El hambre: problema creciente en Estados Unidos
La Habana, (PL) El incremento del hambre constituye hoy un problema creciente Estados Unidos, sobre todo desde el inicio de la crisis global, detonada en 2008.
Dicho flagelo mundial golpea a unos 49 millones de personas en esa nación norteña, de las cuales más de 16 millones son niños y cuya cifra se calcula aumentará este año.
Según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, actualmente el 16 por ciento de las familias pasan hambre, contra el 12 por ciento de 2007.
Mientras, expertos del Mari Gallagher Research & Consulting Group, en la ciudad de Chicago, han popularizado términos como “desiertos de comida” a fin de definir realidades mucho más complejas relacionadas con ese mal social.
Gallagher emplea la expresión para referirse a zonas con alta población latina y afroamericana donde hay escasez de supermercados que vendan productos frescos, como frutas y verduras.
Sin embargo, para el especialista Ariel Aguilar, del Centro de Estudios Hemisféricos y sobre Estados Unidos, en Cuba, el término es una construcción edulcorada para no reconocer cifras y datos que demuestran la real carencia de alimento en el país que se supone sea el mejor nutrido.
Aguilar explica que tal situación golpea con especial fuerza a los grupos tradicionalmente marginados como minorías étnicas, latinos e inmigrantes en general.
“Cuando uno visita cualquiera de los barrios de Estados Unidos donde se concentran esos grupos, el suministro de alimentos es de muy baja calidad y en ocasiones están vencidos, lo cual incide en enfermedades como le obesidad y la hipertensión arterial”, acotó.
Igualmente crece la inseguridad alimentaria, en una nación donde el 5,7 por ciento de los ciudadanos se ven obligados a cambiar sus patrones diarios de alimentación, provocando malestar en la sociedad.
Asimismo, la pobreza extrema, aparejada al hambre, se ha acentuado ya que 6,8 por ciento de los ciudadanos no percibe ni la mitad del dinero que el gobierno considera como límite en el que una persona vive en la indigencia.
Incluso bastante cerca de la Casa Blanca, en el área de Washington DC, el apartado alcanza al 10 por ciento de la población.
Lo cierto es que cada vez con mayor claridad, las estadísticas muestran las enormes brechas entre ricos y pobres, una de las principales causas de las protestas del movimiento de los llamados indignados de Ocuppy Wall Street.
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