Jefe de observadores árabes en Siria desmiente ataque mediático
Por Martin Hacthoun
Damasco, 13 ene (PL) El general sudanés Mohammad al-Dabi, jefe de los observadores árabes en Siria, desmintió declaraciones hostiles al gobierno de Damasco de un miembro del grupo a un canal satelital, quien después abandonó el equipo.
En una declaración a la prensa, que circula hoy aquí, al-Dabi asevera que lo dicho por el argelino Anwar Malek a al-Jazeera es completamente falso, y le imputó que cometió perjurio.
Desde que fue asignado al equipo observador en Homs -relata el general sudanés- Malek no salió de su hotel durante una semana, y no participó en ninguna de las visitas de terreno realizadas por sus homólogos en localidades de esa provincia, con el pretexto de que se encontraba enfermo.
Ya desde la pasada semana, la televisora al-Jazeera comenzó a utilizar a Malek en su propaganda anti-siria. Lo primero que propaló fue que las autoridades le habían robado y después bloqueado el celular, lo cual el propio inspector tuvo que negar.
La misión observadora en Siria se encuentra bajo fuertes presiones para que sus informes no se opongan o, al menos, no se distancien del guión trazado por los centros de poder de Occidente y sus aliados árabes en la campaña anti-siria.
Al-Dabi explicó que un día antes de salir de Damasco, Malek solicitó que le permitieran viajar a París para someterse a tratamiento y se le aceptó su petición; sin embargo, viajó antes de que se adoptaran las medidas requeridas para el viaje y sin cumplir con la confianza que se le ofreció para participar en la misión a Homs.
El general sudanés recalca en su comunicado que Malek cometió perjurio y es responsable de lo que dijo, lo cual no corresponde con la postura, ni la visión que tienen sus colegas que laboran en Homs, ni de la jefatura del equipo observador.
Según al-Jazeera, Malek ya en París expresó que esta misión es una farsa, que beneficia al gobierno sirio y que las autoridades la manipulan y no cooperan ni brindan facilidades para el trabajo, lo cual está en sintonía con la retórica de los adversarios de Damasco.
Al-Dabi reitera su llamado a todos los medios a investigar con exactitud antes de emitir juicios y difundir reportajes, y adherirse a la realidad y ser objetivos.
Por otro lado, el jefe de la Oficina de Operaciones de la Misión Observadora, Adnan al-Khudhir confirmó que los veedores prosiguen su trabajo sin dificultad en las áreas asignadas, y que continuarán su labor hasta el 19 de diciembre, tal como se acordó en el protocolo firmado entre el gobierno sirio y la Liga Árabe (LA).
En una declaración en su sede en El Cairo, Egipto, al-Khudhir indicó que un grupo de países árabes y organizaciones civiles de la región han pedido sumarse a la misión en Siria, pero no ha recibido solicitud de más personal por parte del general Mohammad al-Dabi, jefe de la misma.
Recordó que el número de inspectores sobre el terreno es ahora de 161, y que está listo otro grupo para viajar si le fuera solicitado, al tiempo que desmintió que la ONU estuviera asesorando o adiestrando a nuevos observadores para ser enviados a Siria.
Al-Khudhir desmintió la retirada de inspectores, y refirió que un miembro argelino de la misión pidió abandonarla por razones de salud, así como otro sudanés por motivos personales.
Sobre el trabajo de estos monitores, el funcionario aclaró que se debe coordinar con el gobierno sirio, acorde con el protocolo rubricado para escoger las áreas a visitar, y añadió que las autoridades expresaron su compromiso con la protección de los veedores.
El trabajo de protección, sin embargo, resulta tarea muy compleja y difícil, como demostró el ataque con granadas propulsadas desde lejos por un grupo armado contra una delegación de periodistas extranjeros que visitaba el barrio Ekrima de la ciudad de Homs el pasado miércoles.
El ataque terrorista, pese a la protección que tenían, resultó en la muerte del periodista francés Gilles Jacquier y la de ocho ciudadanos sirios, más heridas a otras 25 personas, entre ellas tres miembros del grupo de prensa, incluyendo dos reporteros belgas, uno de ellos en estado muy crítico. Esas bandas armadas, en las que participan un gran número de mercenarios reclutados entre organizaciones islamitas extremistas en países de la región, tienen muy buen entrenamiento e instrucción, además de apoyarse en comunicación de inteligencia, señalan expertos en esa materia.
El canciller de Argelia, Mourad Medelci, afirmó la víspera que el gobierno sirio ha dado pasos para disipar la crisis, pero la Liga Árabe afronta problemas con los grupos armados que operan en el país.
En una rueda de prensa en la ONU, Medelci relató que Damasco retiró como se le pidió las fuerzas armadas de las localidades que afrontan problemas con la violencia terrorista, excarceló a miles de detenidos y ha propiciado una apertura a la prensa.
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