HORA DE CAMBIOS

Eliminar los ejércitos para hacer la más hermosa de las batallas
Carlos Angulo
Del Libro: A Saber

2015-2016. Editado por Estrella Editorial. Guatemala.

Cuando los solos colectivamente se junten a conciencia, para hacer de la soledad un arma capaz de devastar todo poder hegemónico, sin un disparo seremos vanguardia de otro mundo. Un día cualquiera nos retiraremos de la mercantil vida cotidiana y nos declararemos en huelga de soledad colectiva indefinida de sus productos. Valoraremos más la soledad como política, que la manipulación de lo gregario y de uno en uno, no saldremos más, hasta que se les pudra todo aquello que nos condicionaron, incluso en dolorosas colas interminables, a comprar deslealmente, incluyendo aquello que como una burla más nos han vomitado reiteradamente en nuestra cara, los malditos usureros esos: la obsolescencia planificada.
La medida útil de todas nuestras acciones se expresará en que obedecen a los intereses de lo que somos como pueblo. Lo mediático y sus acólitos tarifados tendrán que adularnos para que salgamos, y no los dejemos solos en su hambruna descerebrada, y sin trabajo adulante. A quién venderán, dónde comerán, quién le levantará la carga, llevará las maletas en su huída, le destapará sus cañerías y le cantará en la fiesta de sus plusvalías. Ya no hará falta transporte público, ni publicidad para estafarnos, ni fábricas para la alcurnia, ni congresos o asambleas para incautos ni democracia para dictarnos las reglas de este mundo miserablemente ajeno, y menos convocar el excesivo desgaste y gasto ovejero de las concentraciones y las marchas, que harán falta quizás, para otro tiempo celebrativo.
No dejes de regar solitario la siembra que nos han declarado la guerra, pero estamos cerca. La cosecha para cada quien que siembra está por comerse y diversificarse con los nuestros. Veremos de qué pobres se sostendrán las altivas ciudades del Este. Ni quien amará más la leña y sus brasas y les servirá a su ego y a su hambre. La soledad sin llanto era el principio y el fin de una alegría distinta, hasta que llegaron los ávaros a fundar imperialmente con el plagio y monopolio de dios, a costa de vivir dominando con tristeza y mala suerte a los nosotros Digan pues, cuándo comenzamos, para que vean de qué debilidad está hecha la soberbia de las oligarquías y dónde verdaderamente están las armas afectivas, que nos sobran para ser gente