UNIVERSIDAD DE LOS ANDES
AL PUEBLO VENEZOLANO
Mérida, 01 de abril de 2014.
Nosotros profesores de la Universidad de Los Andes queremos expresar al pueblo venezolano nuestro compromiso por defender la soberanía nacional, la independencia e integridad territorial de la Nación, la democracia participativa y protagónica fundamentada en el pueblo como soberano, la autodeterminación y bienestar de los pueblos, principios y logros consagrados en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela aprobada en referéndum nacional el 15 de diciembre de 1999, producto del proceso de transformación bolivariano liderado por el presidente Hugo Chávez Frías una vez que asumió la Presidencia de la República el 2 de febrero de 1999, y actualmente bajo la presidencia de Nicolás Maduro Moros.
Hacemos esta declaración ante la nueva arremetida que sectores de la extrema derecha de la oposición venezolana que en alianza con poderosas fuerzas del gobierno de los Estados Unidos, de cadenas de noticias y la industria del espectáculo se han combinado para emprender desde el mes de febrero de este año una acción de violencia e insurrección contra el gobierno constitucional del presidente Nicolás Maduro Moros. Esta acción de violencia e insurrección ha sido planificada y ejecutada bajo la orientación del denominado golpe suave, concebido por Gene Sharp como una forma para provocar el derrumbamiento en el mundo de gobiernos democráticos de izquierda y progresistas legítimamente electos.
En el caso particular de Venezuela, el golpe suave ha sido ejecutado no solo para derrumbar al presidente Maduro sino que forma parte de una plan global dirigido a revertir los procesos de transformación impulsados por la revolución bolivariana y destruir todo aquello que represente las realizaciones concretas a favor del pueblo y el desarrollo independiente, soberano y autónomo de Venezuela. El golpe suave, lleva dentro de sí la realización de marchas de protestas supuestamente pacificas, la construcción de guarimbas con métodos neofascistas en puntos clave de importantes ciudades del país, la destrucción de bienes e instalaciones públicas, la organización de saboteos y obstrucciones para que productos, bienes y servicios indispensables de la población no lleguen a su destino y generar una situación de caos e ingobernabilidad que según los sectores de la extrema derecha la única alternativa es la injerencia e intervención extranjera.
Asimismo, condenamos la muerte de decenas de ciudadanos y ciudadanas, de centenas de heridos producto de las guarimbas y otras acciones de violencia. Las muertes que han ocurrido han sido asesinatos cometidos por guarimberos y en algunos casos por agentes del orden público, que según la Fiscalía de la República los responsables han sido aprendidos y condenados. De la misma forma hay que denunciar que las guarimbas son instrumentos para la violencia, donde se cometen actos que violan todos los derechos humanos (salud, educación, libre circulación, trabajo, transporte, entre otros,) consagrados en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y organizaciones internacionales, violan y perturban las más elementales normas y formas de convivencia humana. Por ello, las guarimbas son un elemento totalmente ajeno, salvaje y exógeno, a la idiosincrasia del venezolano.
Damos, igualmente, nuestro respaldo a las manifestaciones de protesta que tienen como objetivo expresar una actitud crítica, de reclamo y rechazo a situaciones económicas, sociales, políticas y criminales que afectan y atentan contra el pueblo venezolano en su calidad y protección de la vida, el bienestar, la seguridad y el desarrollo personal, puesto que en los artículos 62 y 68 de la CRBV se expresa que todos los ciudadanos y ciudadanas tienen el derecho a participar libremente en los asuntos públicos, y a manifestar pacíficamente y sin armas, sin otros requisitos que los que establezca la ley. Esta posición la sustentamos al considerar que en todo proceso de transformación auténticamente revolucionario la crítica y la lucha social debe ser una acción permanente del pueblo en procura de alcanzar las mejores condiciones de vivir bien, la plena soberanía e independencia de la Nación y el desarrollo autónomo, autosostenido e independiente de la República.
Por otra parte, expresamos el más contundente rechazo al uso que de las universidades autónomas y organizaciones gremiales, en particular de la ULA, FAPUV y APULA, han hecho autoridades, profesores y dirigentes universitarios para tomar decisiones e implementar acciones que responden a una línea claramente identificada con intereses partidistas, no solo de quienes ejercieron funciones de gobierno por más de cuarenta años en Venezuela, ejecutando y provocando políticas y situaciones en contra de la autonomía y las universidades autónomas, con allanamientos y cierres que produjeron cientos de estudiantes muertos y heridos, sino también de expresiones partidistas y organizaciones para-estudiantiles identificados con los intereses más reaccionarios y contrarios al interés del pueblo y Venezuela. Esto desdice de la trayectoria de lucha que desde las universidades autónomas han sido libradas históricamente a favor de los principios y valores más caros y preciados de independencia, soberanía, autonomía, libertad, emancipación, bienestar, seguridad y desarrollo del pueblo, el país, América Latina, el Caribe y el mundo. Solo basta recordar que la autonomía universitaria republicana fue decretada en 1827 por el Libertador Presidente Simón Bolívar.
Manifestamos que desde el interior de la ULA, de las universidades autónomas y organizaciones gremiales es indispensable que se produzca un auténtico proceso de transformación, que de manera esencial coloque a estas instituciones en el contexto de un pueblo y un país que lucha por la consecución de los valores y principios constitucionales, de respecto al Estado social de derecho y justicia y a la democracia participativa y protagónica. Para ello es fundamental, también, que el gobierno nacional decida con la celeridad del caso asumir un cambio substancial en la relación con estas instituciones, que implica una política integral y global en el trato y pleno respeto a la autonomía universitaria, en un vínculo institucional de cooperación e intercambio y en la definición de una política universitaria fundada en los valores y principios consagrados en la CRBV.
Concluimos esta declaración solicitando que en aras de la paz que tanto necesita y requiere el pueblo y Venezuela el presidente Nicolás Maduro Moros convoque a un amplio proceso de discusión y análisis universitario para llegar a definir políticas conjuntas; y contribuir a la creación de un clima y ambiente que permita el pleno desarrollo de las instituciones universitarias y plena realización de sus actividades, en especial de las universidades autónomas.
Prof. Amado Moreno Pérez Prof. Nelson Pineda Prada
Prof. Pedro José Rivas
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