martes, 31 de diciembre de 2019

UN NO MUY BREVE MENSAJE DE FIN Y COMIENZO DE AÑO...
Hipólito Abreu
La imagen puede contener: texto que dice "TUPAMARO"
Se cierra el ciclo solar número 2019 de la denominada era cristiana, la cual por cierto, a consecuencia de un error de cálculo de Dionisio es al menos 4 años más joven que Jesús de Nazaret quien debería de haber cumplido por lo menos 2023 años de edad, sin embargo, esa realidad a estas alturas de la historia parece poco relevante.
Ciertamente, mucho más relevantes que la ligereza de Dionisio al establecer sus conclusiones, son las mentiras que a lo largo de la historia han servido de excusa perfecta para propiciar asesinatos en masa, de esta ancestral práctica, sólo me remitiré a recordar las armas de destrucción masiva el Irak, cuya estela de muertes superó el millón de personas y el incidente de Tonkín, un falso positivo montado por Washington para declarar la guerra en Vietnam cuyo saldo se elevó por encima de los 4 millones de seres humanos asesinados.
En ambos casos, todo el complejo mediático hizo la tarea de convertir en victimas a los victimarios y presentar a los canallas como héroes. Pero este periplo demoníaco de mentir y masacrar solo se completa cuando los mismos genocidas, luego de jurar por sus hijos y por Dios todopoderoso, que ellos actuaban movidos por el bien de la humanidad, terminan reconociendo burlonamente que todo era una farsa montada para agredir a los pueblos que ellos declaran objetivos militares.
Hecho este que se evidenció en la guerra imperialista contra el pueblo de Irak, cuando el mismo George Bush hijo declaró que sabían que no existía tales armas y pasó cuando Robert McNamara exsecretario de defensa yanqui en tiempos de la invasión a Vietnam dijo que el incidente de Tonkín era un montaje del Pentagono.
No en vano George Orwell dijo: “En una época de engaño universal, decir la verdad es un acto revolucionairo”
Muchos se preguntarán, porque en un mensaje de fin de año se señala lo antes expresado, la respuesta parte justamente de la necesidad de tener siempre presentes hacia donde apuntan las mentiras del imperio cuando ataca a un pueblo y las reales motivaciones que deben inspirar a los y las Revolucionarias cuando afronta un momento de renovación y son víctima de ataques por parte del complejo mediático.
Para derrotar está ofensiva que busca anular la recionalidad se los pueblos, no hay mayor fuente de inspiración que el tener vigente la memoria histórica, aquella que la elite internacional siempre se empeña en que olvidemos para que nuestra lucha no tenga raíces firmes donde afianzarse nuestros sueños y anhelos para poder derrumbarlos con cualquier leve empujón.
Ciertamente, el 2019 ha sido un año de dura lucha para el pueblo venezolano, donde el imperialismo ha apelado a todos los manuales de operaciones psicológicas que han servido para derrocar gobiernos en el mundo cada vez que se les antoja, han aplicado toda una ofensiva para destruir nuestra economía, implementando enloquecidas sanciones que propician el bloqueo económico que buscan impedir la llegada a nuestro país de alimentos, medicinas, equipamientos, partes y piezas, etc., a lo anterior se le suma los incesantes ataques diplomáticos cuyo objetivo no es otro que intentar aislar a nuestro país en el concierto internacional.
Basta hacer un pequeño balance de lo que nos ha tocado vivir en estos tiempos de Revolución Bolivariana, para establecer un sinfín de comparaciones entre los hechos que hoy se producen y los vividos por las fuerzas patriotas comandadas por el Libertador, gesta emancipadora que fue vilipendiada duramente por las fuerzas hegemónicas de la época, calificada como una insurrección de salvajes por la elite de aquellos tiempos, atacada traicioneramente por las fuerzas al norte del continente, lo cual obligó al Padre de La Patria a efectuar una incursión armada sobre La Florida para disminuir el apoyo logístico que recibían los españoles desde ese territorio en el norte de América.
En fin, al evaluar lo que ha significado el 2019 para el pueblo venezolano, en particular por la ejemplar demostración de fortaleza que hemos dado al mundo, podemos decir que las fuerzas Revolucionarias hemos salido triunfantes.
Este año hemos no solo hemos sido capaces de resistir de manera heroica los ataques de un conjunto de superpotencias que a diario nos agreden, sino que nos hemos reorganizado, hemos aprendido de nuestros errores, ha crecido cada día más la SOLIDARIDAD CON PRINCIPIOS como un medio encaminado a lograr que nuestra misión universal emancipadora se fortaleza para resistir y vencer, hemos aprendido a logras más cosas con menos recursos, hemos visto como nuestra capacidad de resistencia se ha traducido en un nuevo y renovado movimiento antiimperialista en Latinoamérica que ha puesto en jaque a los gobiernos títeres del imperio norteamericano.
