Carta para Clotilde.
Barinas,
16 de noviembre de 2013.
Recibe mi saludo
aunque no me conozcas. Te escribo desde el corredor de mi casa teniendo de
fondo el sonido ronco, repetitivo de una lavadora semiautomática de MERCAL,
entre olores de almuerzo casero y el calor del verano que se anuncia.
Toda la semana
estuve viéndote en fotos, vídeos y reportajes. Te envidié calladamente cuando
vi que ibas feliz, alborotada, espelucada, triunfante al fin en una batallita.
Llevabas tu pecho abrazado, protegido, como protegemos las mujeres todo lo que
vamos recogiendo en la vida para nuestra casa, para nuestros hijos, para nuestro barrio.
Tu batallita
Clotilde se suma a la de miles de humildes que están en la calle y otros no tan
humildes que se tapan la cara en las colas. Son miles de miles de batallitas
ganadas.
El día que te vi llevabas
en el regazo, lo que lleva cualquier mujer pobre del mundo. Un poco de trabajo,
un poco de diversión, algo para el disfrute de todos. Quizás una plancha para no apenar a un hijo con ropas
mallugadas, quizás una música para disfrutarla más allá de nuestras de nuestras
paredes, quizás un aparato raro que terminemos abandonando dentro de unos
meses. Así somos las mujeres.
Clotilde, cuando vi
la burla que pretendieron hacer con tu cara hermosa que se parece a cualquiera
de nosotros, pensé dos cosas. La primera, que era cierto lo dicho en la canción
del guariqueño Gino González: los pobres somos
y seremos siempre cara ´e culpables. Lo segundo es que el Presidente Maduro
cumplió la palabra como buen hijo de Chávez. Nicolás Maduro metió la lupa, el
bisturí, dio un golpe al hígado de la burguesía comercial que es la más
parásita de las burguesías.
Clotilde quiero que
digas a tus hijos que no se avergüencen. Quiero que le digas que a todos y a
todas nos toca cumplir un papel en la lucha por la dignidad y eso tiene sus
costos.
Hermana, nos
contaste por TELESUR que a ti te ha pasado de todo en la vida. Así es la
historia de los pobres. Nos pasan todas la vainas habidas y por haber en el mundo.
Nos corren. Se nos muere el marido o la mujer. Vemos un atraco. Se nos arrancha
un perro o una comadre en la casa. Se nos cae una pared. Pero en esta Patria de
Bolívar, Chávez y gobernada hoy por
Maduro, nos pasan más cosas todavía. Los pobres nos hacemos famosos. Nos sentamos
en la primera fila con la prensa internacional y la esposa del Presidente para lucir
como compañeras de trabajo, no porque tú parezcas ser la clásica esposa de un Presidente
sino porque ella parece ser una Clotilde como cualquiera de nosotras. Nos llaman a protagonizar. Nos sentimos
orgullosos y orgullosas de la vida que
hemos llevado. Llevamos la vida con dignidad.
Te cuento otra
cosa. La derecha que se opone al Presidente Nicolás Maduro hacía meses acusaba
al gobierno de tener a los pobres pasando necesidad. Que los pobres no podían
comprar nada. Ahora esa misma oposición protesta, se queja y hasta se burla de
que los pobres estemos comprando. Quién los entiende Clotilde?
Para la oposición y
la burguesía después de tu aparición, el saqueador y el saqueo son otra cosa.
Ya no es quien arranca una santamaría y se lleva todo lo que encuentra a su
paso en un establecimiento comercial, sino que saqueo es la compra pagada y
facturada de cualquier producto realizada por pobres incitados por Maduro. Que
arrogancia verdad Clotilde? A los pobres nos pasa de todo. Y en la revolución
bolivariana conducida por el presidente maduro pasa y pasará más.
Te dejo mujer … voy
a sacar la ropa para aprovechar el solcito veranero.
Un beso.
Yarisma Unda.
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