Los grandes perdedores (y los ganadores) de las elecciones en Bolivia
El pueblo boliviano, al final, no estaba cansado del
Movimiento al Socialismo,
como muchos nos quisieron hacer creer durante
un año.
Las elecciones de ayer confirmaron que el MAS es
una fuerza política sólida
y duradera que logró imponerse en el poder otra
vez a fuerza de votos.
Que es, sobre todo, el partido con mayor respaldo
popular en un país que
tuvo que padecer una dictadura que fue apoyada
por organismos
internacionales, gobiernos, políticos, intelectuales
y medios de
comunicación a los que no les importó avalar un
golpe de Estado.
Hoy, son los grandes perdedores.
"No vuelven más", les vaticinaban sus enemigos al derrocado
presidente Evo Morales, al candidato presidencial Luis Arce,
al candidato a vicepresidente David Choquehuanca, a todo el MAS.
En realidad, era solo una expresión de deseo porque, al igual que
pasó con los peronistas en Argentina, el masismo volvió y ganó
en primera vuelta.
Así lo anticipan los resultados de dos sondeos a boca de urna que
se dieron a conocer en la madrugada de una jornada electoral que
fue contrastante. Durante el día, la gente votó en paz, en tranquilidad.
Pero apenas cerraron las casillas comenzó la incertidumbre por el
inexplicable retraso de los resultados oficiales.
Las horas de tensión se acumularon. Millones de bolivianos y parte
de la comunidad internacional esperaban en vilo alguna tendencia,
algún dato. Pasada la medianoche, la empresa Ciesmori por fin
fue autorizada a publicar los resultados del boca de urna que ya tenía
desde hacía horas. Y anunció que Arce se imponía con el 52,4 %
de los votos, frente al 31,5 % de Carlos Mesa. Ni siquiera habría
necesidad de ballotage. Al poco rato, la plataforma 'Tu voto cuenta'
confirmó las tendencias con datos similares: 53 % para el MAS y 30,8 %
para Comunidad Ciudadana.
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