Ojo! La última carta de EE UU:
¡Asesinar a como
dé lugar al Presidente Maduro!
- Ya no quedan opciones y Trump ha decidido escoger la última carta que le recomiendan sus asesores: El ASESINATO DELPRESIDENTE MADURO! Mike Pence dice que el Presidente Maduro está poniendo a prueba el poder de Trump al seguir impidiendo el contrabando de miles de litros diarios de gasolina hacia Colombia. Vayan viendo bien el panorama, queridos lectores…
- EL CUADRO que esbozaremos a partir del tercer renglón, OBLIGA A LOS GRINGOS A UNA ACCIÓN QUE PODRÍA SER MUY DESESPERADA, al ver que la oposición venezolana ha muerto, y que el Presidente Maduro persiste, decidido, contra viento y marea, a no dejar que las mafias colombianas sigan robándose la gasolina de Venezuela. Una decisión ésta, en momentos en que Colombia aumenta sus cultivos de coca a niveles demenciales y cuando más que nunca el mundo capitalista necesita tanto del negocio de la droga que representa el diez por ciento de las transacciones financieras del planeta (bien sabido es que para hacer un kilo de pasta de coca se requieren diez galones de gasolina).
- Pues bien, hoy, no hay gente más dividida en este planeta que los jefes opositores venezolanos: se odian, cada uno recela del otro, se acuchillan por las espaldas, no creen en sí mismos, que sólo piensan en los dólares de Marco Rubio, y con sus desaforadas agallas buscan el confort,… Estos jefes opositores han dejado en la estacada a medio mundo que creyó que el regreso a las glorias de Disney estaba a la vuelta de la esquina. Se fueron de reposo estos capos, se cansaron de gritar o de actuar para la tele y los medios; dejaron el pelero, la cuenta y el mono... nunca han tenido fuelle para luchar, mucho menos deVISIÓN política, ni de CONSTANCIA, ni de NOBLEZA siquiera para con los suyos…
- CUANDO en 2002 derrocaron a Chávez, a las pocas horas de aquella victoria, la oposición sufrió mil fracturas. Un grupo embanderado con Rafael Poleo y su hija Patricia (quien aspiraba comandar el ministerio de Comunicaciones de Carmona Estanga) salieron a enfrentar al grupo de El Nacional y de Marcel Granier. Se formó una gran atajadera de perro: Carlos Ortega gritó que Fedecámaras lo había "negreado", el grupo de los militares más reaccionarios se sintió traicionado por la rancia burguesía de los banqueros. De haber sobrevivido el golpe una semana más se habría caído por su propio peso en medio de brutales guerras internas. Esto lo debe saber el pueblo venezolano.
- Y eso, que Estados Unidos exigió en aquellas horas terribles, orden y cordura para las fieras más desbocadas que se incrustaron el 12 por la mañana en Miraflores. Cuando ese día 12 por la mañana se llamó de emergencia a una reunión en la embajada norteamericana para unificar criterios y hacer un balance de las reparticiones, incluyendo un pago de tres millones y medio de dólares por la exitosa culminación de la marcha del 11, la ira de los que se consideraban los más "sacrificados"golpistas, se desbordó sin control. Treinta y cinco altos oficiales cogieron sus macutos y se fueron a Fuerte Tiuna, y en medio de rumores y escándalos de amenazas, se esperaron pronunciamientos de recalcitrantes ultra-derechistas desde distintas guarniciones contra don Pedro Carmona Estanga.
- Henry Ramos Allup, junto a Carlos Ortega y a Carlos Cova desafiaron el incipiente poder de don Pedro Carmona Estanga, porque según decían éste no oía a la CTV. María Corina Machado y su señora madre maldijeron a los irresponsables que no cogían por el carril que les presentaba la embajada norteamericana. El grupo de los Very-Bad-boys, encabezados por Leopoldo López, Enrique Capriles Radonky y Julio Borges rompieron lanzas por una acción radical y severa que contemplaba un violento exterminio sin retardo de los chavistas (los llamados Círculos Bolivarianos).
- Mientras estos distintos grupos opositores se enfrascaban en dimes y diretes, en reconcomios y maldiciones de unos contra los otros, un sordo rumor de pueblo comenzaba a estremecer las calles. Estos montones de generales alzados, con cientos de jefes sin tropas se daban de las greñas sin caer en la cuenta de que ya había una reacción en las más grandes ciudades que amenazaba echar por tierra la victoria del 11 de abril. Nada de eso les importaba porque contaban con que el vocero de la Casa Blanca, con que CNN y Fox News, con que todo los poderosos medios de mundo pudieran ocultar la matazón que se estaba montando (para exterminar de raíz "el demonio comunista que se había instaurado en Miraflores").
- Cuando el 13 de abril, corrían versiones encontradas de que Chávez estaba muerto, y de que había movimientos de tropa en Maracay para repeler el golpe, todavía los jeques más importantes de la Iglesia, del empresariado y de la cúpula militar conspiradora, en medio del ratón de la noche anterior daban por sentado que ya la "pesadilla del chavismo" había sido superada y que no volvería a repetirse nunca más.
- Pero en realidad, lo que había puertas adentro era una guerra sorda por el poder que no encontraba solución, tan sorda que fueron enviados mensajes a Estados Unidos por parte de funcionarios estadounidenses en los que se imploraba por una acción consensuada que pudiera "suavizadas las embravecidas aguas…". Un funcionario de la embajada escribió: "-Aún no hay acuerdo para formar gobierno. Consideramos muy importante una orden desde el Departamento de Estado que puedan encarecidamente imponer la calma… Consideramos que el señor Pedro Carmona Estanga no es el hombre para este cargo…".
- El ruido era espantoso: Ramos Allup se negaba a apoyar lo que consideraba una salida de fuerza sin asidero constitucional (sencillamente porque a él no se le tomaba en cuenta como lo esperaba). El grupillo realengo de Andrés Velásquez, Pablo Medina, Alfredo Peña y Miguel Henrique Otero rechazaban de plano las pretensiones de los "Patulecos del Este". María Corina Machado consideraba locura total incluir en un gobierno "decente" al "bichaje sin horizonte de los patas en el suelo de la CTV" con Carlos Ortega a la cabeza; en cinco grupos estaban partidos los altos mandos militares que se lanzaron en la asonada. Los Very-Bad-Boys estaban dispuesto a no retroceder ni un milímetro en sus justas y determinantes pretensiones. El tiempo fue pasando y luego vendría la espantosa "juyidera de palacio" que ya todo conocemos.
- Esa historia de guerritas internas al estilo de lo que pasó entre 11 y el 13 de abril del 2002, se fue repitiendo a lo largo de los últimos quince años de distintas maneras y de distintos encontronazos (entre las partes) hasta el día de hoy, en que ningún bando quiere saber del otro. No hay recomposición posible de la oposición y es tal su desintegración que Estados Unidos ha decidido asumir él sólo la tarea de derrocar el gobierno de Venezuela.
- Un cuadro, en fin, de locuras impresionantes por parte del imperio porque, cómo podría Estados Unidos imponer un gobierno por la fuerza en Venezuela si carece en absoluto de un eje o de un grupo capacitado para ejercerlo. Pero ya el imperio lo ha decidido: "NO IMPORTA!, HAY QUE SALIR DE MADURO COMO SEA, YA LO OTRO LO ARREGLAREMOS COMO LO HICIMOS EN IRAK…"
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