Si lo anterior fuera poco, este 2019, hemos venido construyendo una serie de condiciones objetivas y subjetivas que sin duda presagia una real oportunidad para el gran salto adelante de la Revolución Bolivariana, 2020 se visualiza una gran contraofensiva Revolucionaria que será posible a través de la disciplina, la lealtad, la formación y la constancia.
Reconocimiento aparte, hay que dar a nuestro camarada y hermano Nicolás Maduro, el cual ha sido sin lugar a dudas un bastión fundamental en esta etapa de resistencia en el marco de la crisis general del capitalismo, quien a pesar de los ataques no ha cedido ni un milímetro en su firme postura de convertir a la Revolución Bolivariana, legado del Comandante Chávez, en un movimiento histórico, referente indiscutido para la liberación de los pueblos del mundo que son oprimidos por las desigualdades que impone el régimen de mercado y el neoliberalismo como su última expresión global.
A mis hermanas y hermanos Tupamaro, quienes hemos trabajado incansablemente en la construcción de un partido fundamentado en el intelectual colectivo, quiero expresarles mi mayor admiración. En medio de profundas carencias materiales, la militancia Tupamaro ha demostrado un espíritu combativo indoblegable.
A diario vemos como #SiembraTupamaro convierte en realidad aquella consigna “CONTRA LA GUERRA ECONÓMICA, PRODUCCIÓN POPULAR.” siendo la filosofía de la praxis la principal arma para emocionar y convencer. Los líderes comunales, estudiantiles, obreros Tupamaro, han destacado de manera ejemplar.
Nos hemos ganado por esfuerzo propio el respeto de las organizaciones hermanas, de igual forma nos hemos ganado el odio enceguecedor del fascismo internacional. Lo cual implica un doble compromiso, por un lado, seguir siendo un referente moral en la lucha por la transformación de la sociedad, y por otro, a través de la acumulación activa de fuerzas, continuar consolidando nuestro partido como una estructura orgánica que aprovecha las condiciones de guerra que impone el enemigo para crecer y fortalecerse.
Para ello, tenemos varias tareas pendientes para el próximo año, la primera de ellas, seguir avanzando en la formación política, para derrotar y erradicar definitivamente de nuestro seno la falsa consciencia de la ideología burguesa, consolidando en nuestra militancia la consciencia crítica revolucionaria, ayudando en el proceso de reeducación que nos permita ser cada día mejores y superar DE VERDAD VERDAD el empleo del corrillo, el deseo del lucro, la mentira, la prepotencia, el individualismo, el caudillismo y el fraccionalismo que arrastramos del sistema que estamos combatiendo pero del cual seguimos impregnados.
De igual manera, debemos dar un impulso muy grande a nuestros núcleos de producción, organizados colectivamente siempre bajo la perspectiva de la guerra bajo cualquiera de sus formas, sirviendo por tanto de apoyo logístico a los cuadros de la organización de una manera autosustentable.
En cada Región debemos seguir fortaleciendo este año que viene la UTC, tanto en las labores de inteligencia, comunicación, formación y tácticas para estar preparados incluso para lo peor.
De igual manera, es clave para el éxito de 2020, que nuestros cuadros jóvenes, vayan asumiendo con disciplina y responsabilidad, cada vez con mayor fuerza tareas fundamentales para la definitiva consolidación de Tupamaro en el tiempo, nuestro paso por la vida tal cual la conocemos es efímera, lo único que podemos dejar para la posteridad es el legado de vida que hemos construido para las generaciones futuras, la cual no puede lograrse con un simple relevo, sino a través de una continuidad dialéctica hacia la construcción de una Revolución Universal, sin amos ni esclavos.
Por último, no puedo cerrar este documento sin antes dejar -segun reza la tradición- mis votos para el 2020 ¿o será 2024??? Bueno igual, ahí va: Quiero expresar mis mejores deseos a todos los hombres y mujeres de buena voluntad; a las compañeras y compañeros revolucionarios, les deseo salud, éxito y prosperidad; a mis hermanas y hermanos Tupamaro, les deseo un año de profundo avance y consolidación tanto individual como colectiva; a los infiltrados socialdemócratas vestidos de rojo rojito, les deseo que puedan liberarse de los males y demonios que atormentan sus mentes y almas para que no sigan traicionando a sus hermanos de clase; a los fascistas irrecuperables, les deseo que todo les falle y no ganen una, y a los monstruos que promueven el mal en el mundo les deseo que le caigan las 7 plagas pero en simultaneo para que paguen por lo menos un poco de la deuda que tienen con la humanidad.
¡Honor y Gloria a nuestros hermanos caídos!
¡Viva la REVOLUCIÓN!
¡Feliz año 2020!
¡Entre Vencer o Morir, Necesario es VENCER!

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