La pandilla
del negocio
Federico Ruiz
Tirado
Esta pandilla
que se encuentra al mando de la reacción neocolonial, no sólo como agente económico,
ni agitadora social, sino como vocera y decisora de la acción política de la
derecha, conspira frente a nosotros y a veces
desde las entrañas de nosotros.
La identifica
la depravación de su modo de producción de plusvalía y control hegemónico. La
pandilla ha convertido la conspiración, la Guerra Económica y de Información en
un negocio redondo. Una forma rentista de enriquecimiento insospechado. Al
recibir apoyos multimillonarios de las agencias de cooperación internacional de
la CIA, al hacerse ellos con el control de gobernaciones y alcaldías de alta
recaudación impositiva, pero –y aquí el dato alarmante- al continuar siendo los
principales importadores de bienes y los primeros proveedores de servicios de
construcción de grandes obras de infraestructura, banca, seguros, y
distribución y oferta al público de alimentos y medicinas, convierten este
complejo sistema de recaudación de divisas en una maquina perfecta de control
social y una plataforma segura de control hegemónico.
Se pagan y se
dan el vuelto: acaparan para importarle al Estado el papel toalé, obtienen
divisas para alimentar el mercado negro, licitan disfrazados en grandes obras para
enriquecerse, ganan elecciones para conspirar, usan dineros públicos para
comprar votos, convierten los cuerpos policiales en guardias personales, hacen
de la gestión pública un ejercicio de caja chica, se victimizan para recibir
apoyos internacionales mientras al interior de Venezuela tienen un demencial
flujo de caja para controlar los hilos del desabastecimiento, el dólar
paralelo, la guerra de información, el vocerío de los partidos de derecha, y la
operación comercial del empresariado rentista, eterno proveedor del Estado
Venezolano.
Y van a Roma a quejarse con el Papa Francisco.
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