¿Pandemia perpetua?
Roberto Hernández Montoya
Esta cuarentena induce el silencio atronador del cambio de paradigmas. Demasiada gente no piensa porque no tiene tiempo, pero ahora estamos en un convento de clausura planetario.PUBLICIDAD
Desde el derrumbe soviético el neoliberalismo se irguió como devoción. Religión sin poesía, su ídolo es la insolencia y el lucro descarado su fetiche. El coronavirus está siendo la catástrofe del neoliberalismo. Y es grotesca su agonía. Boris Johnson busca inmolarse ante el altar del capital, se burla, se expone para demostrar su nulidad y que no se justifica la cuarentena general, que la economía debe primar porque la recesión es más mortífera, que más bien conviene un contagio masivo para que la población se inmunice. Hasta que cayó en terapia intensiva por el virus que subestimó. La lengua castigó su cuerpo. Ojalá viva muchos años y no se vuelva el primer mártir del neoliberalismo, junto con el Príncipe Carlos. By the way, God save the Queen!
La OTAN y la Unión Europea se descalabran cuando quien auxilia a la Europa doliente son nada menos que la China Roja, la Rusia esteparia y la Cuba bloqueada. Para colmo desatan una repugnante rebatiña de equipos médicos. Un acto de guerra. La OTAN solo sirve para cubrir una invasión gringa, en una Europa ya ocupada militarmente desde la II Guerra Mundial. Ahora hay 20 000 nuevas plantas insolentes profanando el sagrado suelo de sus patrias. Lógica imperial, igual hicieron con la martirizada Haití cuando el terremoto le tronchó 300 000 vidas. Igual querían hacernos cuando el Deslave de 1999 y también ahora, con un pretexto que no mencionaré porque es ridículo.
Hace años no hablamos de las situaciones límites, esos entreveros que nos ponen
ante los bordes
ante los bordes
de la existencia y nos enfrentan a la nada, la muerte, el no-ser. El hoy olvidado
Karl Jaspers nos
Karl Jaspers nos
lo dijo hace 101 años, al término de la Primera Guerra Mundial y en plena Gripe
mal llamada Española.
mal llamada Española.
En Venezuela no tuvimos guerra pero sí gripe y Gómez.
Cien años después estamos venciendo dos virus igualmente mortíferos: el de la
corona y el bloqueo
corona y el bloqueo
financiero —y ahora militar también— del Estado profundo del Imperio.
La humanidad tendrá que redefinirlo todo, el Todo. Propongo que empecemos por
el tiempo, ahora
el tiempo, ahora
que nos está desbordando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario