Hacia una universidad comunal
Por: Alí Ramón Rojas Olaya | CUATROF.NET
El morral de Chávez
Construir colectivamente el Estado Comunal es el supremo objetivo que debemos lograr. Para tal fin es necesario abrir el morral de Chávez: allí están el Plan de la Patria con los cinco objetivos históricos; el pensamiento emancipador de Simón Rodríguez; la doctrina del Libertador Simón Bolívar; la obra escrita y leída por Francisco de Miranda conocida como Colombeia; el ideal de Ezequiel Zamora; las luchas feministas; la gesta comunera andina de 1781; la guerra de guerrillas de los años 60, 70 y 80; la cosmogonía ancestral de nuestra esencia originaria y la impronta insurreccional de las personas esclavizadas de la madre África.
En este morral está la brújula revolucionaria que le proporciona peso al platillo izquierdo de la balanza que Chávez llamó comuna o nada. En este sentido el rol de las cimarronas y cimarrones sentipensantes es vital porque son tanques pensantes y pedagógicos de la intelectualidad orgánica al servicio del pueblo.
La Unexca
La Universidad Nacional Experimental de la Gran Caracas fue anunciada por el presidente Maduro el 21 de noviembre de 2017 y creada el 27 de febrero de 2018. ¿Cuál debe ser el rol de una universidad comunal creada en la ciudad donde se gestó la independencia suramericana? Tal y como reza en el decreto de su creación: “Contribuir activamente con el desarrollo endógeno Integral, sostenible y sustentable en su área de influencia, con la participación activa y permanente del Poder Popular, haciendo énfasis desde las Ciencias Sociales y Políticas, bajo enfoques multidisciplinarios y transdisciplinarios, para abordar los problemas y retos de su contexto territorial, de acuerdo con las necesidades y potencialidades del pueblo de la Gran Caracas, a partir de las realidades geohistóricas, culturales, sociales y productivas, ayudando a conformar una nueva geopolítica nacional e internacional”.
Caracas puede y debe convertirse en una ciudad comunal. Acá el rol de la Unexca debe ser asumirse más que uni, pluri, es decir, ser una pluriversidad comunal dentro de un triángulo equilátero cuyas aristas son la productividad, el poder popular y la emancipación. En ella debe planificarse la transformación de las relaciones sociales. Frei Betto al respecto dice: “¿Más universidad? ¡Sí! ¿Qué universidad? ¡PLURI-VERSIDAD! En este mundo hegemonizado por transnacionales de los medios más interesadas en formar consumistas que ciudadanos, nuestras universidades todavía no priorizan el cultivo de los valores propios de nuestras culturas ni participan activamente en el esfuerzo de resistencia y sobrevivencia de nuestra identidad cultural”.
Daniel De León y la universidad burguesa
Dejar atrás la universidad que le sirve al Estado Liberal Burgués es un problema cultural. En una carta que le escribió el venezolano Daniel De León a un profesor de la Universidad de Columbia el 22 de junio de 1913 señala que a los estudiantes le llenan las cabezas de “basura insufrible” y que “es saludable la esperanza de que “ningún socialista se afecte” por la situación corrompida y corruptora de las universidades, hasta el punto de dejar pasar ‘la oportunidad que se presente de aprovechar las ventajas que puedan, no obstante, lograrse de ellas’. Saludable es esa esperanza, siempre que vaya acompañada de la recomendación de que el socialista, que como estudiante entra en el recinto de una universidad, lo hace bajo el mismo principio y para el mismo propósito, que los estudiantes entran a un local infestado de microbios. Fortalecido por la ciencia económica y sociológica, armado con una mente sana y lógica, inmune al contagio de la economía y la sociología oficial burguesa, el socialista puede sacar grandes ventajas de nuestras universidades. Pero no fortalecido de esta manera, es imposible decir qué clase de inválido mental será el que reciba su diploma cuando se gradúe”.
La toparquía de Simón Rodríguez
Para Hugo Chávez, “la comuna debe ser el espacio sobre el cual vamos a parir el socialismo”. De nuestra larga existencia, que data del año 13 mil antes de Cristo, Mario Sanoja Obediente afirma que Caracas, en su esencia de espacio social en permanente construcción, nació en una “extensa aldea caribe-toromaima que, de acuerdo con los fechados de carbono 14, se construyó entre 1300 y 1595 años de la era cristiana”.
Simón Rodríguez le escribe al coronel Anselmo Pineda desde Túquerres el 2 de febrero de 1847 una carta en la que habla de toparquía como concepto geohistórico, económico y cultural. En una de sus estrofas escribe sobre la importancia de la topofilia: “la verdadera utilidad de la creación es hacer que los habitantes se interesen en la prosperidad de su suelo; así se destruyen los privilegios provinciales”. Sobre estos explica Chávez: “Bolívar decía que en los pueblos había una casta, y él la denominaba de los doctores, los militares y los curas, es la casta en cada lugar”. Luego pide “ojalá cada parroquia se erigiera en Toparquía”. Sobre este término explica Chávez “es el gobierno del lugar, de los habitantes del lugar; es el gobierno popular, es el gobierno comunal”. Sigue Rodríguez: “entonces habría confederación… ¡el Gobierno más perfecto de cuantos pueda imaginar la mejor política! Es el modo de dar por el pie al despotismo”. Acá escribe una de las tareas de una universidad comunal: “… esto es… (y esto es, mil y mil veces) si se instruye, para que haya quien sepa y si se educa, para que haya quien haga”, porque lo que existe, “casas, lugares, provincias y reinos rivales, prueban mala crianza”.
No se puede hacer revolución con universidades burguesas porque éstas obran contra la construcción del Estado Comunal. Con ellas el platillo de la derecha tiene más peso. Desintoxiquémonos de sus adoctrinamientos, seleccionemos lo que nos sirve, leamos a Rodríguez y preparémonos para el diálogo de saberes ¡Viva la universidad comunal!
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