Mas de tres millones de fieles, asisten a la demostración de Fe que ocupa el segundo lugar en latinoamerica.
Por: Salvador Garmendia.

Otra prueba de acción milagrosa fue la del terremoto de 1812. Aquel desastre natural no dejó en pie ninguna pared de bahareque en la comarca, hasta la techumbre de la iglesia de Santa Rosa mordió el polvo, pero la imagen quedo en pie, impertérrita sin un solo rasguño, aunque provisionalmente empapada por efectos del aguacero que no dejó de caer aquel día sobre las ruinas.

Es una tradición para los larenses y ahora de muchas regiones del país y del exterior, asistir el 14 de enero a recibir a la Divina Pastora. Ya se encuentran en la ciudad, turistas provenientes de Mexico, Colombia, Guatemala, Aruba, Curazao, quienes se suman a esta gigantesca demostración de Fe, la SEGUNDA MAS GRANDE DE LATINO AMÉRICA, con casi 3 millones de asistentes.
A TI, ¡MADRE CELESTIAL!...
A TI, ¡MADRE CELESTIAL!...
Este sábado 14 de enero del año 2012 todos los venezolanos, los larenses y en especial los barquisimetanos con fe católica, recibimos jubilosos la visita número ciento cincuenta y seis (156, CLVI) de la Santísima Virgen Divina Pastora, en su recorrido desde la iglesia de la población de Santa Rosa, hasta la Santa Iglesia Catedral de Barquisimeto, ubicada en la Avenida Venezuela, entre calles 29 y 30 de la ciudad.
En este recorrido los feligreses hermanados, acompañan a la Excelsa Patrona, dejando una estela de bendiciones, paz y mucha esperanza a todos los que con fe oran; implorando por las necesidades existentes: salud, trabajo, bienestar, paz, regocijo, comprensión, amor, entre otras súplicas. Muchos pagan sus promesas en agradecimiento a los favores recibidos, en especial niños(as) y adultos que de corazón le han pedido y la Virgen se lo ha concedido.
Esta nueva llegada a la ciudad, evoca aquella época de 1856 cuando el Barquisimeto de esa época era azotada terriblemente por el cólera que atacaba inmisericordemente a la población; causando la muerte a muchas personas, especialmente a niños y ancianos; motivado a ello, un párroco, el presbítero Macario Yépez, ofrendó su vida a la Divina Pastora para que él fuese la última víctima que muriera, a raíz de esa maligna enfermedad, y cesara de esa forma el mal y todas las muertes. Tal como lo pidió así ocurrió en beneficio de los larenses.
En la actualidad, la Virgen María en la advocación de la Divina Pastora, intercede ante DIOS por todos nosotros, sus hijos escuchándonos a todos que oran con mucha fe, concediendo los favores que le han pedido y otros esperan con la esperanza en Dios los favores que la Virgen concede.
La Virgen es acompañada no solamente por ese océano humano que cada año va a la procesión, sino también por los medios de comunicación social: impresos, sonoros y audiovisuales que siguen las incidencias del recorrido, con un despliegue técnico y humano que con todo el cariño, el empeño y la fe, desempeñan un destacado trabajo para una loable y muy merecida labor, en pro de la Iglesia y de aquellas personas que por causas ajenas a su voluntad no pueden ir a acompañar a la Virgen
en su recorrido.
Ese día tan especial, todos celebran este magno acontecimiento católico-religioso; dándole con mucha fe la más cordial bienvenida a la iglesia Catedral de Barquisimeto, celebrando la santa misa por parte de las autoridades eclesiásticas de la región, en honor y homenaje a la Virgen. La imagen permanece allí por unos días, continuando su recorrido por las otras parroquias barquisimetanas, hasta el sábado antes del Domingo de Ramos, que regresa a su santuario en Santa Rosa. ¡Bendiciones para todos!
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