noticiassin.com,
Por
Narciso Isa Conde
Mural de Siqueiros
El derrumbe del denominado
socialismo real y el subsiguiente auge del neoliberalismo, entre otros
fenómenos, derechizó en diversos grados y con ciertas peculiaridades, las
fuerzas políticas situadas en el centro-derecha, centro, centro-izquierda e
izquierda del espectro político-social, salvo honrosas excepciones.
·
Transfuguismo
inducido.
En
el contexto de ese fenómeno se desató una especie de transfuguismo inducido de
la izquierdas hacia las derechas; mientras los ideólogos mas hábiles y los
equipos más inteligentes del viejo y del nuevo campo neoliberal, diseñaron y
racionalizaron políticas de atracción y cooptación a estructuras del sistema, de
incorporación a sus partidos y entidades conexas y de designación en cargos
estatales… de figuras públicas emblemáticas y/o simbólicas de las izquierdas.
Tales
políticas, en los casos donde la capacidad de simulación y el maniobrerismo
político audaz lograron romper records en la materia, incluyeron la
utilización y manipulación de gestas, héroes y heroínas preteridas por
los viejos Estados de derecha sumergidos en la bipolaridad mundial.
La
idea era adornar los nuevos Estados de la era neo-liberal, especialmente
aquellas administraciones influidas por fuerzas de origen centristas y
centro-izquierdista, que fueron seducidas por el discurso posibilista.
Aquí,
en nuestro país, sin obviar ciertos antecedentes significativos durante
la administración PRD-Jorge blanco, ese ejercicio fue potenciado hasta el
“éxito sublime” por las administraciones del PLD-Leonel Fernández, su FUNGLODE
y otros mecanismos útiles para esos fines; continuando su despliegue en este
gobierno de Danilo Medina, que incluso más allá de lo estrictamente político y
del tema de las izquierdas, ha logrado incorporar a su staff a lo mejorcito del
empresariado mientras gobierna a favor de lo peor.
·
Motivaciones:
unas espurias, otras sinceras.
Además de ciertos/as
izquierdistas de fila, que tempranamente hicieron vida política en el Partido
Revolucionario Dominicano-PRD y luego en el Partido de la Liberación
dominicanas-PLD, se agregaron en grande las nuevas cooptaciones y crecieron los
casos de transferencias internas, unos protagonizados por renegados sin tapujos
y otros por ex-militantes de izquierda o de la causa anticorrupción, que se
cuidaron de no negar ni avergonzarse de su origen, ni resignar ciertas
posiciones éticas.
Los
móviles en esos “saltos de talanquera” fueron diversos en sus esencias,
espacios y tiempos:
-El
ascenso económico moderado que les permitiría dejar atrás fuertes limitaciones
materiales respetando ciertos principios morales.
-El
afán de hacerse ricos/as sin inhibiciones ético-morales.
-El
interés de una mayor prestancia o notoriedad política al margen de lo
económico.
-El
atractivo del reconocimiento de méritos históricos individuales y colectivos
relacionados con la gesta o el capítulo de lucha en que se participó.
-El
afán de promoción social o política, independientemente de las características
del régimen y del instrumento político; en periodos de mayor o menor evidencia
de su degradación política y moral y, en consecuencia, más o menos condenables;
en cargos o posiciones de mayor o menor responsabilidad.
No
han faltado en una parte de ese abanico de actores sociales y políticos las
frustraciones sinceras, los repliegues temporales, las inhibiciones… como han
abundado también los/as que perduran impertérritos/as farsa tras farsa,
corruptela tras corruptela, ajustes tras ajustes neoliberales, sumándose a
todas las bellaquerías…
Los
primeros tienden a reactivarse de nuevo cuando el relevo aparenta tener
vocación de adecentamiento y corrección de males.
Los
segundos permanecen siempre activos para lo peor y se queman por no despegarse
jamás de los desgobiernos.
·
De
Leonel a Danilo.
El
desplazamiento del ex-presidente Leonel Fernández por el actual Danilo Medina
le posibilitó a este último relanzar la política de reclutamiento de “adornos”,
tanto recurriendo a la cantera de los/as frustrados/as o inhibidos/as por
Leonel, como al sector de los que -sin esos antecedentes- lo creyeron capaz de
“corregir lo que está mal” y de “hacer lo que nunca se ha hecho”.
Danilo
le dio efímeros nuevos aires a la dictadura morada; mientras los “bonsáis”,
incorporados primero a la campaña y luego al nuevo tren oficialista, le dieron
oxigeno temporal a él
Adornos
de “izquierda” o centro-izquierda que le ayudan a crear una buena imagen a un
gobierno de derecha recién estrenado. Bonsáis que lustran temporalmente el
neoliberalismo empobrecedor y la partidocracia corrupta.
