AL BORDE DE LA GUERRA (*)
Marcos Domich
Apenas ha comenzado el año en el que menudearon las felicitaciones y deseos de paz, el imperio se ha encargado de aguar la fiesta. Instiga violencia, intervención y guerras., sin importarle que éstas pudieran provocar el uso de armas nucleares. Dice haberse retirado de Irak, pero la verdad es que ha dejado todavía algunos miles de soldados y mercenarios (seguridad privada y contratada) para contribuir a “mantener el orden y la paz”. Sin embargo, apenas unos días después de la retirada, la violencia ha cobrado cerca de 100 víctimas mortales y centenares de heridos en Bagdad y el Sur del país. Continúa la violencia en Afganistán donde participan directamente tropas de EUA y la OTAN. Continúa la injerencia en Siria donde cada día se detecta el contrabando de armas para dotar a los mercenarios que actúan a órdenes de potencias extranjeras. Hay también una campaña para que Turquía, por un lado, y los países de la Liga Árabe por otra, planteen una serie de exigencias al gobierno de El Assad. Mas no pretenden ningún papel mediador; no presentan ninguna exigencia a la llamada “oposición” radical”. Si en Siria no han intervenido directamente tropas de OTAN es gracias a la firme actitud de la R.P. China y Rusia que no han cometido el error de aprobar “una zona de exclusión aérea”. Tienen la dura experiencia de lo sucedido con Libia donde para doblegar a Gadafi bombardearon matando 50.000 personas. Gadafi mismo fue asesinado.
Pero no son Siria, ni Afganistán o Irak los puntos de mayor tensión y peligro. Donde puede estallar un conflicto de imprevisibles consecuencias, de consecuencias mundiales, es en Irán. El juego bélico que está haciendo los EUA, secundado por toda la OTAN, está poniendo los pelos de punta a todo el mundo, a toda la gente que juzga lo que está detrás de la noticia. EUA ha aprobado nuevas sanciones, por supuesto unilaterales, contra Irán. Ha prohibido a sus compañías negociar con los persas, comprar su petróleo y ha presionado a la Comunidad Europea para que, desde el 30 de los corrientes, bloquee su comercio con Irak y deje de comprarle petróleo. Una medida, política y absurda, más que económica. La mayor parte del petróleo iraní lo compran China y la India, sin incluir a otra cantidad de clientes. Pero la gravedad de la situación estriba en que Irán ha amenazado con cerrar el estrecho de Ormuz, por donde pasa, según se calcula, el 40 por ciento del petróleo que se produce en el Oriente Medio. Los EUA, provocativamente, han enviado buques de guerra y entre ellos un poderoso portaviones. El Gral. iraní Ataolá Salehi, pidió a los estadounidenses que lo retiren. Estos se han negado y dijeron que continuarán su presencia allí. Por su parte Irán está reforzando su seguridad y realizó maniobras militares. Rusia y China han dicho “no toquen a Irán, puede haber un conflicto de proporciones nucleares”. Ajmanideyad rompe el cerco diplomático que quieren imponerle y visita Venezuela, Cuba, Ecuador y Nicaragua.
A la tensión empuja la crisis económica de Europa y los EUA y también las elecciones yanquis. Una irresponsabilidad total, pero la salida capitalista/imperialista es la guerra. Mas también hay un movimiento pacifista fuerte como nunca antes. Creemos que se impondrá la razón.
(*) Publicado resumido en “OPINIÓN” de Cochabamba (7-01-12)
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