El Legado de Chávez
Nelson Montiel Acosta
El
legado de Chávez consiste en la herencia política, ideológica, humanista y
patriótica que nos dejó a los revolucionarios el comandante supremo Hugo Chávez
Frías. En su trayectoria vital se empeñó en convertirse en un paradigma para
enfrentar el capitalismo salvaje, sus tentaciones y sus agresiones permanentes. Cuando nuestro comandante llegó
al poder la burguesía putrefacta de este país le envió su corte de adulantes
formado por los Otero, que hicieron su fortuna fundacional en el gobierno de
los Monagas en el siglo diecinueve a la sombra del nepotismo político,
apoderándose de las mejores tierras del
oriente del país. Allí estaban los Ramia, Los Miquelena, Los Quijadas y el
converso de Alfredo Peña con la misión de enseñarle al teniente coronel el
discreto encanto de la burguesía, así lo hicieron con Paez los miembros de la
oligarquía conservadora que odiaban a Bolívar, con Guzmán Blanco los Matos y
con Cipriano Castro los Mendoza. Chávez prefirió ser el vocero de la pobreza
rural de este país y nunca ocultó su procedencia, sus tradiciones, sus
preferencias culinarias, su familia, sus amigos; desde estas lealtades construyó su arsenal simbólico para enfrentar
a la burguesía apátrida, que reniega de sus orígenes, se avergüenza de haber
nacido en este lado del continente. Para ser heredero del Legado de Chávez hay que ser leal a un pueblo que ha
sido despreciado históricamente por esa burguesía apátrida.
También
fue tentado por los corruptos que le ofrecieron bienes para que asegurara su
vida después que dejara de ser presidente, así lo hicieron con Pérez Jiménez
sus adulantes, quienes le comenzaron a abrir cuentas en dólares en el exterior,
a tentarlo con bienes, con lisonjas y éste
mordió el anzuelo, huyó con su avión cimbrado de riquezas el día que los
gringos lo sacaron del poder. Chávez nos dio el ejemplo, ni siquiera aceptó su
sueldo de presidente de la República, tenía su pensión de teniente coronel en
la honrosa situación de retiro, cuyos fondos donó en varias oportunidades a
instituciones de beneficio social, al final de su vida ni siquiera poseía casa
de habitación, murió en la ley que nos legó Simón Bolívar. Los corruptos, los ambiciosos y los adulantes
jamás y nunca pudieran considerarse herederos del legado de Chávez.
Nuestro
comandante nos legó el empeño de la Constituyente de manera permanente, que nos
permitiera abandonar cualquier tentación reductiva del poder como dominación de
unos pocos. Antes de Chávez, en nuestro país una minoría ejercía el poder en
todos sus ámbitos irrespetando los mandatos del pueblo. En ese sentido nuestro
comandante nunca dio concesiones: Constituyente o nada. El poder Constituyente
es la potencia del pueblo, el pueblo decide su destino, las instituciones son
la viabilización de esa voluntad. Cuando un dirigente se atornilla en una
institución y le pone su sello personal, entra en un proceso de corrupción
política. Los que se aferran al poder por dominación no pueden ser considerados
herederos del Legado de Chávez, así como quienes son elegidos y defraudan el
mandato de un pueblo. Es necesario mandar obedeciendo al pueblo que es la
voluntad originaria constituyente.
El
comandante Chávez nos legó la lucha por la inclusión sin excepciones de ningún
tipo. Reivindicó nuestras comunidades indígenas originarias y afrodescendientes
despreciadas y explotadas por la oligarquía racista. Visibilizó la
sexodiversidad sin ambigüedades, sin menosprecio. Incluyó a las compatriotas
con diversidad funcional que estaban invisibilizados con el concepto despectivo
y lacerante de incapacitados. Le asignó sin discriminaciones sus merecidas
pensiones a los adult@s mayores que cobraban miserias simbólicas en la cuarta
república. Nos dejó una ley familiar de los trabajadores y trabajadoras que nos
permite avanzar hacia el poscapitalismo
y se empeñó en dotar de viviendas dignas a l@s excluid@s del capitalismo. Lucho
incansablemente contra la discriminación femenina, avanzando como nunca en la
equidad de género, en el respeto de la condición femenina. No son hereder@s del Legado de Chávez los que
sean capaces de excluir a la gente por alguna condición. Todos nuestros
esfuerzos deben ser orientados a revertir cualquier tipo de exclusión. Es un
legado y un mandato para los revolucionari@s.
También
nos legó una ruta para consolidar nuestra conciencia revolucionaria en un
esfuerzo de pedagogía política intensa, en sus discursos, en su prédica. Las
rutas de la necesidad de dirigirnos a una sociedad poscapitalista enfrentando
la lógica del capital, anteponiendo el valor de uso de nuestras necesidades al
valor de cambio y a la mercantilización que le impone el capitalismo. La necesidad de revertir las relaciones de
producción del capital para ser trabajador@s libres de la explotación alienante. En ese esfuerzo
de síntesis de su pensamiento que está en el Plan de la Patria condensó sus
propuestas para transitar los comienzos de este siglo. Conservar nuestra
independencia como prioridad, sino somos independientes, descolonizados
política, económica y culturalmente no podremos ser jamás libres y soberanos.
Sino consolidamos el socialismo, que se expresa en el vivir bien de toda la
gente, sino potenciamos nuestra economía en la región superando las
vulnerabilidades en conjunto con nuestros aliados, tampoco podremos enfrentar
la hegemonía imperialista, sino cambiamos el relacionamiento unipolar capitaneado por
los gringos, por relacionamiento multipolar con alianzas con los pueblos que
adversan el modelo del capital, tampoco llegaremos a ninguna parte, sino cuidamos
nuestro planeta de los excesos del capitalismo nuestro futuro será incierto y
las guerras sucesivas serán por el agua, por el oxígeno, por la biodiversidad,
por el verdor. Ese es el legado no basta vestirse de rojo y lanzar consignas se
necesita tener conciencia y conducta revolucionaria para ser digno heredero del
Legado de Chávez.
El comandante Chávez consolidó un valor
fundamental : el amor a la patria, descorriendo la historia que nos había
sembrado la oligarquía durante siglos que la patria eran los ricos, la patria
es la gente, es la patria grande latinoamericana y caribeña que heredamos del
Legado de Simón Bolívar, ¡Padre la Patria Grande! . No es suficiente que
nosotros logremos el buen vivir, el socialismo, la equidad si nuestros
compatriotas de América Latina y el Caribe siguen aplastados por el
imperialismo. Nos legó la doctrina de la Defensa Integral de la Patria, donde
la corresponsabilidad de la defensa de la nación recae en todos sus habitantes
y no solo en la fuerzas armadas, como era en la cuarte república. Pueblo
alistado, pueblo entrenado, pueblo movilizado, pueblo en resistencia para la
defensa de la patria en el más amplio concepto. El que no quiera a la patria,
jamás y nunca podrá considerarse heredero del Legado de Chávez, porque luchó
por la patria, por los excluidos de su patria hasta el último respiro.
Para resumir quienes conspiren
contra los intereses de la patria, quienes defrauden el pueblo que los elige
para cumplir con sus mandatos desde sus cargos, los corruptos, los excluyentes
están muy lejos de ser herederos del Legado del Comandante Chávez. Se necesita
poseer una clara conciencia revolucionaria, un desprendimiento de las
tentaciones del capital, un sentido del valor supremo de las luchas por la
patria para considerarse digno heredero del patrimonio o Legado de Chávez
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