ELGUIÓN
LIBIO EN VENEZUELA
Por
los rasgos de la actual sedición urdida contra la Revolución Bolivariana de
Venezuela, se está ante un guión similar
al aplicado por el imperialismo mundial contra la Revolución Verde de Libia en
el 2011.
El
Presidente Evo Morales de Bolivia ha declarado que los orígenes del plan contra
la estabilidad de la República Bolivariana de Venezuela, están en la Casa
Blanca.
El Plan Balboa proyectado por el pentágono
desde el año 2001para invadir el territorio venezolano, destruir el vigente
Estado bolivariano y derrocar el gobierno revolucionario está activado. Nunca
se desechó, se ha mantenido solapadamente para dar el zarpazo artero y cruento
en el momento exacto.
Desde
los tiempos dramáticos de la enfermedad
del Comandante Supremo de la Revolución Bolivariana Hugo Rafael Chávez Frías, la contrarrevolución aupada, financiada y equipada por los Estados
Unidos y otros Estados reaccionarios de la Unión Europea; como España, Francia y el Reino Unido se han conjurado
para motorizar un nuevo golpe de Estado.
Las
fuerzas siniestras del golpismo, agazapados en el ilusorio escenario de un
triunfo electoral de Capriles sobre el Camarada Presidente Hugo Chávez, el
pasado 7 de octubre y, a su partida de entre nosotros, sobre Nicolás Maduro continuador de la obra
del libertador contemporáneo de
Venezuela, en los recientes comicios del 14 de abril; tenían establecido un
libreto de conspiración, desestabilización, violencia y muerte.
Con
la insidia perversa de la corporación mediática patrañera sembraron falsedades,
incertidumbre e impugnaron al Consejo
Nacional Electoral (CNE), al no firmar el compromiso de reconocer los
resultados de las elecciones. En seguida
desconocieron al “árbitro” de la contienda y estimularon la especie de una apócrifa parcialidad,
un fingido abuso y acusándolo de
supuestas infracciones constitucionales, al desconocer los resultados de la
elección.
En toda
la línea de comportamiento del comando antichavista está el arrebato sedicioso al arremeter contra
el CNE, que es el juez y autoridad del Estado en materia eleccionaria.
Con
1 voto más que el contrincante se gana la elección y 265.000 votos de
ventaja es mucho más que 1. Nicolás
Maduro Moros obtuvo un 1.78% más que el candidato “escuálido”, por lo tanto
salió victorioso en la contienda.
La
“contra” “amarillenta” venezolana está retratada en su accionar tenebroso de
terrorismo y muerte, a lo largo de 14 años de Revolución Bolivariana. El odio
trastornado ha dominado a sus cabecillas y les ha hundido en el fango de la mentira,
la demagogia, la confabulación y los ha llevado al macabro delirio de la
violencia y el estrago.
El Proceso
Revolucionario y su institucionalidad respaldada en la Constitución Bolivariana,
ha efectuado unas 18 elecciones y
consultas, la revolución quedó en desventaja sólo en el referéndum de la
reforma constitucional, por un estrechísimo margen de 30.000 sufragios y aceptó los resultados franca y dignamente.
Con
la mentira y el envenenamiento del espíritu, la oposición “majunchista”, ha
perdido 17 elecciones en 14 años y Henrique Capriles dos en 6 meses. No
pudieron en ningún momento derrotar la Revolución en el campo político e
ideológico. Se han especializado entonces en el golpismo, la sedición, el
complot y el caos.
Pero,
el sabio y bravo pueblo venezolano también les ha aplastado en sus
intentonas desestabilizadoras, ha
barrido las “guarimbas”, ha derrotado las maniobras intervencionistas, y
doblegado las hordas golpistas.
Hoy
vemos las garras de otro golpe de Estado asomando en los tentáculos de la
reacción oligárquica. Con subterfugios al recusar lo datos de la elección y
rechazar la proclamación de Nicolás Maduro Moros como presidente electo. Con la infamia
al CNE y la ofensa a la ética de la institucionalidad Capriles y sus secuaces están instigando al odio, a la agresión, al desgobierno, a la
provocación, a tronchar la vida de gente humilde.
