La última masacre de 5 hermanos campesinos, en la zona norte del país, concentró nuevamente la atención nacional e internacional. Cadáveres de campesinos regados y abrazados a fusiles mal acomodados, dieron la vuelta al mundo, mostrando la mentira y la barbarie en la que Honduras sobrevive.
Lo más grotesco fue que Miguel Facussé, terrateniente implicado en los asesinatos, salió aseverando: “para qué se acercan a mis propiedades sabiendo que mis hombres estaban armados”. En seguida el gobierno central, de manera irresponsable, alertó a la población sobre la presencia de campesinos guerrilleros, entrenados en el extranjero. Casi al mismo tiempo, el Congreso Nacional aprobó la Ley Antiterrorista para criminalizar a los movimientos sociales. De este modo, el problema medular del país, como es el acaparamiento inmoral de la tierra por los terratenientes, pasa a segundo plano.
¿Cómo están distribuidas las tierras en Honduras?
Cerca del 80% del territorio nacional es forestal. Es decir, para producción de madera. Del total de tierras cultivables, el 1% de los productores acapara la tercera parte de las tierras fértiles del país. Mientras 375 mil pequeños agricultores carecen de tierras para cultivar. Además, cerca del 75% de los productos agropecuarios nacionales que el país consume, lo producen las y los pequeños productores agrarios. Las grandes empresas agropecuarias producen para exportar, sin dejar mayores beneficios para el país.
El principal problema agrario del país es que unos pocos acaparan grandes extensiones de tierras de cultivo, muchas veces improductivas (latifundios), y las grandes mayorías de campesinos escarban retazos de metros de tierra (minifundios) para alimentar el mercado nacional.
Esta inmoral distribución y tenencia de la tierra es la expresión de la voluntad política de las élites que desgobernaron y desgobiernan el país. Todos los intentos de reforma agraria que priorizaba la redistribución de las tierras fueron sistemáticamente truncados.
Fuente: Ollantay Itzanmá -
Lo más grotesco fue que Miguel Facussé, terrateniente implicado en los asesinatos, salió aseverando: “para qué se acercan a mis propiedades sabiendo que mis hombres estaban armados”. En seguida el gobierno central, de manera irresponsable, alertó a la población sobre la presencia de campesinos guerrilleros, entrenados en el extranjero. Casi al mismo tiempo, el Congreso Nacional aprobó la Ley Antiterrorista para criminalizar a los movimientos sociales. De este modo, el problema medular del país, como es el acaparamiento inmoral de la tierra por los terratenientes, pasa a segundo plano.
¿Cómo están distribuidas las tierras en Honduras?
Cerca del 80% del territorio nacional es forestal. Es decir, para producción de madera. Del total de tierras cultivables, el 1% de los productores acapara la tercera parte de las tierras fértiles del país. Mientras 375 mil pequeños agricultores carecen de tierras para cultivar. Además, cerca del 75% de los productos agropecuarios nacionales que el país consume, lo producen las y los pequeños productores agrarios. Las grandes empresas agropecuarias producen para exportar, sin dejar mayores beneficios para el país.
El principal problema agrario del país es que unos pocos acaparan grandes extensiones de tierras de cultivo, muchas veces improductivas (latifundios), y las grandes mayorías de campesinos escarban retazos de metros de tierra (minifundios) para alimentar el mercado nacional.
Esta inmoral distribución y tenencia de la tierra es la expresión de la voluntad política de las élites que desgobernaron y desgobiernan el país. Todos los intentos de reforma agraria que priorizaba la redistribución de las tierras fueron sistemáticamente truncados.
Fuente: Ollantay Itzanmá -
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