Néstor Francia/Análisis de Entorno:
Machado contra la MUD
– Divisiones y subdivisiones
– Machado y Voluntad Popular
– No hay lealtades que valgan
– Subdivisión favorable
– Radicales de capa caída
– Derechito al 6D
– El oportunismo puede más
– Machado contra la MUD
– Terca como una mula
– Aumento de la abstención opositora
– Apareció “La Bicha”
– Como para coger palco
La división opositora es cada vez mayor. Ahora han aparecido las subdivisiones, un ramal nuevo de este camino espinoso que viene recorriendo ese ámbito de mediocridades. Ya se supo de la división de Copei. De las deserciones de personajes como Eduardo Gómez Sigala y Pastor Heydra también. Ahora aparece una importante subdivisión, la de la ultraderecha radical, que puede tener proyección estratégica. Es la que envuelve a María Corina Machado, junto a su grupúsculo Vente Venezuela, y al partido Voluntad Popular. Y podemos meter en esa olla también a JAVU, el grupete de Julio Rivas, aunque se trata más bien de una entelequia, sobre todo después de que los pescaron hace algunos meses y ningún opositor soltó alguna lágrima por ellos.
Al ser la oposición un cúmulo de ambiciones personales y grupales, no hay lealtades que valgan. Cada quien hala la brasa para su sardina, sin importarle si el arenque del otro se queda crudo. Vemos, por ejemplo, como la mayoría de los partidos que hacen vida en la MUD se han hecho de la vista gorda y han volteado para otro lado ante el caso de las malas compañías de Capriles, López, Machado y Ledezma.
En ese contexto, la subdivisión de los radicales puede ser muy favorable para la Revolución en los tiempos por venir, pues debilita a un sector que es el más decidido a acabar con el chavismo de raíz, a sangre y fuego y, de considerarlo necesario, con la ayuda de una intervención foránea.
Esta subdivisión se consagra con la zancadilla que le ha dado Voluntad Popular, el partido de Leopoldo López, a María Corina Machado. Atrás quedaron, al menos por ahora, los tiempos en que andaban agarraditos de las manos convocando a “La Salida” y provocando las guarimbas. Por supuesto, nadie dude que se juntarían de nuevo si les vinieran “tiempos mejores”, pues comparten la misma estrategia. Solo que en este momento la táctica radical parece estar de capa caída, más aun después de que la intención de provocar saqueos no les ha funcionado. Los electoralistas de la oposición han vuelto a tomar la sartén por el mango, en ese sube y baja táctico en que vive la derecha venezolana. Pocos dudan hoy por hoy que vamos derechito hasta el 6 de diciembre y que esa será la gran batalla política del año 2015.
El oportunismo ha podido más que la identificación estratégica y Voluntad Popular se ha plegado a la MUD luego de que funcionaron sus chantajes y se terminó de acordar la tarjeta única. Freddy Guevara, el segundo de López en VP, cobró lo suyo y dejó en la estacada a su ex socia Machado.
María Corina Machado, cada vez más amargada y aislada tras repetidos fracasos, ahora trina contra la MUD y se erige como voz cuasi solitaria de los radicales en Venezuela, pues sus bravuconadas solo tienen eco en Miami y en otras mecas del pintoresco autoexilio escuálido. Con desprecio, Machado llamó a la MUD “coalición electoral”, más como una ofensa que como una definición política y ha proclamado que la Mesa ha “subestimado la naturaleza del régimen”, mientras le reclama a esa plataforma el “No llamar al régimen por su nombre: una dictadura militarista y mafiosa”, así como el “no enfrentar al CNE con firmeza y denunciar sus trampas”.
Terca como una mula, Machado insiste en su planteamiento de “La Salida”, aunque trate de disimularlo o cambiar las palabras: “Maduro no va a cambiar sus políticas -por más que la oposición le diga lo que tiene que hacer-, por eso, hay que cambiarlo a él, lo antes posible”. Bien, lo “antes posible” es a mediados de 2016 solo si se diera un revocatorio y lo ganara la derecha. A menos que se hagan de la mayoría de la Asamblea Nacional y pretendan dar un golpe “constitucional” al estilo paraguayo.
Pero eso no se ve tan fácil, porque la Venezuela bolivariana es muy distinta al Paraguay de cuando Fernando Lugo. Aquí ardería Troya y sus alrededores.
Hasta ahora la MUD no le ha parado ni media bola a la rabieta de Machado, aunque esta, curándose en salud, se ha anticipado a probables críticas que vengan desde allí: “Cuidado… así razonan en el PSUV”.
Por supuesto, todos estos escarceos van a afectar la votación de la MUD, aunque no se puede saber todavía en qué medida. De todos modos, lo más probable es que las constantes zaragatas en la oposición se traduzcan en un aumento de la abstención de su base electoral.
Pero no se acaban con María Corina Machado las pesadillas de la MUD. Ahora asoma la cabeza un personaje muy peligroso, no por su influencia política sino por su lengua viperina que siempre ha tenido muchos adeptos entre los escuálidos: Berenice Gómez, alias “La Bicha”, quien lanza su candidatura de manera independiente en medio de amenazas contra le entente de la derecha: “Si no le tuve miedo al chavismo, menos le tendré a la oposición. No le temo al juramento que hizo Chávez en San Juan de Güere (se refiere así, con error, al Samán de Güere) así que tampoco le temeré a estas personas quienes forman parte de la unidad y del pacto del huevo frito” (así llaman algunos al combo de Acción Democrática y Primero Justicia). La Bicha ha amenazado con cargar contra los principales dirigentes de la MUD: “Si antes desenmascaré a todos los chavistas, ahora lo haré con todos los de la oposición” y aseveró que su objetivo primordial es “cantarle todas las verdades” a políticos como Henry Ramos Allup, Julio Borges y Ramón José Medina, y dijo que está “harta de sus abusos”. La cosa por esos lados está como para coger palco.
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