Los
tumultos en carretas y plazas, el tiroteo de personas indefensas con armas de fuego, la
destrucción e incendio de propiedades, vehículos y residencias de compatriotas,
el ataque brutal a centros de salud, a pacientes y personal médico venezolano y
de las Brigadas de cooperantes Cubanos y
cubanas, la arremetida contra instalaciones de Mercal y de la Productora y Distribuidora Venezolana de
Alimentos (Pdval), y el asesinato de decenas de
venezolanos y venezolanas; es responsabilidad de Capriles Radonsky y el Comando
antichavista.
La
campaña imperialista contra la revolución latinoamericana y los planes maquinados
para remover el Gobierno Revolucionario Bolivariano está arrastrándose como bestia
ponzoñosa y criminal. Los signos de guerra de cuarta y quinta generación están
a la vista en el terreno de los hechos.
El
imperio y sus cadavéricos esbirros esgrimen sus armas macabras. Una masa crítica de
contaminación y distorsión mediática, el amotinamiento de sectores sociales
manipulados, disturbios, sabotajes y
estragos generados por grupos de mercenarios y delincuentes remunerados.
Politicastros
corrompidos y pseudo-dirigentes sociales amparados en ONGs “defensoras de
derechos humanos” pretendiendo legitimar la trama ante organismos
internacionales.
Montar
las condiciones para tratar de motorizar una “guerra civil ficticia” como
plataforma para una invasión militar extranjera comandada por Washington.
El
complot se cae por sí solo, no tienen argumentos políticos ni forma de
sostenerlo ante la opinión pública
internacional y mucho menos ante el pueblo venezolano.
La
rebelión es un derecho de los pueblos para exigir el cumplimiento de derechos
inalienables. El Caracazo en 1989 durante el gobierno de Carlos Andrés Pérez fue
una revuelta por hambre y el derecho a
la sobrevivencia de los más humildes.
Hoy
las pandillas fascistas, en Caracas y otras ciudades de Venezuela, arremeten
contra las instalaciones de los supermercados populares donde el pueblo
trabajador tiene el derecho a adquirir alimentos subsidiados.
Los
grupos violentos, merodeadores y cuadrillas de facinerosos arrasan oficinas del
PSUV, Centros de diagnóstico integral (CDI) que representan el proyecto de
punta de la salud comunitaria, salud como derecho real y universalizado en las
Misiones Barrio Adentro y, otras entidades públicas que desarrollan el derecho
a la educación, al deporte, a las artes, e instalaciones estratégicas de
suministro de energía y producción agrícola e industrial.
Estamos
en la presencia en una guerra contra los avances y logros sociales conquistados
y labrados por el pueblo venezolano bolivariano. Es el ataque directo a los
derechos y garantías sociales forjadas por el pueblo labriego y mayoritario de
Venezuela. Es la agresión de las fuerzas retrógradas y cavernarias, del
imperialismo y de la desvencijada burguesía venezolana, al proyecto social de
Hugo Rafael Chávez Frías en desarrollo. El socialismo del siglo XXI.
Es
el delirio virulento de la oposición contrarrevolucionaria, de la calaña
aristocrática decadente, de los mercaderes rentistas desplazados del poder, de los autócratas del viejo
régimen de “punto fijo”, de los acaparadores y explotadores que perdieron el privilegio a esclavizar a las
masas trabajadoras y acumular capital, de militares, burócratas y políticos
corruptos que han sido identificados y condenados por el pueblo consciente.
Es
el inquina enfermiza y terrorista, de las oscurantistas castas opresoras y del imperialismo global, que no aceptan a un
pueblo venezolano libre, soberano e independiente, a una Venezuela ciertamente
bolivariana, a una sociedad que transita al socialismo, una patria en construcción como
ha dicho Maduro.
Es
la intransigencia y la ofuscación de los antiguos potentados y opresores,
servidores del capital transnacional y adictos del imperio.
