CHAVEZ NO HIZO UNA REVOLUCIÓN, PERO SI CAMBIOS...
Rigoberto Lanz: analista del Socialismo del Siglo XXI, evalúa el triunfo de Hugo Chávez
Por Sandra Weiss
CARACAS - Rigoberto Lanz, sociólogo y ensayista experto en el movimiento bolivariano venezolano, todavía está muy flaco por las secuelas del cáncer que padeció. Pero con el espíritu alegre y confiado, recibe a este medio en el hotel Alba, antes Hilton, una mole de concreto en el centro de Caracas. Tiene 68 años, pero conserva el look revolucionario: una boina negra y una barba blanca.
¿Cuál es su opinión y balance sobre la revolución bolivariana?
No hubo revolución aquí ni va a haber. Pero hubo cambios irreversibles en la práctica, en la sensibilidad de la gente.
¿Y en qué consiste el socialismo del siglo XXI?
Tiene contenidos tan diversos que se anulan entre sí y puedes pensar que es nada. Yo no hablaría de socialismo, diría que tuvimos los últimos 14 años un gobierno progresista-nacionalista. Y eso ya es mucho en un mundo gobernado por la derecha. Yo creo que la virtud principal fue aguarle la fiesta al Norte, al imperio. Es un mérito suficiente para que Chávez pase a la historia. Pero además de esto, también permitió incluir nuevos movimientos a la política como los sin tierra, las mujeres, los okupa, los homosexuales.
¿Y ese tema del Estado comunal del que Chávez habla?
Las leyes sobre el poder popular son realmente subversivas porque propician el protagonismo y la participación de la gente. Pero entre la ley y la realidad hay un abismo. A Chávez, le alcanzó su propia incapacidad, ni siquiera fue capaz de poner en práctica sus propias leyes. Podría haber hecho el triple, sin boliburgueses (nuevos ricos del chavismo), y sin ese discurso hostil y excluyente contra los no-chavistas.
¿Ha sido ese el mayor defecto del chavismo?
Por eso se fue una buena parte de la clase media, Chávez los alejó y se los regaló a la derecha. Ese lenguaje típico de los militares no ayudó, Chávez tiene que rectificar eso. Conceptualmente hubo progresos como la educación y la salud gratuitas, pero los monstruos de la burocracia y la corrupción conspiraron contra eso. El gobierno de cierto modo creó sus propias exclusiones. Escuelas para pobres, hospitales para pobres, mercados para pobres…
¿Cómo se avecina el futuro para Venezuela?
Soy optimista. Ahora hay una conmoción que replantea todo. El desmonte de la izquierda será tan grande que hay una posibilidad de construir una nueva agenda política desde el principio. Necesitamos musculo intelectual, un nuevo discurso, queremos recuperar la diversidad radicalmente anti-burocrática.
¿Y adónde pretenden llegar?
El objetivo es la emancipación total de toda forma de poder. Esto con Chávez evidentemente no es posible. Pero no es fácil dialogar sobre eso con los compañeros.
¿Cuál es el más importante legado de Chávez en este proceso, contemplando su triunfo de este domingo?
El empoderamiento del poder popular y los aspectos sociales que fomentaron una nueva subjetividad, una nueva sensibilidad. Este progresismo queda y no va a desaparecer. La derecha hoy ya no puede retroceder al tiempo anterior, la gente se lo impediría y exige sus derechos.
¿Qué va a pasar con Chávez?
Chávez fue una figura importante, pero ha querido saltar de un pasado glorioso hacia un futuro glorioso sin pasar por el presente. Yo lo veo agotado por su enfermedad, y hace rato perdió el ímpetu modernizador e innovador. Parece que la revolución ya llegó a un límite. Por eso ahora que ha ganado tenemos que convocar a los intelectuales a repensar su planteamiento.
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