CERCAS
RAFAEL POMPILIO SANTELIZ
Hace tiempo, miles de años quizá, cuando lo profundo era cuestión de ases de corazones y el respeto era cosa santa, un viejo cronista, perdido en el destiempo de la historia, me contó de socialistas épocas donde todo era de todos.
Una melodía colectiva envolvía la Tierra, y la riqueza era repartida por igual, sin que nadie se considerara más vivo que otro. Era la verdad del hombre.
En esos tiempos se cantaba, mucho se cantaba.
En lo inevitable surgieron las cercas.
Cercas de alambre, de púas, de concreto, de madera, de ladrillos; pero las peores fueron las de carne y huesos.
Desde entonces, cada vez que pueden unirse más de una persona, hay una irresistible tendencia a encender fuego, añorando la hoguera de los juntos, siempre buscando la canción perdida.
La que nos hizo posibles.
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