Por Harold Cárdenas Lema/La Joven Cuba.-
“Y el cuervo dijo: nunca más” Edgar Allan Poe
Cuba ha cambiado mucho en los últimos años, la isla que durante mucho tiempo estuvo suspendida en el tiempo, además de sobrevivir ha comenzado a moverse. Hay situaciones que ya no pasan inadvertidas y dinámicas que no funcionan igual. Por eso, cuando el Estado anuncia el cierre de las salas de juego y los cines 3D, la respuesta que recibe es una desaprobación general.
Ya no basta con gobernar a nombre del pueblo y por sus intereses, los políticos deben recordar qué significa gobernar con el pueblo, teniendo en cuenta su opinión y utilizando canales más transparentes de los que utiliza nuestro Partido para medir los estados de opinión. Las redes sociales y los blogs pueden ser uno de estos mecanismos, pero hacen falta más porque los empoderados de las nuevas tecnologías siguen siendo pocos. En fin, quien haya estado conectado estos últimos días habrá sido testigo de las fuertes críticas que se han hecho a la nota informativa publicada en el Granma el pasado sábado.
Lo primero que habría que preguntarse es si este es realmente un tema tan prioritario, mientras nos dedicamos a debatir sobre cine hay muchas cuestiones más emergentes que laceran al país y sin embargo no aparecen en las portadas de nuestros periódicos, ni provocan medidas tan inmediatas. Como la corrupción en las grandes empresas o la indisciplina social generalizada en tantos y tantos aspectos de la sociedad.
Los cubanos tendrán que despedirse del 3D inmediatamente y a partir del 31 de diciembre renunciar a comprar ropa importada, es decir, a partir del 2014 seguimos en 2D y comprando ropa bastante cara y de mala calidad en las tiendas recaudadoras de divisas, o caemos en la ilegalidad, las opciones son pocas. Yo creo conocer a los cubanos, primero pasa un camello por el hueco de una aguja, antes que renunciemos a la tecnología o la ropa barata.
En la referida nota informativa se le reclama a los cines 3D que incluyan un servicio gastronómico. ¿Será resentimiento? Ese valor agregado que estas salas han logrado le resulta imposible o muy difícil a la gestión estatal, yo creía que esa era la intención cuando se organizó el trabajo por cuenta propia: liberar al Estado de una carga innecesaria. O, como dice un colega: ¿El 3D y las salas de juego son “sectores decisivos para la economía cubana”? ¿Me perdí algo?
[Artículo relacionado: Nota Informativa]
Espero con ansias que llegue ese momento feliz en el que vea que estamos acompañando decididamente el desarrollo tecnológico sin llegar a dar pasos en el sentido contrario. A veces pareciera que el país está siendo dirigido por dos partidos, uno revolucionario y otro conservador, por eso se hace tan importante la participación activa de los cubanos en los acontecimientos que están ocurriendo. No he encontrado a una sola persona en la calle que esté de acuerdo con la medida, cualquier político inteligente sabe que esto tiene un costo político alto, ¿vale la pena?
Una vez más, reitero que prohibir es el camino fácil, es botar el sofá por la ventana sin medir las consecuencias, detrás de cada cine cerrado hay personas que han quedado sin trabajo y no se puede esperar que estén muy felices al respecto. Días atrás escribí que la prohibición para vender ropa importada era un paso atrás, ya no me parece tanto así. Aquella y esta medida son simplemente la reacción estatal ante fenómenos que eran impredecibles cuando se autorizaron los trabajos por cuenta propia, pero en vez de prohibirlos, la solución es canalizarlos.
Y si esto es difícil, o no se puede, ¿resulta tan difícil que un funcionario de la cara en la televisión nacional explicando cuáles son las variables que influyen sobre este fenómeno y lo hacen tan difícil? ¿Cuándo será el día que veré a un ministro en una rueda de prensa explicando un asunto complicado? En un estado socialista, tiene que haber más comunicación que nunca entre el Estado y el pueblo. Algo me dice que el secretismo nos ha hecho más daño que la fuga de información sensible.
Escribir un post criticando algo resulta fácil, quizás existan variables que no conozca y obliguen a tomar esta medida, quizás estoy exagerando un asunto que en lo personal me parece que va más allá del 3D, la ropa o las salas de juego. El punto es que siempre escribimos desde la ignorancia, desde la falta de información porque los encargados de darla son bastante parcos al respecto.
La Revolución no depende de las salas 3D, los juegos de computadora o la ropa importada, pero no podemos perder la perspectiva de lo que hay detrás de esto y sí define el futuro de nuestro país. Los políticos que están detrás de decisiones así son los que tienen en sus manos el rumbo del país y dentro de poco ocuparán los principales cargos de dirección, por eso debemos estar atentos y no dejar pasar errores que en el futuro podrían multiplicarse.
Todos los días los cubanos hacemos la cola del periódico, escuchamos la radio y vemos la televisión nacional esperando encontrar buenas noticias, que la toma de decisiones nos favorezca. Los últimos años han sido halagüeños en este sentido pero la deuda con nosotros mismos y nuestros sacrificios sigue siendo grande. Yo espero que algún día, como dice la profesora Milena Recio: tengamos decisiones políticas en 3D.
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