Es
la prepotencia, la impertinencia y el desplante de los oligarcas que con
amenazas, desafíos y chantajes pretenden atemorizar a los desposeídos y
patriotas que han tenido la osadía de tomar el papel protagónico en la
conducción de los destinos de la patria.
No
tolera la “contra” retardataria y fascista
que los mecanismos institucionales
de decisión estén en manos de los “Pata en el suelo”, y un “Pata Rajada”;
como despectivamente trata la burguesía a los despojados, un obrero, un
representante del proletariado como Nicolás Maduro esté al frente del Estado,
dirigiendo el Gobierno Bolivariano, en este momento histórico.
No
obstante, que no se equivoque la reacción internacional ni las bandas facciosas
del caprilismo contrarrevolucionario. Hay un poder popular concluyente e incontrovertible en la nueva
Venezuela, que une al pueblo, pueblo; que camina con la verdad verdadera como
lema, que tiene la razón histórica de la emancipación, que levanta en ristre el
arma del amor y la paz y que no cree en fantoches de la guerra y el terrorismo.
Con
firmeza y mesura sabe responder a los retos del momento y con la refulgencia
asombrosa y la guía inmortal del
Comandante Supremo Hugo Rafael Chávez Frías, el pueblo bolivariano defenderá la
revolución en todos los terrenos y con todos los medios a su disposición.
Nosotros
los revolucionarios y bolivarianos, en todas las latitudes de la “Patria
Grande”, mujeres y hombres emulando a Manuelita Sáenz y Bolívar, a José Martí y
Bartolina Sisa, al CHE y Gregoria Apaza,
a Fabricio Ojeda y Arlen Siu, estaremos siempre alertas y en alta disposición
para cumplir con nuestra tarea y compromiso revolucionario. Levantaremos las banderas de la solidaridad
internacionalista y en defenderemos, rodilla en tierra, desde nuestras
trincheras la Revolución Bolivariana.
Que
el imperialismo no se atreva a tocar la Venezuela de Simón Bolívar y Hugo Chávez.
Alto
a la injerencia del llamado “Reino de
España” en los asuntos internos de la Venezuela libre y Bolivariana.
El
régimen reaccionario y capitalista
reinante en España carcomido por la miseria, la desocupación y el
abandono de las mayorías trabajadoras, de niños y niñas muriendo de hambre y
frío en las calles de sus ciudades y campos, nada; pero absolutamente nada,
tiene que hacer metiendo sus narices pestilentes y sus garras sangrientas como
parte de la guerra sucia contra la República Bolivariana de Venezuela.
Como
dijo Nicolás Maduro: “La espada de
Bolívar derrotó a las tropas del rey, que hoy no se metan aquí, porque les
responderemos en todos ámbitos que fuese necesario”.
Las
hordas fascistas y mercenarios auspiciados por Washington no franquearán el
valor, la certidumbre y la determinación
del pueblo bolivariano.
Los
crímenes, el hostigamiento, el terror, la guerra psicológica y el estropicio
que se está esparciendo en Venezuela y en otros puntos de la geografía del
continente es responsabilidad del Departamento de Estado, de los filibusteros y
temerarios pagados con dineros podridos del narcotráfico, el negocio de las
armas y la guerra, de la explotación sexual comercial y de la rapiña
neocolonial de nuestras riquezas y
patrimonios y, de Henrique Capriles vasallo del imperio y jefe del comando
antichavista.
Toda
la fuerza de la legalidad bolivariana, de la legislación del Estado Bolivariano
de Venezuela y de la justicia popular debe caer sobre los responsables de la
mentira, de la sedición, la desestabilización,
de los destrozos del patrimonio del pueblo y de los crímenes.
Coincidimos
con el Presidente Rafael Correa cuando afirma: “La Revolución Bolivariana es
irreversible”
¡La
contrarrevolución no pasará!
¡Nicolás
Maduro a la contra dale duro!
¡Hugo
Rafael Chávez Frías Vive la Revolución
sigue¡
Oscar
Barrantes Rodríguez
Círculo Bolivariano Yamileth López (CBYLO)
Centro Popular de Estudios Sociales (CPCES)
San José – Costa Rica
Abril 16 de 2013.
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