Adornos
que… o se “queman”, o se frustran. Unos, oportunistas de tomo y lomo; otros,
todavía apegados a ciertos principios morales y a visiones progresistas dentro
del capitalismo.
A
unos los “quema” la permanencia y la subordinación plena al
neoliberalismo, más cuando eso se traduce en notables privilegios y fuentes de
enriquecimientos, no importan los grados de silencio o de apoyo abierto a la
maldad.
A
otros los frustra la contradicción entre sus principios morales e ideas
políticas y las prácticas del gobierno y del Estado en que participan. Y si la
frustración es real, muchas veces concluye en ruptura soterrada o abierta.
Y
los hay que ya no adornan, pero que si confunden a los más incautos cuando al
tiempo de apoyar a Danilo -comprobado protector de los insignes ladronéeles y
su gran mentor- se presentan de buenas a primeras como acusadores de los
corruptos más vulnerables del gobierno anterior.
·
Simulación
vs. Reivindicación.
La reivindicación deseable no
se logra con pequeños gestos o pequeñas poses referidas al pasado, a la
herencia revolucionaria, o al martirologio familiar.
Exigen
posturas y acciones sintonizadas con la nueva creación heroica, sobretodo si a
esas personas se les ha visto acompañar por 17 años la podredumbre
gubernamental y sistémica, y el neoliberalismo atroz…
Si
coherentemente han medrado a la sombra del “intocable” Leonel Fernández y al
corrompido y corruptor Comité Político del PLD…
Si
los silencios frente a múltiples fechorías de las elites políticas,
empresariales y militares, la aceptación de privilegios en el ejercicio de las
funciones de Estado y de jugosas canonjías personales o familiares… se han
tornado ofensivas a la inteligencia de la sociedad.
·
¿Cómo
apelar dignamente a las herencias históricas?
No
me cansaré de decir que el compromiso revolucionario es como el amor de pareja:
se reafirma cada día y se nutre de la coherencia entre palabras hermosas y
hechos de similar belleza.
Apelar
al pasado ejemplar, a méritos históricos acumulados, a vínculos con la “raza
inmortal”, al heroísmo de “abril del 65”
o a las luchas libradas durante los “doce años” de Balaguer… para usarlas
exclusivamente como barniz o recurso de exculpación de un presente
cuestionable… no solo no es elegante, sino francamente inaceptable.
Las
apelaciones a hermosas herencias políticas personales, familiares o de grupos,
solo son éticamente válidas cuando se emplean para impugnar el presente que las
niega. Jamás podrían serlo si se usan desde la colaboración con ese presente
impugnable para hablar de sueños y luchas que no se practican.
A
nuestros próceres, héroes y heroínas, debemos asumirlas/as con la carga
subversiva de su ideario inconcluso y su condena prospectiva de las nuevas
raíces y nuevos protagonistas de la explotación, opresión, corrupción e
inmoralidades políticas de hoy.
Las
células trinitarias, los batallones restauradores, las gloriosas “gavillas” del
1916, las “trincheras del honor”, los comandos constitucionalistas, las
expediciones heroicas, las “escarpadas montañas de Quisqueya”… no están hoy
radicadas en las bajas cortes, en los curules de este infame Congreso y sus
barrilitos, en la degradada JCE…
No
están en el todopoderoso Comité Político del PLD y sus mecanismos subordinados.
Ni en las facciones corrompidas y neo-liberalizadas del PRD. Ni en los partidos
garrapatas. Mucho menos podrían servir para avalar la contemporización con esos
espacios putrefactos.
La
era neoliberal ha potenciado al extremo la capacidad de simulación en la
política, convirtiéndose en recurso muy usado por la nueva derecha representada
por una izquierda metamorfoseada por el sistema.
La
doble moral abunda en los nuevos inquilinos del poder neo-liberalizado y muy
especialmente en una parte de sus componentes atormentados por un
pasado digno y heroico que los persigue y acusa al verse pisoteado por sus
actuaciones recientes.
Y
proceden de esa manera porque perciben que ese pasado y sus herencias siguen
rentando, cuando no dinero, prestigio y respeto bondadoso e ingenuo de un
pueblo agradecido;
y cuando se agotan sus emanaciones, sienten que por lo menos
les ayuda a prolongar el “benéfico de la duda”, presente en el corazón de los
demás.
Por
eso, a todo el mundo hay que valorarlo, más aun a los “adornos” o “bonsáis” de
“izquierda” dentro de este Estado de derecha, por sus hechos, no simplemente
por sus discursos.
noticiassin.com,
26-11-2013, Santo
Domingo, RD
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