muy pocas posibilidades de éxito, una lucha armada contra el imperio.
Alertar sobre los enormes riesgos de caer en el reformismo y servir de tontos útiles a la relegitimación del capitalismo es indispensable, quizás tan vital como mantenernos en el poder político para lo que se requiere seguir ganando elecciones, continuar desarrollando la organización proletaria para que asuma el poder e impulsando la concreción de un mundo multicéntrico y pluripolar que nos permita evitar una arremetida armada del imperio.
Alentar a los revolucionarios, y compañeros que hoy nos acompañan a disolver la unidad que se sostiene alrededor de Maduro acusándolo de reformista a quema ropa resulta una vía mucho mas riesgosa para la revolución que la que hoy están criticando por reformista; es echar en saco roto la intuición, visión y jerarquía de nuestro líder supremo al dudar a priori de su tino al seleccionar a Nicolás como su sucesor, es ser desleal e indisciplinado
En palabras de Chávez no nos quedemos en la crítica, para hacer revolución se necesita una “militancia activa, crítica, autocrítica, comprometida, leal, disciplinada y sólida”
Noel Francisco Peralta Barreto
CI: 7237276
@noellibre
Trabajador de Cantv-Movilnet

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