¿LA MUD ES LA MESA DE LOS UNITED STATES O LA MESA DE LOS YUNAIT ESTEITS?
Clodovaldo Hernández, en su artículo exclusivo para LaIguana.TV, escribe, que Aveledo quiso quitarse de encima la raya nacional de ser el cabecilla de una panda de traidores a la patria.
Por Clodovaldo Hernández
Cuando del carapacho abollado de la Coordinadora Democrática surgió la Mesa de la Unidad Democrática, el comandante Chávez, con su inigualable capacidad para chalequear a los adversarios, comenzó a llamarla MUS: la Mesa de los United States. Y lo pronunciaba, con su inglés irónico, la mesa de los yunait esteits.
Esta semana esa denominación ácida ha adquirido un renovado sentido, cuando la subsecretaria de Estado para el hemisferio occidental, Roberta Jacobson, declaró en una audiencia oficial ante el Congreso de su país que el gobierno de Barack Obama hasta ahora nos ha perdonado la vida a los venezolanos porque la alianza opositora le pidió una taima. O sea, pues, quedó claro una vez más que la Mesa y los US son como uña y mugre (más que todo mugre).
A mucha gente le pareció –simple y llanamente- que la declaración de la subsecretaria había sido, por sí sola, una prueba contundente del carácter pitiyanqui y vendepatria de nuestra oposición (es nuestra, nadie nos la puede quitar). Pero las reacciones que vinieron luego demostrarían que la cosa es todavía más retorcida.
Los jefazos oficiales de la alianza contrarrevolucionaria salieron raudamente a pronunciarse mediante un comunicado en el que trataron de demostrar que son la MUD y no la MUS. Pero lo que dijeron confirmó todo lo contrario. Ramón Guillermo Aveledo, un señor que se jacta de ser tremendo político, trató de explicar que ellos no han ido allá a Washington a pedir que sancionen al país. En realidad fueron a pedir que sancionaran al gobierno que el país eligió democráticamente… bueno, no a todo el gobierno, solo al Presidente y a los más altos funcionarios, es decir, esteeee… en fin. Hecha esa aclaratoria (¡qué aclaratoria!), Aveledo agregó una sub-aclaratoria: la MUS, ¡lo que digo!, la MUD, en el supuesto negado de que hubiese pedido tales sanciones, no solicitó luego la taima.
Intentémoslo una vez más a ver si entendemos: Aveledo quiso quitarse de encima la raya nacional de ser el cabecilla de una panda de traidores a la patria, esos que andan pidiendo que la mayor potencia económica y militar del planeta nos bloquee, nos sancione y (tal como la historia lo ha demostrado numerosas veces) termine lanzándonos unas bombas humanitarias con drones de última generación. Pero, al mismo tiempo, para salvarse de la lengua de la pata más disociada de la MUS (a la que le tienen pánico los no tan disociados), quiso eludir la presunta responsabilidad de haber intercedido para retrasar todas esas cosas que no pidió. “What do you said, Aveledo?”, le debe haber preguntado el agente secreto de enlace, desde las orillas del Potomac.
Es complicado, pero para entenderlo basta con regresar a la meridiana interpretación que hizo el comandante Chávez tan pronto como la serpiente de la Coordinadora Democrática se puso una nueva piel: esa tal MUD, es en realidad la MUS: la Mesa de los United States (de los yunait esteits, pues).
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