Sentir Bolivariano
MASACRE
I
Adán Chávez Frías
Siglo XX, 1982: Corrían
los años del Gobierno Social-Cristiano encabezado por Luis Herrera, quien había
sido electo en diciembre de 1978, después del desastre social-demócrata de
Carlos Andrés Pérez, en su primer periodo (C.A.P.). En aquel gobierno se
realizó la “nacionalización”
petrolera, dentro de una política económica entreguista y hambreadora, es
decir, ceñida a los intereses de las transnacionales imperiales; sucedió la
extraña muerte del candidato opositor Renny Ottolina. Más tarde CAP fue acusado
de corrupción por el tristemente famoso caso del Sierra Nevada.
Este humilde
escribidor era ya, en ese año 1982, personal académico de la Universidad de Los Andes (U.LA.), en la Facultad de
Ciencias, Departamento de Física, de donde había egresado hacía unos 3 años
atrás. Veníamos, desde los años de estudiantes, militando en el partido de la
Revolución Venezolana (P.R.V.), cuyo secretario general era el mítico comandante guerrillero Douglas Bravo. Fueron años de
intensa actividad política en el país: el
bipartidismo imponiéndose a “troche y moche”; la izquierda dividida, perseguida
e infiltrada; muertos y desaparecidos
como nunca.
Uno de los partidos
supuestamente de izquierda, de ultra izquierda se decía, era Bandera Roja (BR).
Sin embargo, ya en esos años se comentaba que su secretario general, Gabriel Puerta,
era agente de la C.I.A., y que era responsable de las delaciones que luego
concluían con allanamientos, desapariciones y muertes. En los pasillos de la
ULA, igual que en las demás universidades del País, se oía, cuando teníamos
reuniones de trabajo para programar acciones conjuntas relacionadas con la
lucha estudiantil: “Mosca con los de
Bandera, esos de cada diez, ocho son policías”. Nunca se pudo comprobar
completamente esa conseja, pero la historia posterior parece abrir las puertas
a la verdad: BR de la ultra izquierda a la ultra derecha; la única explicación
posible y lógica, es que efectivamente siempre fueron, sus principales
dirigentes, un grupo del enemigo de la revolución infiltrados con el disfraz
del ultraizquierdísmo, engañando gente honesta y con deseos de lucha, sobre
todo a jóvenes de la época, como los de Cantaura, con el objetivo fundamental
de frenar cualquier posibilidad de avance de las fuerzas revolucionarias.
Ahora bien, la parte
más consciente y menos infiltrada de nuestra izquierda, seguía buscando salidas.
Ya habíamos avanzado en la conformación de un movimiento cívico-militar, tesis
que se venía debatiendo simultáneamente en varias organizaciones políticas,
como el PRV. Tenía vida propia en los cuarteles de la patria el MBR-200, siendo
uno de sus principales dirigentes Hugo Chávez Frías; y ya existía la conexión
necesaria con el PRV y otras organizaciones de la izquierda venezolana; es
decir, ya existía ese movimiento cívico-militar con un claro proyecto de
liberación de la patria, teniendo como base fundamental el proyecto liberador y
unificador del padre Simón Bolívar. Fue 1982 el año del juramento, por parte de
cuatro (4) capitanes del ejército venezolano, en el samán de Güere. Allí,
emulando a Bolívar, juraron no dar descanso a sus brazos ni reposo a sus almas,
hasta lograr la Independencia definitiva de la Patria. Como sabemos, Hugo Chávez era uno de ellos. Hoy,
31años después, tenemos esa Patria independiente; y nos corresponde a nosotros,
los herederos del legado de Chávez, preservar y consolidar el bien más preciado
que hemos logrado en estos años de Revolución Bolivariana: la Independencia
Nacional. Hay mucho que recordar,
relacionado con el rescate de nuestra memoria histórica, como parte de los
estudios y análisis que nos permitirán continuar fortaleciendo la conciencia
revolucionaria. En próximas entregas insistiremos en estos temas…
II
Muy importante para
nosotros, revolucionarios y revolucionarias, tener muy presente hechos como el
del 04 de octubre de 1982: la Masacre de Cantaura. Ese día, la vieja DISIP con
algunos efectivos del ejército venezolano, asaltaron y asesinaron a un grupo de
jóvenes que habían sido convocados a formar un “campamento guerrillero”.
Veinticinco (25) muchachos y muchachas se reunieron engañados, para luego ser
acribillados en las cercanías de la población de Cantaura, Estado Anzoátegui.
Los jóvenes allí reunidos,
eran militantes de B.R. y fueron convocamos a este campamento directamente por
el Secretario General de la Organización, Gabriel Puerta (el mismo que continúa
dirigiendo ese partido, ahora abiertamente de ultraderecha). Estos muchachos y
muchachas, con sus morrales, sus libros y sus sueños, fueron delatados por los traidores
infiltrados en la organización. Ellos, sin ninguna preparación militar, sin
armas de ningún tipo, fueron emboscados y bombardeados desde las primeras horas
de aquella mañana del 04 de octubre. Todos y todas fueron asesinados; no quedó
nadie con vida, fueron ajusticiados con “tiros
de gracia” en la nuca. Se supone, que algunos heridos y rendidos fueron
masacrados sin ninguna consideración.
Así como este, hubo
otros hechos similares como parte del plan del bipartidismo de la IV república,
siguiendo los mandatos del imperio, de borrar del mapa cualquier intento de las
fuerzas políticas de izquierda por rescatar a la patria de esas fauces
imperiales. En aquellos años pensaban que lo habían logrado, que se consolidaba
la democracia representativa y burguesa. Pero no contaban con el 4F y el
Comandante Chávez, que aquel día permitió que se abrieran de nuevo las puertas
de la esperanza cuando dijo: “…definitivamente
el País debe enrumbarse por un destino mejor…”; y dejó bien claro, en ese
momento, que solo POR AHORA no se lograron los objetivos planteados. Y aquí
vamos, con el morral de Chávez y el de cada uno de los caídos en esta larga
lucha, consolidando Patria. Nada ni nadie podrá detenernos en nuestra
construcción Socialista. Gloria eterna a los mártires de la lucha
revolucionaria!!...
¡¡Chávez vive…. La Patria sigue…!!
¡¡Hasta la Victoria Siempre...!!
Barinas, 7 de Octubre
de 2013
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